Los altos costes de producción, las pérdidas registradas por la meteorología y el mantenimiento de los precios de venta dificultan la continuidad de estos agricultores para los que UAGA pide ayudas directas para estos productores que, además, realizan venta directa y de proximidad.
La actividad de los hortelanos en el municipio de Zaragoza y sus alrededores registró pérdidas de 3.000 euros por hectárea en 2022, lo que está poniendo en jaque la continuidad de la actividad de este grupo de aproximadamente 50 profesionales, que producen hortalizas de temporada y de calidad y mantienen una actividad tradicional en la huerta de Zaragoza y alrededores, favoreciendo la continuidad de cultivos como la borraja y cardo, variedades propias del Valle del Ebro.
Los hortelanos han tenido que afrontar la subida desorbitada en los precios de los plantones, de los fertilizantes, de la energía o de los plástico, entre otros. Esto ha provocado que el coste medio de la preparación de 1 hectárea de hortaliza (abonar, labrar y plantar) se haya duplicado en el último año, superando los 4.000 euros. Esta cifra todavía es mayor si se tiene en cuenta el riego por goteo o en las plantaciones dentro de invernadero.
De este modo, tienen que asumir un coste importante en cada explotación, que tiene una media de entre 6 y 8 hectáreas productivas, aunque no disponen del respaldo de un contrato de compra al realizar venta directa.
Por ejemplo, en el cultivo de la acelga, el coste por hectárea es de unos 200 euros en labores y riegos, 1.350 euros en fertilizantes, 2.000 euros para planta, 500 euros para fitosanitarios y 2.500 euros para recolección, teniendo en cuenta que muchos hortelanos tienen contratados trabajadores. En total, son 6.550 euros de coste por hectárea, aunque todavía quedaría contemplar el gasto en transporte, los desplazamientos diarios a Mercazaragoza y tiendas locales y el trabajo del propio hortelano.
Por el contrario, los precios de las hortalizas se han mantenido prácticamente igual que antes de la escalada de insumos. De este modo, los productores han visto escasamente incrementados sus ingresos. Por ejemplo, en el caso de la acelga, perciben entre 0,30 y 0,40 euros por kilo, cantidad insuficiente para contrarrestar el aumento de costes.
El alza de los costes no es el único problema de estos productores que, además, hacen venta directa y cultivan hortaliza al aire libre, disponiendo solo en algunos casos de invernadero como apoyo a las producciones más sensibles. Esto hace que queden expuestos a las alteraciones del clima como las duras heladas de principios de abril de 2022 y las sucesivas olas de calor posteriores. A todo ello se sumaron las escasas reservas hídricas de la margen derecha que imposibilitaron regar todo lo necesario, mermando aún más la producción.
Desde UAGA se está denunciando su situación porque, además, hay profesionales y sectores que han quedado fuera de las medidas económicas aprobadas por la administración para paliar los efectos de la guerra en Ucrania y este grupo de hortelanos está fuera de la PAC, requisito para recibir las ayudas destinadas, por ejemplo, a los fertilizantes que fueron anunciadas el pasado 31 de enero por el Ministerio de Agricultura.
Unos motivos por los que UAGA ha solicitado al Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón que se destinen ayudas directas a estos agricultores para que puedan continuar con su actividad. Según explican desde la organización agraria, estos productores continúan en activo a costa de su salario, ya que con las ventas cubren los gastos, pero se quedan sin margen de beneficio.