
Grupo Marqués del Atrio ha ampliado su portfolio con dos nuevas referencias, Doña Isabella Rosé y Doña Isabella Garnacha Tino, en las que ha apostado por uva de la variedad garnacha. Dos nuevos vinos que se suman a los más de 50 que produce y con los que recupera esta referencia, que dejó de embotellarse hace 30 años.
Estos dos nuevos vinos de Grupo Marqués del Atrio, fundado en 1899 por la familiar Rivero, están elaborados al 100% con uva de la variedad garnacha cosechada y seleccionada a mano, de excelente calidad y procedente de viñas viejas enclavadas en parajes próximos a Corella, sur de Navarra, entre el valle del Ebro, Aragón y La Rioja, y con levaduras autóctonas. Una Denominación de Origen Protegida (DOP) en la que el grupo confía en aumentar su presencia.
Doña Isabella vuelve así al mercado -se comercializa para el canal horeca, ecommerce y gran distribución-, con la recuperación de esta referencia y lo hace con un diseño rejuvenecido para atraer a los paladares más jóvenes.
En concreto, Doña Isabella Rosé es un vino rosa vivo con matices naranjas, pálidos y brillantes. Su aroma se caracteriza por ser limpio y fresco, recordando el pomelo rosa con pequeños toques de frutos rojos sobre fondo floral y mezclado con notas minerales y cítricas.
En el paladar, se diferencia por ser armonioso, suave y sedoso, así como por su tanino dulce, pulido y refinado. Además, se aprecian recuerdos dulces y matices florales. Es un vino que marida a la perfección con ensaladas, pastas, arroces, carnes blancas, pescados y mariscos, aparte de poderse tomar con un aperitivo.
"Llevábamos tiempo queriendo elaborar un rosado que respondiese a esta tendencia de vinos provenzales, ligeros, frescos... pero no queríamos hacer un rosado cualquiera", ha afirmado Jorge Rivero, director de comercial del grupo Marqués del Atrio y miembro de la quinta generación al frente del grupo.
Además, ha añadido que "queríamos poner en valor la variedad garnacha, que nos permite hacer este rosado de la calidad que queremos. Le da un punto de golosidad que lo hace un vino fácil de beber, amable".
La importancia de Doña Isabella Rosé no solo radica en la recuperación de la regencia. Es "toda una apuesta del grupo bodeguero por la DOP Navarra", añaden. Además, se rinde homenaje a la gama de vinos rosados de la zona, muy reconocidos y elaborados a través de la técnica del sangrado para garantizar una mayor calidad.
Es un método muy puro, ya que se procede a la extracción del mosto en el momento en el que la uva lleva muy poco tiempo fermentando. Además, primero se seleccionan las mejores uvas, que se dejan macerar (maceración prefermentativa) en un depósito en frío durante cuatro horas. Pasado ese tiempo, se sangra. Es decir, se abre el grifo de la parte inferior para que el mosto rosado fluya por la gravedad. También se realiza un desmangado estático a baja temperatura para, a continuación, trasegar los claros y comenzar con la fermentación a entre 15 y 18 grados centígrados.
Tras la finalización de la fermentación alcohólica, se realizan battonages periódicos. Esta técnica consiste en empujar las líneas en suspensión, removiendo el vino para explotar sus propiedades y dar volumen en boca. El proceso finaliza con el clarificado, filtrado y embotellado del vino para reposar durante, a menos, dos meses antes de salir al mercado. El vino adquiere así un rosado muy provenzal, seco y refrescante, exquisito, pero sin complicaciones.
Un tinto brillante
Grupo Marqués del Atrio también ha lanzado Doña Isabela Garnacha Tinto. Este vino es brillante a la vista, además de tener un color rojo violáceo intenso, con aroma a frutos rojos ensamblados con notas a café torrefacto tras su fermentación en barrica durante tres meses.
En el paladar, destaca por su final dulce con ligeros matices florales que, para potenciarlos, han sido objeto de remontados diarios para extraer color, taninos y aromas de las uvas.
Una vez fermentado, el vino se trasiega a barricas de roble en las que permanece unos tres meses para pasar a continuación a una segunda fermentación maloláctica, que es lo que le aporta ese redondeado en boca, un cuerpo con más presencia y unos sutiles matices tostados.
El Doña Isabella Garnacha Tino marida con estofados, guisos, cordero, asados y barbacoas con carne roja, así como con aperitivos como el queso de oveja.