
El especialista en restauración colectiva Sodexo cerró el ejercicio 2021 (31 de agosto) con un 13% menos de ingresos y pérdidas por valor de 15,5 millones. La vuelta a las oficinas marcó su recuperación.
¿En qué situación cerrará este ejercicio Sodexo Iberia?
El 2021 fue nuestro annus horribilis, con un impacto evidente del coronavirus sobre un ejercicio fiscal en el que se asentaron las secuelas brutales de la pandemia en 2020 sobre nuestro sector. También arrancó una recuperación que se ha consolidado en el ejercicio que finalizó el 31 de agosto. Aunque no podemos adelantar resultados y a pesar de que nuestros márgenes no acaban de recuperarse, sabemos que creceremos a doble dígito. Este ritmo crecimiento, que no representa lo que ha pasado en el sector, creemos que se mantendrá en 2023.
¿Qué factores les han ayudado a recuperarse mejor?
Dos relacionados con las estrategias lanzadas en el pasado. El primero, es que desde hace años estamos muy enfocados en el sector privado frente a otros operadores que se han dedicado más a lo público. Por otro lado, nos hemos centrado en el negocio de la restauración en grandes centros corporativos.
Los trabajadores han vuelto a sus puestos pero, ¿qué impacto ha tenido el teletrabajo en su negocio?
El teletrabajo nos ha destrozado. Nos obligó a reinventarnos, pero tuvimos la capacidad de reaccionar y generar marcas y soluciones que nos han ayudado a recuperarnos. También ha influido el hecho de contar con una reputación muy importante porque hemos sabido aportar valor añadido a nuestras ofertas más allá del precio.
¿Qué ejemplos de reinvención podría mencionar?
En 2022 nuestros clientes nos plantearon que les gustaría que sus empleados volvieran de manera voluntaria a las oficinas. Ahí aportamos nuestra idea de generación de espacios colaborativos y agradables donde apetece volver a trabajar porque, además de encontrarse con sus colegas o reunirse con sus líderes, los empleados pueden disfrutar de momentos de ocio y potenciar el trabajo en equipo. A esto añadimos una restauración diferenciada que potencia la salud, esa que se demanda cada vez más a mediodía. La gente a lo mejor solo quiere un plato o una oferta vegana. La salud ha cobrado especial importancia tras la pandemia. También aportamos delivery corporativo desde nuestras cocinas centrales, porque hay empresas sin instalaciones que quieren dar una oferta de calidad a sus empleados.
¿Hacia dónde se dirige la demanda del cliente corporativo?
El cliente quiere huir de los fritos y de los procesados. Busca comida elaborada por nosotros mismos con ingredientes y materias primas de calidad y saludables.
¿Cómo han afrontado el incremento de costes de su actividad?
Tras la pandemia, Ómicron o Filomena llegó esta subida de precios que nos afectó muchísimo. Pero el 80% de nuestros clientes nos han apoyado en política de precios ayudando a que ese impacto haya sido menor en el terreno de la alimentación. Entendieron que debíamos subir precios para no bajar la calidad ni los gramajes, algo en lo que nunca vamos a entrar.
¿Y la factura energética?
En nuestra línea de facility management, ya antes de la pandemia, empezamos a trabajar en sistemas de eficiencia energética que hemos aplicado al resto del negocio. Estamos tratando de ser más eficientes en nuestras oficinas, pero también en las de los clientes donde operamos. Es algo que nos ha ayudado a mejorar en eficiencia en los más de 600 clientes con los que trabajos. Por otra parte, gracias a los volúmenes que manejamos hemos podido negociar nuestras tarifas.
¿Qué esperan de la inflación en el presente ejercicio?
Esto no ha terminado y seguimos en la misma situación, con niveles de inflación tremendos para lo que eran nuestras expectativas. Pensamos que los precios han venido para quedarse y que no habrá grandes cambios. Tenemos que configurar nuestro esquema de futuro en base a la situación actual, sin descartar quizás una ligera mejora. A pesar de eso, nuestro crecimiento va a ser de dos dígitos en 2023 porque estamos creciendo mucho con nuevos clientes además de presentar unos ratios de retención de los existentes muy altos.
¿Qué sector presenta mayor potencial en sus planes de expansión?
Además de las universidades, que han recuperado las clases presenciales y a los alumnos de forma masiva, también estamos poniendo especial foco en las residencias de seniors, un sector en pleno desarrollo, así como en las cafeterías de hospitales que, aunque no han recuperado del todo la afluencia a niveles prepandemia, para nosotros es muy importante. Y, por supuesto, seguiremos muy enfocados en las empresas.
Este enfoque, ¿estará centrado en la expansión de su proyecto de restauración Sodexo InGreen?
Tenemos cada vez más restaurantes que han implantado modelos de residuo cero y compras a proveedores locales. Es un modelo más caro, pero con una demanda creciente desde las propias empresas. En estos momentos creo que somos la única empresa capaz de ofrecer este tipo de servicio 360 tan importante para la retención del talento en las compañías. Va a ser un modelo que se va a replicar en multitud de clientes en este ejercicio.
A pesar de ser más caro, este modelo también aporta ahorro a las empresas, ¿no es así?
Efectivamente. En las empresas con este modelo, y en otras, desarrollamos el proceso denominado Waste Watch con el que tratamos de que no sobre comida y producir solo la necesaria. Para conseguirlo, aplicamos a toda la cadena herramientas tecnológicas, algunas de desarrollo interno. Desde nuestros equipos de Food Intelligence, que diseñan los menús; pasando por los de Compras, que hacen pedidos en función de unos gramajes concretos; hasta llegar al sistema de Producción, que sabe exactamente cada día a cuántos comensales van a tener que dar de comer. Es uno de nuestros proyectos estrella para este año.