Bruselas
De nuevo, un español aspira a llevar las riendas del Eurogrupo durante los próximos dos años y medio. La presentación de candidaturas para liderar la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro terminaba este viernes con nuevos aspirantes a disputarle el cargo a su actual presidente, Paschal Donohoe. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, hará un intento por liderar las negociaciones de los ministros de Economía y Finanzas del euro, un organismo clave durante la crisis financiera de 2008.
"Presento mi candidatura a presidir el Eurogrupo", ha anunciado Cuerpo en la red social X este viernes. "Un paso al frente para dar impulso renovado a una institución que debe jugar un papel clave en la agenda política europea y lograr resultados tangibles en materia de crecimiento, competitividad, estado de bienestar e integración".
En las últimas semanas, el nombre de Cuerpo ha trascendido los rumores como posible aspirante a liderar la reunión de los veinte países de la moneda única. El siempre discreto ministro de Economía comentaba que era "prematuro" confirmar si se postularía, si bien reconocía abiertamente contar con el respaldo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Al tiempo, Cuerpo se ha ido posicionando vocal sobre cómo encauzar el nuevo mandato del Eurogrupo con un rol reforzado a nivel internacional. En una carta conjunta, suscrita también por las grandes economías del euro, Italia, Francia, Alemania y Países Bajos, llamaban a "redefinir el futuro del organismo", dotar de una mayor relevancia a estas reuniones y avanzar en la unión de mercados de capitales. Un mensaje que reclama más dinamismo frente al mandato del irlandés y que, si bien no puede leerse como un respaldo explícito a la candidatura de español, sí puede interpretarse como una perspectiva alineada que le abra la puerta a ganarse el favor de sus homólogos del euro.
La carrera está abierta para capitanear el organismo contra Paschal Donohoe. Tras dos mandatos consecutivos de dos años y medio, el irlandés dejaba claro desde un inicio su intención de revalidar en el cargo. Lo hacía también ante la tentativa de otro ministro de Finanzas socialista, el lituano Rimantas Šadžius, que finalmente ha confirmado también sus aspiraciones.
Tanto el lituano como el español habrían sondeado a sus colegas en las últimas semanas en un intento por dilucidar si formalizar su candidatura antes del plazo de este viernes. Por determinar si recabarían los apoyos que dieran sentido a dar ese paso adelante.
Este proceso continuará con la votación de los ministros de Economía en la reunión del Eurogrupo del próximo 7 de julio en la que se dilucidará quien llevará las riendas del Eurogrupo a partir de agosto. La aritmética de este tipo de votaciones se aleja de la tradicional disciplina de voto de partido, sin embargo, no ayuda a los dos candidatos socialistas que el grueso de gobiernos del euro estén en manos de gobiernos conservadores.
Al español le precedía la buena reputación recabada como negociador de expedientes legislativos tan complejos como la revisión de las reglas fiscales durante la presidencia española del Consejo de la UE en 2023. Su papel de equilibrista quedó plasmado tras lograr un acuerdo entre los distantes países frugales y del sur de Europa, con su tradicional choque entre disciplina fiscal y flexibilidad.
El organismo atraviesa un momento de transformación, la geopolítica internacional obliga a los países del euro a dar un paso adelante, a retomar un papel de relevancia e influencia en un momento en el que la deriva de la economía mundial no crea sino desasosiego.
Entre los altos cargos comunitarios de apetencia para candidatos españoles, la presidencia del Eurogrupo es un habitual. Se ha convertido en una suerte de trampolín para que los españoles hagan maniobras de reconocimiento y prospección en el entramado comunitario que les permita dar un paso hacia alguna cúpula de una institución europea.
Es una senda ya transitada por la actual presidenta del BEI, Nadia Calviño. Hizo su intento por liderar las conversaciones de los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro en 2020. Una carrera que perdió en favor de su actual presidente, Donohoe. Hizo lo propio, con un resultado similar, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos. Una andadura que perdió frente al socialista Jeroem Dijsselbloem en 2015.
Nuevo rol del Eurogrupo
Ciertamente, no es que el hecho de que las instituciones europeas cuenten con una relevante presencia de españoles en sus altas esferas vaya a contribuir al éxito de la candidatura de Cuerpo. Más bien al contrario, podría jugar en su contra en tanto que la UE debe contar con cierto equilibrio representativo entre Estados miembro en los altos cargos institucionales.
El Eurogrupo, al mismo tiempo, se encuentra en un punto de inflexión. Las arduas negociaciones de la crisis económica se han ido diluyendo y, en paralelo, su rol ha ido quedando en un lugar secundario. Una situación que España y los grandes países del euro han pedido cambiar. Cuerpo defiende avanzar en un proyecto común del que el Eurogrupo puede ser palanca.
Por otro lado, el ministro de Economía considera que el escenario geopolítico actual exige abordar de manera urgente, ágil y con ambición, la agenda política europea, en cuya definición el Eurogrupo juega un papel crítico, han indicado desde el ministerio de Economía. Ese nuevo impulso permitiría avanzar en crecimiento, en el refuerzo del estado del bienestar y la integración entre los países de la eurozona: la agenda para el impulso de la competitividad, la profundización de la Unión de Ahorros e Inversiones para avanzar en el Mercado Único europeo y el refuerzo del papel internacional del euro, así como la estabilidad financiera y la responsabilidad fiscal.