Bruselas
La guerra en Ucrania, las tensiones en Oriente Medio y el cambio de mandos en Estados Unidos arrojan incertidumbre sobre las perspectivas económicas de los países del euro. El Eurogrupo, la reunión de ministros de estos Veinte países de la moneda única, se dispone a votar su presidencia. En este escenario, España, junto con Francia, Alemania, Italia y Países Bajos piden fortalecer el papel de este organismo ante desafíos como la unión de mercado de capitales o la unión bancaria.
La carta delineando las peticiones de los cinco Estados miembro, cuatro de ellos las principales economías del euro, llega en un momento en el que el Eurogrupo podría redefinir su futuro. El mandato del actual presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, termina en julio. Si bien el irlandés está interesado en revalidar en el cargo, todo apunta a que tendrá que enfrentarse al ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, cuyo nombre suena como posible aspirante a sustituirle.
La presentación de candidaturas para liderar el Eurogrupo se abre este jueves y termina el 27 de junio. Será el próximo 7 de julio, en la siguiente reunión del Eurogrupo, cuando se produzca la votación entre los Estados miembro. Cuerpo suena entre los nombres que podrían presentarse, aunque todavía no ha confirmado su candidatura. Sí ha confirmado su intención de revalidar en el puesto Donohoe, para un nuevo mandato de dos años y medio, tras dos mandatos consecutivos.
"El mandato del próximo presidente del Eurogrupo comenzará en un momento crítico, tanto desde el punto de vista macroeconómico como geopolítico. Por tanto, el Eurogrupo debe estar a la altura de estos nuevos retos basándose en su fortaleza", dicen los cinco Estados miembro en su escrito, al que ha tenido acceso El Economista.
La carta apunta a que dadas las turbulencias financieras, la reunión de los Veinte "tendrían un mayor impacto" si se limitaran los temas a aquellos "con implicaciones políticas fuertes". Las prioridades a las que se refieren son la unión de mercados de capitales, bautizada ahora como Unión de Ahorro e Inversiones, el euro digital, la unión bancaria o otros temas como la evolución de los tipos de cambio e impulsar la competitividad de la economía europea.
"El Eurogrupo debería centrarse en implementar las medidas necesarias, reformas estructurales e inversiones para reforzar el crecimiento económico y mejorar la sostenibilidad de la deuda", añaden los cinco países en su escrito.
Las cuatro grandes economías del euro junto con Países Bajos han redactado una carta, en la que piden "fortalecer la eficiencia del Eurogrupo en dos direcciones". Por un lado, "fomentando debates bien informados sobre las prioridades comunes y garantizando una cooperación eficaz con el Ecofin" y, en segundo lugar, "centrando el programa de trabajo del Eurogrupo en las cuestiones que más repercuten en los Estados miembros de la zona del euro" como el crecimiento económico o el apoyo a la competitividad de la Unión Monetaria.
Es cierto que en los años de la crisis económica y posteriores, las reuniones del Eurogrupo tenían un peso fundamental en las decisiones económicas de los países del euro. Sin embargo, las turbulencias financieras fueron quedando atrás y también la relevancia de estos encuentros, pasando todo el peso a las reuniones ampliadas de los ministros de Economía de los Veintisiete.
Es por ello, que en el escrito estos cinco Estados miembro reclaman un Eurogrupo "más ágil", que sea capaz de identificar "las áreas políticas en las que las condiciones externas puedan debilitar a la unión monetaria" al tiempo que se dedica que abarca la postura fiscal y la vigilancia fiscal de los Estados miembro.