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Empresarias agrícolas, jóvenes y tabaqueras: así se destruyen los estereotipos

  • Las hermanas Castañar dejaron sus trabajos para dedicarse a la agricultura
  • El 99,98% de la superficie cultivada de tabaco está en Extremadura

María y Laura Castañar Rodríguez son el mejor ejemplo de que el futuro está en nuestras manos y de que los tópicos se pueden romper. Estas dos jóvenes hermanas, de 40 y 36 años de edad respectivamente, decidieron hace 14 años dejar sus trabajos de fisioterapeuta y técnica informática para continuar con el legado de su familia y dar continuidad a su explotación tabaquera en Navalmoral de la Mata (Cáceres), dando un paso adelante en el desarrollo del medio rural. Son 86 hectáreas dedicadas a la producción de tabaco, con una capacidad de 255.000 kilos al año, además de otras 16 más donde cultivan pimiento.

"Conocemos el tabaco desde la cuna porque nos hemos criado en él. Al terminar nuestros estudios siempre echábamos una mano a nuestros padres y, al ir aumentando la explotación, vimos que necesitaban ayuda y decidimos dejarlo todo y venirnos a la finca. Nadie mejor que nosotras para hacerlo y dar continuidad a la misma", aseguran orgullosas.

En la época de sus abuelos el trabajo en el campo, y más en concreto en la producción de hoja de tabaco, era mayoritario en la zona. Había una oportunidad laboral, una salida. Fueron ellos los que empezaron cultivando tabaco negro, burley, como se conoce en el mercado. "Nuestros padres continuaron con el Virginia. Fueron comprando poco a poco sus primeras tierras hasta el día de hoy, que somos nosotras las que continuamos con su legado", explican las hermanas Castañar. Esta variedad es el cultivo por excelencia de la comarca del Campo Arañuelo y la Vera, "de donde han vivido y viven y de donde han dependido y dependen directa o indirectamente muchas familias".

Innovación

En un momento en el que proliferan a nivel mundial las normativas para frenar el consumo de tabaco y se trata incluso de barrar las marcas para ir hacia un empaquetado genérico, ambas defienden que la producción tabaquera española está entre las más innovadoras del mundo. María y Laura Castañar dejan claro que "siempre se está trabajando para mejorar su sostenibilidad, eficiencia y tecnología para estar siempre a la vanguardia" e insisten en que "se trata de un cultivo que siempre está a la última en centros de i+D para poder competir a nivel internacional".

Es algo con lo que coincide Juan Andrés Tovar, el presidente de Cetarsa, la compañía pública dedicada a la producción de tabaco. "El tabaco Virginia cultivado en España es uno de los de mejor calidad dentro de los producidos en la Unión Europea; y competitivo gracias a la eficiencia, en términos de kilos por hectárea y calidad", asegura. Destinado a la fabricación de los cigarrillos rubios, Cetarsa lo vende después de procesarlo a los mayores fabricantes del mundo.

"Esto solo es posible gracias al uso de prácticas agrícolas y laborales sostenibles, certificadas internacionalmente (programas STP y ALP), con un estricto control en la utilización de fertilizantes, productos fitosanitarios, y demás insumos; así como de las prácticas laborales", insiste el presidente de la compañía. El futuro del tabaco, en cualquier caso, no es nada fácil. Y la industria lo sabe.

Por ello, Ángela García-Agulló, presidenta de la Mesa del Tabaco, la organización que representa los intereses de todo el sector, deja claro que, frente a lo que ocurre en otros países europeos, "España tiene la particularidad de contar con una extensa cadena de valor del tabaco que abarca todos los eslabones productivos; que por el cultivo de hoja de tabaco y la industria de primera transformación"

Medidas proporcionales

Por todo ello, y dada esta precisamente esta interconoexión, cree "necesario que todas las medidas que se adopten en relación al sector del tabaco sean proporcionales y estén basadas en evidencia científica y en datos objetivos". Desde su explotación en el norte de Extremadura, las hermanas Castañar lo tienen muy claro. "Desde pequeñas hemos escuchado que la alternativa al tabaco es... el tabaco", aseguran.

De hecho, se trata de un cultivo, recuerdan, que pertenece al Régimen de Producción Integrada y que "promueve la biodiversidad agraria".Para ellas, "el tabaco juega un papel fundamental en el mantenimiento de los suelos fértiles, evitando erosión, con planificaciones de riego, rotaciones de cultivos y utilización de sistemas de secado con combustible de biomasas como fuentes de energía".

Y hablar del tabaco en Extremadura es hablar del tabaco en España. Porque el 99,98% de la superficie cultivada y el 99,01% de la producción contratada en la presente campaña se realiza en la región, que concentra 941 de las 957 explotaciones que cultivan este producto.

"Un estudio de la Universidad de Extremadura indica que el sector del tabaco es crítico tanto para el empleo agrícola en su zona, donde el cultivo del tabaco supone el 50,4% del empleo del sector agrario, como para el conjunto de los sectores productivos, donde es responsable del 35,62% del empleo total en el área donde se desarrolla", concluye Ricardo Miranda, director general de la Organización Interprofesional del Tabaco (OITAB).

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