Portugal eliminará el IVA a una cesta de productos básicos, una iniciativa que se vinculará con la negociación que ultima el Gobierno con productores y distribución. Su ministro de Finanzas, Fernando Medina, cifró en unos 400 millones de euros el impacto de la medida.
El Gobierno, afirmó Medina, negocia con la "genuina voluntad de llegar a acuerdos" y con la "conciencia de que sólo estas tres partes trabajando en conjunto" pueden lograr un consenso que "puede repercutir en los precios y asegurar la estabilidad de la evolución en una gama de productos fundamentales".
"Esperamos celebrar el acuerdo lo más rápidamente posible", añadió el titular de Finanzas, que explicó en rueda de prensa un paquete de medidas por 2.500 millones de euros para ayudar a familias vulnerables y mejorar los salarios de los empleados públicos.
La eliminación del IVA, apuntó el ministro, entraría en vigor en abril y se prolongaría hasta octubre, y se destinaría a una cesta "con los productos más consumidos por los portugueses", que no detalló. El anuncio ha sido acogido con escepticismo por la oposición, que ha recordado al Gobierno que apenas hace unos días descartaba eliminar el IVA de los alimentos básicos.
Desde el conservador Partido Social Demócrata, Joaquim Miranda Sarmento denunciaba hoy que el Gobierno "perpetúa la pobreza de los portugueses" con una medida que "en España no ha llevado a la caída de los precios".
Para Pedro Filipe Soares, del Bloque de Izquierda, el Ejecutivo "juega con la desesperación de las familias" porque tenía "una almohada financiera" con la fortaleza de las cuentas públicas y no la ha utilizado hasta ahora en una demostración de su "ineficacia".
"El mismo ministro que reconocía que bajar el IVA sin control de precios no tendría el impacto esperado", anuncia ahora IVA cero, recordaba Soares, convencido de que "sólo el control de precios garantiza que no vuelva a ocurrir".
Apoyo a familias vulnerables
El nuevo plan de choque anunciado por el Gobierno para frenar el impacto de la inflación en los bolsillos de los portugueses incluye apoyo a familias vulnerables y mejoras para los funcionarios.
Las medidas se anuncian en un contexto de crispación social que ha ido progresivamente en aumento desde que comenzó el año por el impacto de la inflación, que cerró febrero por encima del 8%, arrastrada por los bienes alimentarios en Portugal, que subieron un 20,1 %. El plan ha sido posible por "los resultados alcanzados por el país" el pasado año, apuntó la ministra de Presidencia, Mariana Vieira da Silva.
El anuncio se produjo poco después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmara que el déficit de las Administraciones Públicas concluyó 2022 en un 0,4% del PIB, un punto por debajo de las últimas estimaciones del Gobierno y la segunda mejor cifra desde que llegó la democracia a Portugal.
En números absolutos, el déficit se situó por debajo de los 950 millones de euros, unos 3.500 millones menos de las previsiones del Ejecutivo.