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Argentina tiene un plan para liderar la producción de aceite de oliva de alta calidad

Una botella de aceite de oliva argentino

Cuando se habla de países exportadores de aceite de oliva irremediablemente nos vienen a la cabeza España, Italia, Grecia, Turquía o países del otro lado del Mediterráneo, como Túnez, Argelia o Marruecos. Sin embargo, en otros mercados como el sudamericano no mandan estos países, sobre todo si se trata de aceite de oliva de alta calidad, y es Argentina quien se sitúa a la cabeza de las exportaciones.

Los productores argentinos no pueden competir con otros mercados en cuanto a volumen de producción, pero sí pueden hacerlo en lo que a calidad se refiere, y esa es su firme apuesta, que no es nueva pero se está acentuando. Argentina ha apostado por la calidad del aceite y actualmente lo exporta a países vecinos como Uruguay, Paraguay y Brasil, además de Ecuador o Costa Rica, pero también a China, Corea del Sur, Estados Unidos e incluso a España.

El país sudamericano, ahora con su presidente, Javier Milei, tratando de dar un giro radical a políticas precedentes, es el principal productor y exportador de aceite de oliva de América del Sur, según datos de la propia administración argentina. Su producción asciende a 40.000 toneladas y de ellas se exportan 37.200.

La producción de aceite de oliva de Argentina es importante, pero está a años luz de los grandes exportadores mundiales como España, cuyas previsiones de producción para la campaña 2023/24 se sitúan en 765.000 toneladas, un 15% más que la anterior y un 34% por debajo de la media de las últimas cuatro.

Pero Argentina sabe de las fluctuaciones del precio del aceite de oliva que producen los países mediterráneos y redobla su apuesta por la calidad. En Argentina comenzaron a plantarse olivos a mediados de los años 40 del siglo pasado y actualmente cuenta con una superficie de 2.500 hectáreas de olivar que centra en varias zonas por todo el país, como el partido bonaerense de Coronel Dorrego, la nueva Capital Provincial del Olivo.

En 2022, la producción promedio de aceite de oliva argentino fue de 1.000.000 de litros, de los cuales el 48% se produjeron en Coronel Dorrego, donde la actividad en torno al aceite de oliva se encuentra en activa expansión.

Esta zona de la provincia de Buenos Aires cuenta con un clima excelente para producir aceites de oliva de alta calidad y los productores, asesorados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), sacan partido a las ventajas agroecológicas de elaborar aceite de oliva virgen extra bajo criterios de alta calidad.

Alto contenido oléico

Las características climáticas de Argentina, el octavo país más grande del mundo, en especial de Coronel Dorrego, son más que óptimas para este cultivo gracias al tipo de suelo, la cercanía al mar, sus inviernos fríos y una amplitud térmica que favorecen la maduración lenta del fruto, pero también los altos índices de fenoles y una mayor proporción de ácido oleico.

"La producción de la zona tiene alto contenido oleico, que es el ácido graso característico de la especie", asegura José Massigoge, investigador del INTA Barrow, Buenos Aires: "Estudios preliminares determinaron que, en la zona, se llega a valores de más del 70%, superando ampliamente a la media porcentual nacional, que según el Consejo Olivícola Internacional no puede ser menor al 55%".

El sector, además, se ha modernizado y de los cultivos tradicionales ha pasado a sistemas súper intensivos, en los que puede haber más de 2.000 plantas por hectárea de olivos manejadas en forma de setos, con una mecanización casi total, tanto de la cosecha con máquinas de vendimiadoras hasta en la poda.

"Decidimos aprender, tomar las últimas tecnologías de esta actividad y optar por el sistema súper intensivo. Después empezamos a plantar más hectáreas con otras variedades de olivos y apostamos a seguir creciendo", afirma Federico Hollender, productor en Coronel Dorrego como miembro de la familia propietaria de Estilo Oliva en la Finca Don Nicolás.

Apuesta por la calidad

No es la cantidad que se produzca, sino la calidad lo que motiva a los productores argentinos. Esa es su mejor arma frente a competidores mucho más poderosos. Para lograr la calidad de extra virgen en el aceite de oliva, los productores dorreguenses aplican un proceso que comienza por el lavado y limpieza de la aceituna y continúa con la molienda de la aceituna entera para lograr formar una pasta.

El siguiente paso es batirla durante cuarenta minutos para romper sus enzimas y preperar la materia prima para su posterior separación en decantar. Por diferencia de peso se logra así separar el aceite de la pasta.

Por último se procede a la centrifugación vertical, para limpiar el aceite. Luego el producto pasa a los tanques para su almacenamiento, con atmósfera inerte para una correcta conservación de sus propiedades, e impedir la oxidación.

Hollender resalta cómo se las ingenian los productores para obtener aceite de alta calidad: "En esta zona se da bien y logramos conseguirlo. Estamos en toda la cadena de producción: desde plantar los platines de olivos, hacer el aceite y venderlo al consumidor final. Esto nos permite una trazabilidad del producto porque pudimos ser parte de principio a fin de la línea de producción y eso genera valor agregado a nuestros productos que es muy importante. Vendemos nuestros productos en el mercado interno y tenemos la idea de exportar".

Fiesta del Olivo

Buen ejemplo de que la producción de aceite de oliva está cada vez más arraigada en Argentina son las múltiples actividades que se desarrollan en torno a este producto.

Para acompañar y poner en valor la actividad olivícola, desde 2008 el municipio de Coronel Dorrego impulsa la Fiesta Provincial del Olivo. "Con este día de celebración buscamos acercar a la comunidad el día a día de las actividades que se realizan en el campo", mantiene Lucas Errazquin, director de Producción de la Municipalidad de Coronel Dorrego: "En 2011 con la promulgación de una ley, obtuvimos la declaración de Fiesta provincial y, en la actualidad, sumamos 14 ediciones y nos llena de orgullo".

"Desde el municipio tenemos la impronta de acompañar todos los emprendimientos productivos porque estamos convencidos de que son importantes para la economía no solamente de la región, sino del país", añade Errazquin.

Calidad premiada

En su apuesta por producir aceites de oliva de alta calidad que le permitan exportar a precios competitivos y ampliar su producción, Argentina marcha con paso firme. Una marca argentina arraigada en Mendoza ha logrado distiguirse, por tercera vez consecutiva, como la mejor del mundo.

Olivícola Laur, de la Familia Millán, vuelve a ocupar el primer puesto en el ranking internacional de calidad EVOO World Ranking, consolidándose así como un referente en la producción de aceites de oliva de alta calidad. Se trata de un reconocimiento internacional que otorgan los principales expertos de la industria.

Actualmente hay 90.000 hectáreas en producción distribuidas en Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Río Negro y San Juan, y en la zona de Mendoza, como en Coronel Dorrego y en el resto de zonas de Argentina donde se produce aceite de oliva, la apuesta es decidida por la calidad.

Laur, que se ubica en Cruz de Piedra, en Maipú, a unos 25 kilómetros al sudeste de la capital de Mendoza, superó en esta valoración a aceites de oliva a marcas consagradas de grandes productores mundiales, como España, Portugal, Turquía y Grecia. En 2023, su aceite ha recibido hasta 140 distinciones tras participar en 14 certámenes.

"Este tipo de reconocimientos ayuda a fomentar el consumo de aceite de oliva y posiciona a Mendoza y a nuestro país para siempre en un lugar destacado en la historia de la olivicultura. A la vez, es una señal para la industria, que nunca debe dejar de pedir apoyo para continuar en esta línea de desarrollo y mejora continua", asegura José Millán, fundador y director de Familia Millán.

Laur produce aceites de oliva desde su fundación en 1889 y es pionera en la elaboración de aceite de oliva virgen extra. La familia Millán es también dueña de Átomo Supermercados, Bodega Los Toneles y Destilería Casa Tapaus, entre otras firmas.

Por delante de marcas españolas

Laur produce más de 600 toneladas de aceite de oliva virgen extra al año, que representan aproximadamente un millón de botellas, de los cuales casi el 90% se comercializa en el mercado interno bajo denominaciones como Clásico Extra Virgen, Blend de Terroir Cruz de Piedra Orgánico, Blend de Terroir Altos Limpios, Blend de Terroir Medrano, Gran Mendoza Premium, Contraviento y Gran Laur. El resto de la producción se exporta a China, Corea del Sur, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Ecuador y Estados Unidos.

El EVOO World Ranking es una clasificación sin fines de lucro creada hace 15 años para promocionar mundialmente los aceites de oliva virgen extra más premiados del mundo, siempre que participen en alguno de los concursos realizados durante el año por EVOOWR. Las catas las llevan a cabo jurados internacionales especializados y son siempre a ciegas.

El sistema de calificación permite saber qué aceites de oliva virgen extra son los más galardonados del mundo y distinguir a las mejores empresas por variedad y tipo de AOVE, así como detectar qué zonas del mundo se destacan en su producción.

En el tranking final, la argentina Olivícola Laur quedó por delante de Gallo Worldwide, de Portugal; Almazaras de La Subbética, de España; Nova Vera Gida ve Tarim San y Oliva Malia Ltd., ambas de Turquía; Goya En Espana S.A.U., de España; Hermus Ltd. Sti., de Turquía; Aceites Oro Bailén Galgon 99 S.L.U., de España; Estância das Oliveiras Agroindustrial Ltda., de Portugal; y Mediterre Eurofood S.A., de Grecia.

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