
La empresa ha registrado un Ebitda de 681 millones de euros hasta septiembre, que representa un crecimiento del 8,6%, un 16,8% a tipo de cambio constante, alcanzando un margen del 11,1%. El beneficio neto alcanzó los 136 millones de euros, un 7,0% más. Los ingresos alcanzaron 6.155 millones, que supone un 2,5% más.
El tercer trimestre para Gestamp ha sido duro. La cifra de negocio se incrementó en 20,5 millones de euros, un 1,1% en comparación con las ventas de 1.873,7 millones del tercer trimestre de 2017. Y el beneficio neto cayó un 14% hasta los 31,1 millones.
"La facturación se vio afectada por las continuas incertidumbres en el mercado automovilístico relacionadas con el WLTP, las tensiones comerciales, la desaceleración de China y el impacto de los mercados emergentes en los tipos de cambio", explica la compañía. Todo ello ha traído consigo la volatilidad a corto plazo.
"A pesar de las incertidumbres que se han visto en el mercado durante el tercer trimestre del año, el desempeño de Gestamp ha estado en línea con nuestras
expectativas para los primeros nueve meses, durante este periodo, hemos continuado invirtiendo en proyectos de alto valor que se traducirán en un crecimiento rentable en el futuro" ha explicado el consejero delegado de Gestamp, Francisco López Peña.
La compañía espera que la producción de automóviles en las zonas donde Gestamp tiene presencia crezca a un nivel estable del 0,9% en 2018 y a más del doble de dicha tasa, hasta un 2,4%, en 2019, según los datos de IHS a octubre de 2018.