Algunos coleccionan obras de arte, otros coches únicos y hay quien llega a desembolsar 16 millones de libras (casi 19 millones de euros) por un barril de un raro whisky escoces. Eso es exactamente lo que ha pagado un coleccionista privado asiático por 88 botellas del conocido como Cask Nº 3, un whisky de malta producido en la destilería Ardbeg de la isla escocesa de Islay, al oeste de Glasgow, en 1975. La cifra ha batido el récord de 1 millón de libras (1,18 millones de euros) establecido en abril de este mismo año. El flamante ganador de la puja recibirá las botellas a lo largo de los próximos cinco años.
El barril de Cask Nº 3 recientemente subastado es un whisky muy exclusivo y es el más antiguo que ha lanzado nunca Ardbeg. La destilería empezó a producir en 1815, pero estuvo paralizada durante casi toda la década de 1980 e incluso estuvo a las puertas de cerrar para siempre en 1996. Sin embargo, no lo hizo gracias a la intervención de Glenmorangie Co, filial del grupo de lujo LVMH.
El precio de cada una de las botellas de whisky del barril ronda las 36.000 libras (unos 42.500 euros). En total, el lote se ha vendido por más del doble de lo que el propietario de la destilería pagó por ella y por todas sus existencias.
El anterior récord lo consiguió un barril de un whisky de Macallan destilado en 1988 y el afortunado que se lo llevo a casa fue un comprador fue un coleccionista estadounidense, según recoge el Financial Times. En cuanto a las botellas individuales, el récord lo tiene un whisky de 86 galones -equivalente a 444 botellas de tamaño estándar- que se vendió a finales de mayo por 1,4 millones de dólares (13,74 millones de euros) en una subasta online, de acuerdo a lo publicado por Forbes.
El mercado secundario de botellas de whisky de malta está en auge desde hace unos años. En 2021, se vendieron 172.500 botellas por 75 millones de libras (88,5 millones de euros), es decir, casi 16 millones de libras (aproximadamente 19 millones de euros) más que el año anterior, según datos del Rare Whisky 101 Index.
