"El programa es lo que el gobierno tiene ya en marcha y lo que tiene proyectado". Estas palabras de Cristina Narbona, presidenta del PSOE, definen bien las 110 medidas del programa electoral socialista, perfilado a imagen y semejanza de los Presupuestos de Pedro Sánchez que fueron rechazados en el Congreso de los Diputados.
Sin embargo, el documento con las 110 medidas, que se ha presentado en este miércoles, sí que concreta promesas en pensiones. Conscientes del déficit de la Seguridad Social (previsto de un 1,5% del PIB para este 2019), los socialistas proponen redefinir las fuentes de financiación, de manera que "las cotizaciones sociales soporten primordialmente los gastos de manera contributiva". Para ello se establecerá una senda de cinco años. Asimismo, se eliminará el actual índice de revalorización y se actualizarán anualmente con el IPC, una propuesta a la que los socialistas se habían comprometido pero que aún no se había desarrollado.
Además, se comprometen a incrementar la aportación del Estado para hacer frente al aumento del gasto ligado a la jubilación de la generación del 'baby boom', gran preocupación de gestores de la caja social, como ya ha indicado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal.
Pedro Sánchez, candidato a la presidencia del Gobierno por los socialistas, durante su intervención en el acto, ha asegurado que se "atenderán las necesidades de los autónomos" y que desarrollará un marco estratégico para las pymes, apostando por su internacionalización.
Reforma fiscal
El programa confirma además las medidas fiscales que enarbolará Sánchez. Insistirá en los impuestos sobre detrerminados servicios digitales y sobre transaccionesfinancieras, es decir, las tasas Google y Tobin. Además, se impulsará una "fiscalidad ambiental" que desincentive la contaminación.
No se menciona de manera explícita, pero esto deja claras las intenciones de los socialistas de incrementar los impuestos del diésel y otros impuestos. Además, el presidente del Gobierno y secretario general, Pedro Sánchez, ha adelantado que las rentas altas y las grandes empresas tendrán que hacer un "esfuerzo suplementario" y se abordará un mayor progresividad para el sistema fiscal. En este sentido, ha asegurado que habrá más medidas para combatir el fraude fiscal, que ha calificado de "sumidero fiscal".
Apuesta por dedicar una financiación equivalente al 5% del PIB a la educación
Hay más novedades. El PSOE se compromete a seguir subiendo el salario mínimo profesional (SMI), aunque no concreta cantidades. Apuesta por dedicar una financiación equivalente al 5% del PIB a la educación, de manera que un 50% de los niños menores de tres años estén en colegios públicos en 2025. Además, la salud bucodental entrará en la cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud, en el que se emprenderá una estrategia de renovación.
Además, los socialistas quieren simplificar los contratos de trabajo y dejarlos en indefinidos, temporales y formativos. En cambio, no hay ni rastro de la derogación de la reforma laboral ejecutada por el PP en 2012.
Regla de gasto
La regla de gasto también se encuentra entre las promesas de los socialistas. Se modificará con el fin de "adecuar la distribución actual de los recursos públicos" con un Pacto de Estado para reforma el sistema de financiación autonómica y de las entidades locales.
Entre las apuestas del PSOE se halla también la "España de la transición ecológica", como la ha definido Sánchez, con una estrategia en la que se incentivar el autoconsumo, las renovables y el incremento del empleo en el sector energético.
De hecho, los socialistas apuestan por que en 2030 el 74% de la electricidad se genere con renovables. Para ello, además, van a promulgar una Ley de Industria que aborde la digitalización y la descarbonización del sector. Además, mantienen su iniciativa de prestar especial atención al sector de la automoción con un plan estratégico para este ámbito que debe llevar "hacia un modelo de movilidad sostenible".