
Varios meses después y con una oferta sobre la mesa de 260 millones de euros a Ibersol por parte de Restaurant Brands Iberia (RBI) para la adquisición de sus 159 locales de Burger King en Portugal, las negociaciones entre ambos grupos de restauración se han roto.
El pasado viernes, el grupo multimarca luso Ibersol, propietario de los derechos de explotación de Burger King en el país vecino y dueño en España de marcas como Ribs o Pans & Company, avanzaba en un comunicado que se rompían las negociaciones con RBI por discrepancias en la oferta de 260 millones aceptada por ambas partes tras una primera cantidad de 250. La nota también apuntaba a otras condiciones asociadas a la oferta.
Horas después, el grupo español, controlado por el private equity británico Cinven, lanzaba su propia versión sobre el fin de las negociaciones aclarando que la cantidad ofrecida no era el origen del desacuerdo y apuntaba a su exigencia de que los restaurantes que iban a ser adquiridos contaran "con todos los recursos necesarios para seguir operando como lo han venido haciendo hasta ahora".
Según el grupo español, la decisión de romper las negociaciones para la adquisición de los derechos de explotación en Portugal, que parecía inminente hace un mes, responde a su objetivo de salvaguardar los intereses de sus accionistas, así como los proyectos y operaciones de la compañía.
El grupo, no obstante, aseguraba que mantiene su derecho de adquisición preferente recogido en los contratos con Ibersol, que le convierten "en la práctica el único comprador natural de la compañía" y anunciaba que mantenía su compromiso con el desarrollo Burger King en Portugal con una inversión prevista de 150 millones de euros en el mercado luso en los próximos años.
La compañía, que también es propietaria de los derechos de explotación de Popeyes y Tim Hortons en nuestro país, se mostraba dispuesta a continuar con las negociaciones con Ibersol para alcanzar un acuerdo atractivo para ambas partes.