Política

Bárcenas y Cospedal declaran como testigos por la destrucción de los ordenadores del extesorero

  • Bárcenas ratifica que los ordenadores contenían información sobre la caja B del PP
  • Cospedal dice que no ordenó el borrado, pero que sí que se siguió el protocolo

El juicio por la destrucción de los ordenadores que Luis Bárcenas usaba en la sede del PP se ha reanudado este jueves con las declaraciones de los cuatro acusados, a los que seguirán los testigos, entre los que están citados el propio extesorero popular y la que fuera 'número dos' del partido María Dolores de Cospedal.

Bárcenas ha ratificado que los discos duros contenían información sobre la contabilidad paralela de los 'populares'. Entre los distintos archivos que almacenaba se encontraba una hoja de cálculo que "completaban eso que se llaman mis papeles", ha asegurado en alusión a los conocido 'papeles de Bárcenas'.

Bárcenas, que se retiró en septiembre de 2016 de este procedimiento, ha declarado como testigo en esta vista oral acompañado de su abogado, Joaquín Ruiz de Infante, por si alguna de las preguntas formuladas por las distintas partes le puede perjudicar en alguna de las causas en la que se encuentra inmerso. El extesorero ha asegurado que los ordenadores Toshiba y Apple son de su propiedad y no del PP.

Así, a preguntas de la fiscal, el testigo ha explicado que en el Toshiba contenía "información histórica" que quiso recuperar en un "momento determinado" que guardaba relación con la investigación en la Audiencia Nacional del caso Gürtel y con la pieza denominada Udef Bla, que estudia la presunta caja B del PP a partir de los denominados 'papeles de Bárcenas'.

"Aproveché a echar un vistazo para completar información que necesitaba" para poder "completar otra información que tenía exclusivamente manuscrita en papel", ha indicado. Ha precisado que ese ordenador contenía "hojas excel, datos relacionados con mis cuentas corrientes, había presupuestos de campañas electorales y cómo se financiaban y las notas que daban continuidad a los papeles".

Bárcenas apunta hacia Kitchen

El interrogatorio del abogado de IU Juan Moreno ha puesto en relación este procedimiento de la destrucción de los discos duros de Bácenas con otros que se instruyen en la Audiencia Nacional, concretamente la presunta caja B del PP y la operación Kitchen, el dispositivo policial que se habría puesto en marcha para hacerse con información del extesorero.

Sobre esta causa, Bárcenas ha llegado a decir que si se hubiese conocido antes, el caso de la destrucción de sus ordenadores habría sido "una parte de la operación Kitchen", ya que en el mismo año "se produjeron un montón" de hechos que "confluyeron en el mismo sentido", es decir, "hacerse con documentación" que, según ha dicho, le "pertenecía y perjudicaba personalmente".

Entre esos hechos, el extesorero ha mencionado el asalto del falso cura en su casa o la contratación del que era su chófer, Sergio Ríos, como confidente de la Policía para que "clonara" sus teléfonos móviles, todo ello investigado en el Juzgado Central de Instrucción número 6 en el marco del conocido como 'caso Villarejo'.

Cospedal mantiene que no ordenó nada

En su turno, Cospedal ha mantenido, sobre el borrado de los discos duros de los ordenadores del extesorero, que no ordenó nada, aunque sí ha matizado que a esos dispositivos se les aplicó el protocolo habitual sobre el material de trabajadores que ya habían dejado el partido.

Cospedal ha explicado que cuando en el PP se tuvo conocimiento de que Bárcenas tenía "una cuenta irregular en Suiza de cuarenta y tantos millones, la presunción de inocencia ya no iba a ninguna parte", ya que se trataba de "un hecho escandaloso y vergonzante".

Esta circunstancia, unida al hecho de que el extesorero había presentado una demanda de conciliación contra el partido "para intentar demostrar que seguía trabajando en el PP", ha insistido una vez más en que fue ella misma la que tomó la decisión de prohibirle la entrada en la sede de la calle Génova de Madrid.

Y es que desde que fue cesado como tesorero hasta ese momento en que se le prohibió la entrada, Bárcenas había seguido acudiendo a la sede cada día, pero Cospedal ha querido dejar muy claro que no fue ella quien autorizó a que utilizara la Sala Andalucía del edificio. En este sentido, ha insistido varias veces en que el extesorero no estaba "ocupando" esa sala, sino que se le había permitido dejar allí sus "efectos personales".

Cospedal ha llegado a mediodía a la sede de los juzgados de Madrid, si bien no ha empezado a declarar hasta pasadas las siete de la tarde debido al retraso que llevaba la sesión. La ex secretaria general ha estado esperando en la habitación reservada para los testigos y ha entrado en la sala de vistas cojeando y ayudada de una muleta.

Muchas de las veces que la exdirigente 'popular' se ha referido a Bárcenas lo ha hecho nombrándole como "esa persona", sin decir su nombre ni su apellido. "No recuerdo cuántos días después se me dice que esta persona ha puesto una demanda reclamando los ordenadores y que por lo tanto hay orden de no tocarlos hasta saber qué pasa con la demanda", ha explicado Cospedal en un momento de su declaración.

El abogado del PP lo niega todo

Antes de los testigos, han declarado los cuatro acusados: la extesorera del PP Carmen Navarro; el informático José Manuel Moreno y el abogado de la formación Alberto Durán, así como el PP que, como persona jurídica, ha estado representado por la abogada María Massó.

Durán ha declarado que cuando se procedió a realizar el protocolo de borrado de los discos duros, el departamento informático observó que "no había absolutamente nada" almacenado. Durán sólo ha contestado a las preguntas de la Fiscalía -que considera que no existen indicios de delito en este caso- y de su defensa, ejercida por el abogado Esteban Mestre.

Ha comenzado afirmando que Bárcenas tiene una "enemistad" con él, pues sólo lo conoce de los procedimientos judiciales en los que ambos se han visto envueltos por las demandas interpuestas por el extesorero. "Es inverosímil pensar que Bárcenas se hubiese dejado algo en Génova. Todo es un montaje de Bárcenas para atacarnos como trabajadores que le hemos plantado cara en el PP, para hacer daño al PP", ha subrayado Durán.

Por su parte, Moreno, el informático, ha asegurado que no recibió "órdenes de destruir los ordenadores, ni nadie me preguntó por su contenido". Tras informar de que no iba a responder a las acusaciones populares, ha dicho que nunca supo si Bárcenas tenía algún cargo en el partido a partir de su nombramiento. "No le he visto nunca, no le he visto jamás, ni me lo he cruzado nunca", ha repetido.

Navarro, asimismo, ha declarado que no le consta "que nadie tomara la decisión" de destruir los equipos y ha apuntado que a las acusaciones "tampoco les debe constar cuando la atribuyen a la persona jurídica" que hace referencia al PP y no a una persona concreta.

Sin 'doctrina Botín'

La vista oral comenzó hace una semana con las cuestiones previas, que el titular del Juzgado de lo Penal número 31 de Madrid, Eduardo Muñoz Baena, resolvió 'in voce' tras escucharlas. La principal de todas fue la relacionada con la aplicación de la conocida 'doctrina Botín'. Fue solicitada tanto por la Fiscalía como el PP, Navarro, Durán y Moreno para evitar ser juzgados por la eliminación de los documentos almacenados en dos discos duros.

Pero el juez rechazó esta pretensión y decidió que el juicio se celebre con los cuatro acusados en el banquillo ante la "posibilidad" de que después la Audiencia Provincial, que resolverá los correspondientes recursos contra la sentencia, "tuviera una opinión distinta" sobre la aplicación de dicha doctrina, que adopta el nombre del banquero fallecido Emilio Botín, que se libró de enfrentarse a un juicio con la presencia únicamente en contra de las acusaciones populares.

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