Política

Pablo Casado y la gran incógnita de la Secretaría General: ¿a quién elegirá de 'número dos' para contentar a todo el PP?

  • Ni Casado ni Santamaría descartan que ella pueda ser la 'número dos'
  • Los Estatutos del PP obligan, en principio, a elegirlo de la lista ganadora
  • Casado tiene que contentar a los 'cospedalistas' que le han apoyado
Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, durante el congreso del PP. Foto: EFE
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Apenas 48 horas lleva Pablo Casado como nuevo líder del PP y ya tiene ante sí el reto de despejar la gran incógnita de su futura gestión. No se trata de qué oposición se va a seguir frente al PSOE o de qué preceptos ideológicos se van a reforzar, sino de saber quién ocupará la Secretaría General del partido.

No se trata de una cuestión menor cuando el puesto que ocupaba hasta ahora María Dolores de Cospedal supone ser el 'número dos' del partido y la persona con más proyección de la formación cuando ésta se encuentra fuera del Gobierno. Por si esto fuera poco, la elección de este cargo tiene ahora sobre sí una mayor responsabilidad: debe ser un elemento de concordia entre las dos corrientes que se batieron en el XIX congreso y entre las que conformaban la propia candidatura de Casado.

Por el momento, Casado no ha querido despejar esta duda y ha conminado a todos a esperar a la primera Ejecutiva que va a celebrar este jueves en Barcelona, la primera de su mandato y en la que se anunciará este nombre. 24 horas antes se reunirá con su rival, Soraya Sáenz de Santamaría, para, precisamente, pautar la mejor integración posible con el cargo de secretario o secretaria general como viga maestra.

Inquiridos los dos dirigentes sobre la posibilidad de que Casado opte por Santamaría como secretaría general en lo que sería una integración modélica, ninguno de ellos lo ha descartado de plano y han llamado a esperar al miércoles. Sin embargo, desde el partido sostienen que este extremo no se puede dar, ya que lo prohíben los Estatutos del PP.

En efecto, en el artículo 47 de los Estatutos del PP aprobados en el XVIII Congreso, se recoge que "el Secretario General del Partido será nombrado por el Comité Ejecutivo, a propuesta del Presidente, de entre los miembros elegidos para este órgano por el Congreso del Partido". Esto significa que sólo podrían aspirar al cargo uno de los 35 dirigentes que fueron en la lista de Casado al cónclave, vencedora a la postre.

Si bien es cierto que el artículo 46 de los Estatutos contempla que el nuevo presidente haga hueco en el Comité Ejecutivo a cinco vocales de perfil relevante -herramienta que Casado puede usar para favorecer la integración-, desde el PP señalan que de ese mecanismo no puede resultar la elección de alguien de la candidatura de la ex vicepresidenta para la Secretaría General. En todo caso, de estas cinco plazas, Casado ha dado tres a los rivales que tuvo en la primera vuelta de las primarias y que luego se han unido a él: Elio Cabanes, José Manuel García Margallo y José Ramón García Hernández. Quedarían dos plazas libres.

El nuevo presidente tiene que promover la integración pensando en los apoyos de Santamaría y en los compromisos con Cospedal

El reto, por tanto, parece que será elegir a uno de esos 35 nombres que no desagrade a la corriente de Santamaría. El único indicio por el momento, es que Casado se decantaría por una mujer para el cargo, pero no es algo cerrado. Algunos de los nombres más destacados de entre esta lista de 35 son: Rafael Catalá, Teodoro García Egea, Isabel García Tejerina, Andrea Levy, Javier Maroto, Dolors Monserrat o Juan Ignacio Zoido.

A la problemática de elegir un nombre que le parezca bien a Santamaría, se unen los compromisos adquiridos del propio Casado. Mientras que Teodoro García, Maroto o Levy son nombres que han ido con el nuevo líder desde el principio, otros como los exministros Montserrat, Tejerina Catalá o Zoido provienen de la candidatura de Cospedal, que también querrá su cuota de poder y a la que Casado tendrá que contentar, ya que su apoyo ha sido decisivo para hacerse con la victoria.

No lo tiene fácil el nuevo líder del PP para aunar sensibilidades en el plano orgánico. Otro hecho que juega en su contra es la estructura cerrada que emana de los Estatutos del partido. En los mismos (art 35.4) se expone que "el Presidente Nacional del PP, elegido por el Congreso, será el candidato del Partido a la Presidencia del Gobierno", "siendo las únicas excepciones para ello la "dimisión, el fallecimiento o la incapacidad".

Que en el PP no pueda haber bicefalia (líder por un lado y candidato al Gobierno por otro), y que la Secretaría General y el Comité Ejecutivo estén cerrados a la lista de Casado provocando que el nuevo presidente tenga pocas opciones de contentar orgánicamente a los apoyos de Santamaría, que, hay que recordarlo, representan ahora mismo a más del 40% del partido.

Una vía puede ser el reparto y la creación de nuevas Vicesecretarías o la colocación como candidatos en las elecciones autonómicas y municipales de 2019. En este sentido, algunos recuperan la idea de que Santamaría aspire a la Comunidad de Madrid o a la Alcaldía de la capital, mientras que otros recuerdan que Casado ha anunciado que respetará que Juan Manuel Moreno Bonilla -hombre de la ex vicepresidenta- sea el candidato a la Junta de Andalucía en las venideras autonómicas de la región.

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