Retail - Consumo

La hostelería se frena por culpa de la inflación y crece al menor ritmo en casi un año

  • El sector espera un frenazo mayor desde octubre
  • El empleo da empleo a 1,8 millones de personas

La inflación empieza a pasar factura a la hostelería española. De acuerdo con los últimos datos del indicador de actividad del sector de servicios del INE, el sector alcanzó en junio un crecimiento del 54,1%, lo que su supone la tasa más baja desde agosto del año pasado.

Los bares y restaurantes españoles el año registraron el año pasado una fuerte caída de las ventas a raíz de la pandemia y de las fuertes reestricciones impuestas, pero desde comienzos de año estaban consiguiendo crecer con fuerza, con crecimiento incluso de hasta el 133% en febrero.

La ralentización a causa del incremento de los precios empezó a notarse ya en primavera. En abril, las ventas crecieron todavía un 102,3%, pero en mayo el crecimiento se redujo ya al 71,3% y en junio ni siquiera llegó al 55%.

Desde la patronal Hostelería de España reconocen que "el descenso en el crecimiento interanual obedece a la inflación" y recuerdan que además esto afecta "tanto a los costes de las empresas, reduciendo sus márgenes, como al poder adquisitivo de los consumidores, siendo este un sector muy sensible" a los cambios que pueda haber en el consumo. La organización adviete, además, que "el mayor impacto de la inflación puede llegar a partir de octubre".

Aún así, Hostelería de España confía en que este año se puedan volver a alcanzar las cifras de 2019, algo que sucedió ya en mayo por primera vez, e incluso llegar a crecimientos respecto a ese año, previo a la pandemia, de hasta el 5%. Todo dependiendo siempre de cuál sea la evolución de los precios y su impacto en la economía y el consumo. De momento, el frenazo en el crecimiento de los hosteleros es contundente tanto en el subsector del alojamiento como en el de los servicios de comida.

Parón en alojamiento

En el primer caso, el del alojamiento, el parón se está apreciando ya desde febrero. Ese mes el crecimiento de las ventas fue del 384,1%. En marzo se quedó en el 346,9%, en abril en el 330,8%, en mayo en el 202,9% y en junio ha quedado reducido ya al 115,2%. Y algo parecido ocurre también, aunque no de forma tan acusada, entre bares y restaurantes. Los servicios de comida, que crecían un 61,7% en abril, en mayo se tuvieron que conformar con el 41,1% y en junio con únicamente un 32,6%, teniendo siempre en cuenta la brusqueda caída registrada a partir de marzo de 2020 y hasta finales de 2021 como consecuencia de la pandemia.

Más allá de la evolución de las ventas, lo que sí que está respondiendo es el empleo. El sector de la hostelería alcanzó en julio 1,8 millones de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, lo que supone un incremento de un 13,2% respecto al mismo mes del año anterior, según los datos de afiliación del Ministerio de Trabajo. "Esta evolución representa un aumento de 212.831 trabajadores respecto a los alcanzados en julio de 2021, y se mantienen las cifras por encima del período anterior a la pandemia, con 10.000 trabajadores más que en julio de 2019", explican en la patronal.

Comparando con el mes de junio el empleo aumentó en 24.371 trabajadores, un 1,4% más, una subida más moderada de la que había tenido lugar en los meses de junio de años anteriores, debido a que en años precedentes las subidas habían sido muy fuertes.

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