El nuevo gobierno municipal de Barcelona estará repartido a partes iguales entre Barcelona en Comú (BComú) y el PSC, de manera que los socialistas recuperan las competencias de Economía que tuvieron durante un año y medio en la legislatura anterior, hasta que Ada Colau rompió el acuerdo de gobierno por el apoyo socialista a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
El PSC también será responsable de Turismo, Comercio y de uno de los temas que más preocupa a ciudadanos y empresarios de la ciudad: la creciente inseguridad. Por su parte, Colau retiene competencias como las de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda.
Pese a que el reparto de funciones no es estanco, y habrá representantes de ambos partidos en casi todas las áreas municipales, el retorno de Jaume Collboni como primer teniente de alcalde de Economía, Trabajo, Competitividad y Hacienda ha sido bien recibido desde el sector empresarial de la capital catalana, según las primeras impresiones recabadas por elEconomista.
El acuerdo entre BComú y PSC contempla corregir decisiones del mandato anterior como la prohibición de rehabilitar hoteles céntricos aunque no prevean aumentar su capacidad. Por contra, Colau mantiene su intención de "analizar la ampliación" de la obligación de dedicar a vivienda protegida el 30% de las nuevas promociones privadas de los barrios más gentrificados, lo que ha desplomado el número de proyectos en la ciudad.
El área de Seguridad gana peso con una tenencia de alcaldía específica que ha recaído en uno de los fichajes estrella de la lista electoral de Collboni para las municipales: el exdirector de los Mossos d'Esquadra Albert Batlle, que ya fue concejal hace años. Llega al cargo tras casos graves de robo -una mandataria coreana murió tras recibir un tirón-, agresiones violentas, y con vecinos y comerciantes indignados por el top manta.
Acuerdo estable
Teniendo en cuenta que el independentismo catalán está difundiendo la campaña Lo volveremos a hacer, Colau fue preguntada por el riesgo de que el procés vuelva a dinamitar la alianza en el Consistorio barcelonés, donde BComú cuenta con 10 concejales y el PSC con ocho.