
La empresa de restauración colectiva Grupo Mediterránea cerró 2022 con una facturación de 260 millones de euros, lo que supone un incremento del 15% en comparación con los 225 millones registrados en 2019, justo antes del inicio de la pandemia.
Estos buenos resultados, según la compañía, se explican gracias a su capacidad para mantener su cartera de clientes y la adjudicación de nuevos contratos, especialmente en centros educativos, pero también en hospitales y entornos corporativos. Así, en 2022, el grupo aumentó su cartera un 10%, con la incorporación de cerca de 150 nuevos centros, lo que eleva la cifra total de su porfolio por encima de los 1.300.
En paralelo, la empresa registró un aumento de plantilla del 10%, pasando de los 10.400 empleados en 2021 a cerca de 11.500 a finales de 2022, con lo que supera ya la media de 250.000 comidas servidas al día. Como objetivo del próximo año, la empresa prevé incrementar su facturación un 15%, lo que supondría unos ingresos aproximados de 300 millones de euros.
Además de consolidar su posición en el sector educativo, durante el pasado ejercicio, la firma incorporó 28 nuevos centros sociosanitarios en la ciudad de Zaragoza, además de empezar a operar en Portugal, donde prestará sus servicios en más de 40 centros educativos y hospitalarios, con una previsión de 14.600 menús diarios, posicionando al país vecino como el tercero de su red internacional tras Chile y Perú.
"Los sólidos resultados que hemos registrado responden al excelente trabajo que han realizado nuestros equipos. Gracias a ellos nos hemos sobrepuesto a las dificultades que han surgido a lo largo de este año, como es el caso de la presión inflacionista, el encarecimiento de los costes de producción o los problemas en la cadena de suministro. Sin su esfuerzo y dedicación diaria este gran desempeño no habría sido posible", apunta Mario Muñoz, director general de Grupo Mediterránea.