
La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, considera que no se garantizará la renta de los agricultores y se pondrá en riesgo la viabilidad de las explotaciones en caso de heladas ante la reiterada rebaja de los kilos de producción en las pólizas de seguros de fruta y el aumento de las franquicias.
Estos son los principales efectos que UAGA-COAG denuncia ante las líneas de cobertura para las producciones frutícolas presentadas por Agroseguro para este año. "Son bastante inseguras", afirman desde la organización agraria, ya que no se garantiza la renta de los agricultores en caso de tener pérdidas importantes por culpa de la meteorología.
Los agricultores consideran que las nuevas condiciones del seguro agrario les castigarán por partida doble. En primer lugar, por las heladas, que conllevan una importante reducción en la producción asegurable y, en segundo lugar, por el sistema de seguros que, dada la repetición en la comunicación de siniestros, aumenta la penalización a la hora de contratar la nueva póliza.
De acuerdo con los datos facilitados por UAGA relativos a la contratación de un seguro de cereza (Mod. 2 seguro explotación), un agricultor que el año pasado aseguró 9.585 kilos por hectárea y pagó 1.905,57 euros, con un garantizado del 70% para helada y el resto de adversidades climáticas, solo podría asegurar este año 1.538 kilos por hectárea, pagando 328,10 euros y con un garantizado del 50%.
Con estas condiciones, el agricultor solo tendría asegurados para helada y resto de adversidades la cifra de 769 kilos por hectárea en toda su explotación. Y solo en caso de tener menos producción cobraría la diferencia hasta esos 769 kilos.
Si Agroseguro, en 2023, le reconociera siniestro total en cereza, el agricultor cobraría solo 1.255,24 euros. Además, si a la indemnización se descuenta el importe del seguro, se quedaría con un único ingreso proveniente de las cerezas de 927,14 euros.
Necesidad de cambios
UAGA incide en que no se puede permitir que los seguros se enfoquen exclusivamente a que no haya desviación entre el pago de la prima y la siniestralidad. En este sentido, inciden en que la contratación de una póliza de seguro es para permitir que, en caso de siniestro, el agricultor pueda continuar con su actividad.
De este modo, añade la organización agraria, el seguro debe facilitar la declaración de la producción real de una parcela, no unos rendimientos de cosecha rebajados por culpa de la siniestralidad.
En los últimos años, los fruticultores en Aragón se han visto afectados por las inclemencias meteorológicas en forma de heladas, pedrisco y mal cuajado, lo que ha afectado especialmente a zonas como la Comarca de Calatayud.
Tan solo en 2022, durante la primera semana de abril, se registraron fuertes heladas en todo el territorio de Aragón, sobre todo, en el Valle del Ebro. En consecuencia, se perdió más del 80% de la cosecha esperada en fruta de hueso y almendra con la consecuente puesta en riesgo económico de explotaciones familiares, cooperativas y almacenes comercializadores.
Desde UAGA inciden así en la necesidad de reorientar el funcionamiento del sistema público de seguros agrarios ENESA para que sirva para indemnizar en caso de que se produzcan daños por culpa de la meteorología, en lugar de responder solo al desafío climático sufrido por los agricultores con aumentos de la partida presupuestaria por parte de las administraciones públicas para apoyar las líneas de contratación en leñosos (fruta, frutos secos y viña) o con ayudas directas.
En la actualidad, UAGA está recopilando datos de las afecciones de estas medidas en las diferentes comarcas con el fin de trasladar sus inquietudes al Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón como al Ministerio de Agricultura.