El director general de los Mossos d'Esquadra, Andreu Martínez, ha defendido que este lunes que tenían suficientes efectivos para hacer frente a la concentración ante el Parlament en el que un grupo quiso entrar en la cámara, y que cargaron contra manifestantes cuando constataron su voluntad de forzar la puerta.
En rueda de prensa junto al portavoz de los Mossos, Albert Oliva, Martínez ha justificado las cargas al ver que se ponía "en peligro la seguridad e integridad del Parlament para intentar acceder" al edificio, y, ante las críticas de los sindicatos de falta de planificación, ha asegurado que los Mossos tenían en todo momento la capacidad necesaria para intervenir.
No ha querido valorar el discurso del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que alentó a los CDR -"apretad-, pero ha recordado que, a la hora de los incidentes en el Parlament, los CDR ya habían desconvocado sus acciones.
30 mossos entre los 43 heridos leves
Los disturbios dejaron 43 heridos leves. Según ha informado este martes el Sistema d'Emergències Mèdiques (Sem) a Europa Press, realizaron 43 asistencias, todas de carácter leve y sin ningún traslado a centro sanitario, principalmente de agentes del dispositivo de los Mossos d'Esquadra.
Los incidentes se centraron principalmente a las puertas del Parlament, ya entrada la noche, cuando un grupo trató de irrumpir en el edificio, y ante la Jefatura Superior de la Policía en Via Laietana.
El portavoz del Sindicat de Mossos d'Esquadra (SME), Toni Castejón, ha criticado duramente el diseño del dispositivo policial realizado ayer a las puertas del Parlament y ha pedido explicaciones al Departamento de Interior por lo que consideran algo "gravísimo".
En declaraciones a Efe, Castejón ha considerado que dispositivos como el desplegado anoche, con todos los Mossos concentrados dentro del Parlament y en el Parque de la Ciutadella, lo único que hacen es poner en riesgo la seguridad de los agentes.
El balance comunicado por el portavoz es de 30 mossos heridos, entre los que destacan algunas fracturas y numerosos golpes recibidos por parte de los manifestantes a las afueras del Parlament.