
Tras la decisión de Rusia de salirse del acuerdo para poder exportar el grano ucraniano a través del Mar Negro, los cinco Estados miembro colindantes pidieron que se extienda la prohibición de que las exportaciones de cereal tengan como destino Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumanía o Bulgaria. Una reclamación que Bruselas analizará en el mes de agosto y sobre la que planeará una decisión en septiembre.
Así lo ha explicado Luis Planas, ministro de Agricultura en funciones de España, Luis Planas, al frente de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE en este segundo semestre del año. "La revisión se llevará a cabo en agosto y la decisión se tomará en septiembre. Seguimos el tema muy de cerca".
Los cinco países colindantes con Ucrania pidieron ampliar más allá del 15 de agosto la medida del Ejecutivo comunitario que convierte a estos cinco territorios en meros espacios de tránsito del cereal ucraniano y no en destino de las exportaciones. La medida se puso en marcha en mayo y se prolongó el pasado junio ante el exceso de oferta de grano que experimentaron los mercados polaco, eslovaco, rumano, húngaro y búlgaro y que hundió el precio de la producción local y, por tanto, repercutió negativamente sobre los agricultores del país.
Fueron diversas las posiciones de los titulares de Agricultura respecto a esta demanda. Algunos a favor, otros en contra, y otros absteniéndose de posicionarse. El comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, explicó que la situación no es la misma para todos los países de la UE, por ejemplo, España "siempre ha sido un gran importador de grano de Ucrania". También, Países Bajos o Italia, según ha enumerado.
Por eso los corredores solidarios se articulan como la solución al reciente movimiento de Rusia para romper el acuerdo y bloquear la salida de grano de Ucrania por el Mar Negro. Uno de los principales temas de debate del Consejo de ministros de Agricultura. Preocupa también el ataque de Moscú a las principales salidas al Danubio para evitar que Kiev dirija sus exportaciones a otros destinos.
"El rechazo de Rusia a prolongar el acuerdo del corredor pone en una situación difícil a los países en vías de desarrollo dependientes de este grano", ha señalado Planas, que ha ejemplificado tal rechazo con el ataque ruso en la localidad ucraniana de Odesa, que destruyó un silo de 70.000 toneladas de grano destinado a la exportación y almacenado en el puerto.
La idea era asegurar la exportación del grano ucraniano a terceros países. Se erigió, en este punto, Lituania. Ha propuesto una ruta alternativa en una carta remitida a la Comisión Europea. La idea es que Polonia, tan sólo sea país de tránsito del cereal de Ucrania y ubicar como destino el puerto báltico de Klaipda así como otros cuatro puertos en Estonia y Letonia. Una solución con la que esperan poder gestionar hasta 25 millones de toneladas de grano por año.
Planas expuso la necesidad de realizar "reformas y mejorar el funcionamiento de los corredores de solidaridad sin perturbar los mercados de los países fronterizos y Moldavia, que tiene una situación complicada".
Lo expuso en cifras el comisario de Agricultura que contrapuso que, si la UE exportaba a Ucrania 3.000 millones de euros en bienes e importaba 7.000 millones, la guerra cambió la balanza comercial en 2022 a 13.000 millones de euros en importaciones y 5.000 millones en exportaciones a los Estados miembro.
La portavoz de la Comisión Europea, responsable de Agricultura, Miriam Ferrer, ha descartado este martes que corresponda al Ejecutivo comunitario responder a la misiva. En todo caso, ha reconocido que el fin de la Iniciativa del Grano del Mar Negro afecta a la capacidad de exportación de Ucrania y que Bruselas trabaja con los cinco Estados miembro colindantes, para aumentar la capacidad de las solidarity lanes, las rutas articuladas para extraer de forma segura el cereal de Ucrania.