Retail - Consumo

El bajo precio de la leche provoca el cierre de 1.000 ganaderías al año en España

  • El sector sigue denunciando que se use a la leche como producto reclamo
  • La ganadería se enfrenta a un problema de relevo generacional
  • Existe incertidumbre ante el marco normativo de la UE
Ganadería de vacas en Asturias. Foto: Alberto Martín

El bajo precio que le pagan a ganadero por producir un litro de leche, unido al encarecimiento de materias primas, como el pienso para los animales o el coste de la energía eléctrica, provocan que el cierre de explotaciones ganaderas no se frene, pese a que, por otro lado, la producción de leche crezca debido a la mejora en la eficiencia técnica de los negocios que sí continúan.

Según datos de Coag (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) en los últimos cinco años se han perdido cerca de 1.000 explotaciones anuales de ganado vacuno, pasado de un total de 14.912 en julio de 2017 a 10.791 en julio de este año. Solo en la región de Cantabria desde 1991 han cerrado el 90% de las explotaciones.

Según Gaspar Anabitarte, responsable del sector lácteo de Coag, entre enero y junio de 2020 se sacrificaron 1.180.000 vacas; 1.210.000 en el mismo periodo de 2021; 1.250.000 entre enero y junio de 2022. En España el censo de ganado vacuno se sitúa en torno a 6,5 millones de cabezas.

"Se están reduciendo desde hace mucho las vacas de leche, pero porque se incrementa la producción por vaca por el aumento de la genética, lo que incrementa el rendimiento", dice. Achaca también el descenso en el número de ganaderías a la ausencia de relevo generacional.

El responsable de lácteos de la organización profesional agraria de ámbito estatal estima la caída de producción en nuestro país ha podido bajar en los últimos meses en torno a un 4%, "lo que no justificaría, como se está hablando, un desabastecimiento. En general vemos que ha bajado en toda Europa".

Más barata que el agua

Anabitarte denuncia que la distribución siga utilizando la leche como producto reclamo, con precios bajos, "porque la leche es un producto estrella y hace pensar a los consumidores que si ese supermercado tiene la leche a un buen precio es barato. Han llevado siempre el precio de la leche a la baja. El precio de la leche debería aproximarse a un euro, y aun así sería las más barata de Europa. El año pasado estaba a 0,50 céntimos, menos que un litro de agua".

Asimismo, Anabitarte relata que "el descenso de la producción también tiene que ver mucho que ver con las olas de calor constantes y la vaca sufre mucho. Su producción puede llegar a bajar hasta cinco litros al día. Lo multiplicas por las vacas que hay en España y eso no recupera, porque las lactaciones van bajando".

Luis Calabozo, director general de Fenil (Federación Nacional de Industrias Lácteas) señala que "desde 2011 a 2022 se ha pasado de una producción de seis millones de toneladas de leche de vaca a prácticamente siete millones y medio. Ese millón y medio de toneladas de más se produce con la mitad de ganaderos".

Precisa que "hay un proceso de reestructuración de las propias granjas españolas, donde se ha ido pasando de una ganadería de subsistencia a una ganadería familiar, pequeña, pero de negocios, con capacidad de tener una vida socioeconómica más equiparable al resto de la economía".

Aumento de costes

No obstante, Calabozo advierte: "En los últimos cuatro meses, este crecimiento continuo de la producción se ha ido parando. Y no es tanto, la despoblación o la menor contribución del número de ganaderías, sino por el aumento de costes, que ya venían incrementándose desde el ejercicio 2021 y que a raíz de la Ucrania y todos los insumos agrícolas y ganaderos, y también los precios de los consumibles y de la industria".

Apunta que en el citado periodo "se han sacrificado vacas de mayor edad vendiéndolas como carne para recuperar una tesorería que se ha ido perdiendo en los últimos tiempos".

El responsable de Fenil, señala, al igual que el directivo de Coag, que "desde el punto de vista de la redistribución de la cadena este sector ha sido utilizado de cara al consumidor como un sector de producto de atracción de tráfico de consumidores por parte de la distribución financiando los márgenes negativos de estas categorías [la leche] con los márgenes de otras categorías".

Incertidumbre

En este sentido recuerda que "en ejercicio 2021 los IPC de la leche de consumo, del yogur, de la mantequilla y del queso eran negativos, cuando ya los IPC generales reflejaban el aumento de costes y estaban creciendo". Concluye diciendo si la cadena de valor no remunera los costes, podría haber un riesgo de desabastecimiento de leche en largo plazo, pero no en el medio y corto.

Calabozo, subraya que "el problema añadido a los costes es, tanto a la hora de seguir invirtiendo o de seguir en la actividad ganadera como de seguir invirtiendo en la actividad ganadera, la incertidumbre ante el nuevo marco de producción europeo, con requisitos a los que todos aspiramos, como el de bienestar animal, los medioambientales o ambientales".

En este sentido, puntualiza que "la obligación de aplicar en tan poco tiempo estos requisitos genera incertidumbre a la hora de hacer inversiones sin saber cómo será el marco en el que se trabajará en el futuro".

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