
Los Hermès son una de las dinastías más importantes del mundo. Tras los Walton, Mars, Koch y Al Saud se encuentra esta familia francesa, compuesta originalmente por protestantes alemanes, que aglutina una fortuna estimada en 94.600 millones de dólares, según Bloomberg. Y gran parte de esa culpa, por no decir toda, la tiene Thierry Hermès, su fundador.
Thierry Hermès (1801-1878) creó la empresa en 1837 como un taller de arneses a medida y orientado también a la fabricación de ropa para montar a caballo, con el fin de abastecer a los nobles europeos. En él, la primera generación de los Hermès tardó varios años en crear diseños originales, pero los resultados no tardaron en llegar: en primer lugar, en 1855, llegó a obtener el primer puesto en la Exposición de París; y en segundo lugar, Thierry fue premiado con la Medalla de Primera Clase en la Exposición Universal de 1867.
La segunda generación llegó de la mano de Charles-Èmile Hermès (1835-1919). Hijo de Thierry, este empresario heredó la gerencia de la empresa y en 1880 mudó la tienda ubicada originalmente en el barrio Grands Boulevards de París a un sector cercano al Palacio del Elíseo. Aquí fue donde introdujo las sillas de montar y comenzó a vender sus productos al por menor. Con la ayuda de sus hijos -Adolphe y Èmile-Maurice- se convirtieron más adelante en la proveedora de las élites europea, norteamericana, norteafricana, rusa y asiática.
La tercera generación de los Hermès corresponde a Adolphe Hermès (1860-1933) y Èmile-Maurice Hermès (1871-1951), hijos de Charles-Èmile y nietos del fundador. Ambos cogieron las riendas de la empresa familiar en 1902, convirtiéndose en presidentes conjuntos, aunque Adolphe duró menos en el cargo. Durante ese reinado, Èmile-Maurice proveyó de sillas de montar al zar de Rusia, y al poco tiempo obtuvo los derechos exclusivos para utilizar los novedosos cierres de cremallera en sus artículos de cuero y prendas de vestir. De hecho, se convirtió en el primero en usar esa tecnología en Francia.
Esa etapa fue bastante productiva para la empresa. En 1922 introdujo el primer bolso femenino de cuero. En 1925, Hermès creó una chaqueta de golf, la primera prenda para hombres. Poco después, para completar el círculo, Hermès introdujo las joyas en 1927, seguidas de los relojes y las sandalias en 1928. Sin duda, eran tiempos de bonanza para la compañía, con casi 80 empleados.
Èmile-Maurice tuvo cuatro hijas, pero el peso de la compañía recayó en uno de sus yernos, Robert Dumas (1938-2010), que cogió el testigo de Èmile-Maurice en 1951. Él fue el responsable de algunos de los éxitos más significativos de la maison, entre los que se incluyen el primer carré de seda, el futuro bolso Kelly, en homenaje a la princesa de Mónaco, y el brazalete Chaîne d'ancre, que diseñó al observar los barcos amarrados en Normandía.
Técnicamente, Robert se convirtió en el primer hombre en liderar la compañía sin ser descendiente directo del Hermès original, aunque incorporó este apellido al suyo en la forma: Dumas-Hermès. Durante 1950, la empresa adquirió su logotipo del carruaje con el caballo y comenzó a entregar sus productos en las ahora representativas cajas anaranjadas, aunque particularmente estaba interesado en el diseño de los pañuelos de seda, un accesorio que tuvo su boom en años anteriores, cuando en 1937 se dedicó una planta dedicada exclusivamente a la fabricación de pañuelos en Lyon.
En 1976, Hermès pasó a ser un conglomerado empresarial, y dos años después la quinta generación de los Hermès llegó a Jean-Louis Dumas (1938-2010), hijo de Robert. Considerado como un revolucionario de la marca, este visionario diversificó la empresa y la extendió por todo el mundo. Renovó las áreas de seda, cuero y accesorios. Pero sin duda el producto estrella de Jean-Louis fue el bolso Birkin, pensado para la actriz Jane Birkin, que a día de hoy lleva un coste de, mínimo, 6.000 euros.
La sexta generación incluye a Pierre-Alexis Dumas (1966-actualidad), hijo de Jean-Louis Dumas y director artístico de Hermès, y a Axel Dumas (1970-actualidad), sobrino de Jean-Louis Dumas y actual CEO de la compañía desde 2013, cuya faceta más destacada es su apuesta por lo digital, logrando estar a la altura de los nuevos desafíos tecnológicos para responder a las necesidades de los clientes. Bajo su mando, la compañía ingresó 7.300 millones en 2021, con unas ganancias de 1.600 millones.
Del 2003 al 2006, el grupo Hermès estuvo controlado por Patrick Thomas, que asumió la transición de la compañía a petición de Jean-Louis Dumas. Puso en marcha una organización estratégica descentralizada de los métiers y reestructuró la presencia internacional de Hermès mediante zonas geográficas. Sin duda estamos hablando de un transatlántico de la moda y el lujo que no ha cambiado con los años. Para el diseñador Jean-Paul Gaultier, mientras que "todo el mundo se prostituye con grandes logotipos y cosas por el estilo", Hermès se mantiene ajeno, manteniendo "su sentido de la elegancia y la discreción ".