
El presidente de Vox, Santiago Abascal, apuesta por la construcción de una frontera física que separe Ceuta y Melilla de Marruecos y que sea el país vecino el que asuma el coste de las obras porque envía "oleadas de inmigrantes clandestinos" hacia España con los que chantajea a la Unión Europea.
La idea de Abascal pasa por enviar al Ejército a la zona para vigilar y defender ambas fronteras hasta que se levante ese muro. Pero además de la frontera de hormigón, el líder de Vox apuesta por un "muro psicológico" ante los inmigrantes: desarrollar una legislación que deje claro que "jamás" podrán regularizar su situación, ni tendrán derecho de arraigo, ayuda social ni tarjeta sanitaria.
También solicita frenar a "las ONG que colaboran con las mafias y se van al litoral africano a recoger mercancía humana".
Este proyecto no forma parte de ningún mitin. El dirigente político hizo las manifestaciones en un libro de Fernando Sánchez Dragó titulado Santiago Abascal. España vertebrada, editado por Planeta, que recoge una conversación en la que el fundador de Vox aborda distintos temas de actualidad y el nacimiento de su partido.