
El secretario general de la ONU, António Guterres, nombró este martes al exministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Miguel Ángel Moratinos como nuevo Alto Representante para la Alianza de Civilizaciones, con rango de secretario general adjunto, en sustitución de Nassir Abdulaziz al-Nasser.
El Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que se felicitó por este nombramiento al frente de esta "importante iniciativa" de las Naciones Unidas, que tiene como objetivo "fomentar el diálogo y la cooperación entre distintas religiones, comunidades y naciones en el marco de una cultura de paz, mediante el desarrollo de actuaciones concretas que promuevan el respeto y el entendimiento mutuo".
Moratinos fue ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de 2004 a 2010 y, según Exteriores, "ha dedicado su vida profesional a promover el diálogo entre los pueblos, el multilateralismo eficaz y el desarrollo sostenible. Su nombramiento al frente de la Alianza es garantía de que bajo su liderazgo este instrumento proseguirá con determinación su objetivo de contribuir a la paz y al entendimiento entre los pueblos".
En su primer discurso tras anunciarse oficialmente su nombramiento, Moratinos adelantó su intención de abrir un "nuevo capítulo" para la Alianza de Civilizaciones, institución que dirigirá a partir de enero y que ve como una "herramienta" ideal para reforzar un "multilateralismo sostenible".
Moratinos ocupó la cartera de Exteriores entre 2004 y 2010 en los Gobiernos de Zapatero
El exministro planteó algunas de sus ideas para el futuro del proyecto, en cuya creación participó directamente durante su etapa en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Entre otras cosas, avanzó su intención de "reestructurar" la Alianza y de buscar más "resultados sobre el terreno", manteniendo los objetivos centrales de prevención de conflictos y promoción de la convivencia. "No necesito más palabras, necesito hechos, necesito acción", señaló Moratinos en una intervención en inglés.
Moratinos apostó además por añadir un quinto pilar centrado en el papel de la mujer y la igualdad de género a los de medios, migración, educación y juventud sobre los que la Alianza centra su trabajo. También planteó la necesidad de llevar la institución al Consejo de Seguridad de la ONU, insistiendo en que la Alianza de Civilizaciones es una "herramienta magnífica" para proteger la paz y seguridad en el mundo.
Para el exministro, la "diplomacia blanda" es algo muy necesario en la coyuntura actual y la Alianza de Civilizaciones debe servir para reforzar un "multilateralismo sostenible". Además, insistió en la necesidad de recuperar conceptos como "paz" y "respeto" y lograr que las distintas culturas y religiones no solo se toleren, sino que trabajen juntas. En ese sentido, recordó la cooperación en la Córdoba de las tres culturas y apostó por hacer de la Alianza de Civilizaciones la "Córdoba del siglo XXI".