Política

Cataluña, la gran apuesta de Sánchez reconvertida en tema tabú del Gobierno antes de las elecciones

  • Pocos comentarios a la polémica de Iceta, que replantea el referéndum
  • Parece que Sánchez no quiere pronunciar la palabra 'Cataluña' antes del 28-A
  • Cataluña ha sido la gran apuesta del Gobierno desde que llegara a Moncloa
Pedro Sánchez. Foto: Efe

Ninguno de los 110 compromisos del programa electoral que presentó Pedro Sánchez a mitad de semana hace referencia a Cataluña, un asunto espinoso que el Gobierno se busca evitar de cara a las elecciones generales. En esa estrategia se enmarca la respuesta que la vicepresidenta Carmen Calvo ofreció a los medios al ser preguntada por las declaraciones del líder socialista catalán, Miquel Iceta, en las que aseguró que, habría que hacer algo.

A las inevitables reacciones de los partidos de la oposición, contrarias a la arriesgada propuesta, solo se unieron el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y el presidente de Castilla La-Mancha, Emiliano García-Page, que vinieron a decir a Iceta que no se pasara de la raya de la prudencia. Sin embargo, el núcleo duro camufló mucho más su protesta. No fue Pedro Sánchez quien pronunció la riña velada a su candidato del PSC, de la pseudo-reprimenda se encargó Carmen Calvo, que fue preguntada por el asunto la noche del jueves tras presentar el 'Santander WomenNow Summit'. 

"Iceta es un socialista no independentista y en contra del independentismo, y además nuestro sistema jurídico no contempla ni un solo espacio para poder hacer ningún acto jurídico que rompa la unidad del estado español", dijo la vicepresidenta para aclarar inmediatamente después que "no hay nada que comentar acerca de la posición de los socialistas. [...] Incluido el PSC y su primer secretario". 

La no-bronca, aún así, ha surtido efecto e Iceta se ha visto obligado a matizar sus palabras y darle una vuelta a su opinión: "A Cataluña no le conviene la independencia y un referéndum no es la solución", piensa ahora el candidato, en una postura mucho más cómoda para su partido.

De cara a la cita con las urnas del 28-A, parece que Sánchez no quiere pronunciar la palabra 'Cataluña'

Cataluña ha sido la gran apuesta del Gobierno de Sánchez desde que llegara a Moncloa tras ganar la moción de cesura contra Rajoy en junio del año pasado. Su mandato ha dependido -y probablemente dependerá- del apoyo de los partidos independentistas en el Congreso. Sin embargo, el juicio al procés y la exigencia constante del Govern catalán, a quien Sánchez no terminó de contentar con su fallidos Presupuestos, han mermado el diálogo que vio tan viable el presidente al inicio de su andadura de Gobierno.

Ahora, de cara a la cita con las urnas del próximo 28 de abril, parece que Sánchez no quiere pronunciar la palabra 'Cataluña' para no rematar la relación. Con las encuestas electorales favorable, el actual Gobierno prefiere no arriesgar y mantener la 'falsa estabilidad' que ha marcado su gobierno. Incluso olvidando la cuestión en sus propuestas políticas.

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