Gonzalo Guillén sale de las tripas de las oficinas de Acesur preparado para la entrevista con una bata de trabajo desgastada por el uso, que no se quita en ningún momento. Acaba de recibir el premio de Embajador del Sur de España de la asociación empresarial CESUR. No en vano dirige la primera exportadora de aceite español, con presencia en más de 110 países e instalaciones en Estados Unidos, Reino Unido, China, Brasil Oriente Medio o República Checa, entre otros países. El negocio internacional supone casi dos tercios de las ventas, aunque en una semana con pronósticos de lluvia la mirada está puesta en Andalucía y, especialmente, en el mar de olivos de Jaén, donde reside su auténtica fuerza.
¿Cómo está impactando la situación actual en Acesur?
Es un momento histórico en todos los sentidos, después de una de las cosechas más cortas de la historia reciente. En términos de kilos por hectárea posiblemente sea la peor cosecha de los últimos treinta años. Eso marca una problemática importante. Los precios, como consecuencia, sufren un incremento brutal y muy constante. En los últimos 25 meses el precio se ha triplicado. Hemos tenido una inflación de materia prima del 200% en menos de dos años y medio. Asumir esa situación es problemático. Como consecuencia de los precios y la poca disponibilidad las empresas y las fábricas se van a enfrentar a un escenario de menos volumen de trabajo. A lo mejor también de más facturación, porque el valor por litro se ha incrementado mucho. Pero la caída de volumen está siendo muy importante. El consumo en España, en el Mediterráneo y a nivel mundial está experimentando una caída histórica con estos precios.
¿Cómo prevé que evolucione el mercado en lo que queda de campaña de comercialización? ¿Qué precio cree que puede alcanzar el aceite virgen extra?
Estamos ya en seis euros. ¿Puede seguir subiendo? No lo sabe nadie. Posiblemente no tenga mucho sentido, porque en los primeros tres o cuatro meses de este año el consumo agregado de aceite de oliva a nivel mundial puede estar en una caída del 30%. Y los precios a los que se ha vendido en ese primer trimestre no son los precios del mercado de hoy, sino que están más de 1.000 euros tonelada por debajo de la cotización actual. Con precios actuales ese 30% del primer trimestre a lo mejor se convierte en un 50%, o en un 40%.
"En los primeros meses de este año el consumo mundial cayó un 30%, y con los precios actuales puede llegar al 50%"
¿Puede la cotización actual sacar el aceite de los lineales de algunos países que se estaban conquistando?
No se si lo va a sacar pero sí va reducir presencia en promociones, en destacados y en espacio. La rotación está cayendo en picado, y en los lineales hay que justificar el espacio que ocupas. Ya está pasando.

A medio plazo
¿La lluvia puede apaciguar el mercado?
Si llueve de forma copiosa en mayo y junio, aunque los olivos han sufrido daño con los calores de abril y mayo, se puede reconducir la cosecha próxima un poco. Al menos le damos una oportunidad al olivo para que lo que ha cuajado se desarrolle bien y haya kilos.
¿Puede haber desabastecimiento global?
Nunca hay desabastecimiento. Lo que hay es un ajuste de los consumos. Habrá menos gente que compre, caerá la demanda por la oferta tan baja.
"España está preparada para producciones de dos millones de toneladas y la última fue de 680.000"
¿Cómo prevén el panorama cuando llegue un nuevo ciclo de producciones altas y bajos precios?
Es lo que todo el mundo espera. Hoy se estima que con las nuevas plantaciones España está preparada para cosechas de en torno a dos millones de toneladas, y la última fue de 680.000. Hay una capacidad de crecimiento tremenda cuando se acabe este ciclo seco. Ya toca que empiece a llover. Y operará la oferta y demanda. Sin lugar a dudas los precios se relajarán. La situación de precios hoy es totalmente atípica. Estamos un 40% por encima del último récord histórico.
Mercados
¿En qué países ven más posibilidades de crecimiento?
Lo bonito que tiene el aceite es que cada día que pasa hay más estudios de salud y más defensores de su calidad y de lo medicinal de su consumo. La demanda se seguirá consolidando, pero se tienen que relajar los precios y tiene que haber disponibilidad. Hacer promoción y vender fuera a este nivel de precios es muy difícil. Nunca en la historia ha habido tanta diferencia de valor entre un kilo de aceite de oliva y uno de semillas, como de girasol. Estamos a cinco euros de diferencia. Es muy difícil consolidar una grasa vegetal, aunque sea tan saludable, porque el diferencial de precios es tan abismal que al consumidor medio le es difícil asumir ese nivel.

¿Cree que el sector ha explicado bien al consumidor por qué ha subido el producto?
Hay mucha información sobre el problema de la sequía,. Y España es el 50% de media en la producción mundial. Con esta sequía la gente lo entiende porque el consumidor la está sufriendo, está en los informativos constantemente.
¿Cómo marcha su envasadora en Estados Unidos? ¿Qué papel ha tenido en los años de aranceles?
La pusimos en marcha de forma exitosa teniendo en cuenta que todo el proceso se hizo durante la pandemia, lo cual lo complicó todo muchísimo. El año pasado ya fue de consolidación y este año pensamos será un buen año. En Estados Unidos estamos por encima de las 20.000 toneladas de aceites envasados.
Polémica por mezclas
¿Cómo valora lo ocurrido con su marca La Andaluza, en la que mezclaban oliva y girasol y que fue retirada del mercado tras varias semanas de comercialización?
Se han publicado cosas falsas e injustas. El producto es absolutamente legal desde el punto de vista de contenido y etiquetado. Un producto que daba respuesta a las demandas de algunos distribuidores importantes de este país. Nosotros lo que hicimos fue cubrir esa demanda de la distribución con un producto de calidad, con un 60% de aceite de oliva y el resto fundamentalmente girasol de alto contenido en ácido oleico y perfectamente etiquetado. Pero se ha formado un gran revuelo. Yo diría que injusto, porque la distribución perseguía un producto intermedio entre oliva y semillas en calidad y precio, de forma que se ayudase a las familias en un momento complicado de inflación. Pero la cadena de valor del aceite no lo ha entendido bien. No somos una empresa que busque la polémica. No hemos tenido problemas en sentarnos con los operadores de la cadena y, ante el consenso de que era mejor en España no trabajar este producto, cesar en la comercialización. Nadie más va a comprar ni vender este producto en España, y nosotros nos sumamos a la mayoría. Aunque es un producto que se vende en todos los demás países del mundo, y que tiene la virtud de que en zonas del Mediterráneo donde está cayendo el consumo de aceite de oliva, con una penetración en los hogares que ha bajado un 15% en los últimos años, retiene consumidores; y en países donde el consumo no es tradicional introduce el aceite oliva con un precio y con un sabor más suave para paladares que no están acostumbrados a la gastronomía mediterránea.
"La Andaluza era una demanda de la distribución, pero ante la polémica ha habido consenso en que es mejor no trabajar ese producto en España"
¿Se plantean alianzas, adquisiciones o aumentar su peso en Deoleo?
Son momentos difíciles para tomar decisiones de calado, Es un momento coyunturalmente complicado y las empresas no tienen la foto de su realidad económica ajustada a la realidad, sino que está condicionada por los precios y la baja disponibilidad. No son los mejores momentos para esos planteamientos.
Jaén
Tienen importantes intereses en Jaén, principal provincia productora. ¿Cree que el sector productor allí está evolucionando a un ritmo adecuado para adaptarse a las nueva situación?
Se está moviendo. Acesur quiere ser un estímulo. Estamos invirtiendo de forma muy intensa en nuestras plantas de Jaén, con 120 millones desde 2002. Más de dos tercios de la plantilla del grupo está en Jaén, y el proyecto de Jabalquinto va más allá de una almazara. Queremos que sea referente de oleoturismo y de circularidad. El olivar jienense está evolucionando, aunque la orografía no es la más fácil de transformar. Nosotros gestionamos 750 hectáreas y estamos transformando unas 200, todo lo que es transformable por la pendiente y las características. Igual están haciendo otros grandes agricultores, que están sustituyendo olivares tradicionales por super intensivo o intensivo mecanizable. Está claro que hay un problema de productividad, de mano de obra, de economía. Porque la productividad es mucho más alta en los olivares modernos y el coste de gestión mucho más bajo.

De la experiencia de su nueva almazara de Jabalquinto, ¿Cómo está mejorando la tecnología el aceite?
Desde el punto de vista del diseño, es una almazara de referencia e impulso de la producción de aceite en Jaén. Que se convierta Jaén en La Rioja de los aceites. La idea es que otros nos sigan los pasos y se abran nuevas almazaras, y contribuyan a dotar a Jaén de más atractivo. Es una provincia maravillosa por sus parques naturales y su inmenso olivar. Desde el punto de vista del oleoturismo es interesante. Por sus equipamientos y maquinaria es una almazara de Jaén para los jiennenses: desde el arquitecto a la empresa constructora o la maquinaria de Pieralisi, que tiene instalaciones en Jaén. Está localizada en el centro neurálgico Jaén, y queremos potenciar allí la variedad picual de Jaén. Una almazara de Jaén, para Jaén, con la gente de Jaén y para el bien y el desarrollo de Jaén. Está completamente automatizada, lo más moderno que existe incluso en la descarga y lavadoras. No se ha escatimado en costes para tener lo mejor.
Innovación y tradición
¿En qué está trabajando su departamento de I+D?
No paramos de inventar (ríe). Salsas específicas para clientes de distintos mercados, aceites específicos para distintos clientes como cadenas de fast food, Popeyes o Burger King y este tipo de clientes, en España y en el extranjero, para sus necesidades específicas. Lo último es un spray con una combinación de aceites para freidoras de aire tras muchos meses de estudio y pruebas hasta dar con las proporciones justas.
Gestionan un 15% del alpeorujo de Jaén. ¿Cuál es el futuro de este subproducto, con el auge de la economía circular, el interés de grandes productores de biocombustibles por biomasa …?
Se está valorizando mucho la biomasa, tanto el orujillo como el hueso. Somos extractores también y el aceite de orujo está recuperando peso y prestigio perdido a principios de los años 2000 por errores de gestión y comunicación política. La gente empieza a recuperar la credibilidad de la mano de la interprofesional, que está haciendo un trabajo excelente.
"Se está valorizando mucho la biomasa, tanto el orujillo como el hueso"
Hablamos de tecnología, de innovación … ¿Está el alma de su compañía en Hacienda Guzmán?
Ahí está la sede de nuestra fundación, que persigue que perduren los valores del aceite de oliva, el conocimiento de un mundo del olivar que perdura en muchos pueblos y que no queremos que se pierda. Ahí se puede conocer desde la almazara más moderna hasta una del siglo XVII que funciona perfectamente, un museo de olivos vivos, hacemos infinidad de cursos para escolares, que aprendan lo que es el aceite para la cultura andaluza … Hemos conseguido incluso que haya una asignatura optativa pero que aporta créditos al alumno en el colegio sobre el olivar.
Otros empresarios, CEUSR, le acaban de dar un premio como embajador del Sur de España. ¿Qué representa para usted y para Acesur? ¿Es el aceite un buen embajador en el mundo de lo que son capaces de hacer las empresas andaluzas?
El premio fue una sorpresa y un honor, un reconocimiento personal de otros emprendedores. Como embajador tiene sentido porque el aceite es un producto en el que España es líder absoluto a nivel mundial. Uno de los pocos. Y desde Acesur es un honor estar liderando la exportación española de este producto.