Política

Puigdemont se fabrica un partido a medida con las europeas a la vista

  • La Crida Nacional, línea dura secesionista para internacionalizar el procés
Carles Puigdemont. Foto: Efe
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La política catalana sigue quemando etapas a una velocidad de vértigo. Ni el PDeCat (partido heredero de la CDC convertida al soberanismo), ni JxCat (la plataforma electoral impulsada por el expresidente catalán Carles Puigdemont para concurrir a las elecciones del 21-D) parecen ser instrumentos válidos para alcanzar los objetivos de los independentistas. El mismo Puigdemont y el actual presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, presentaron ayer la Crida Nacional per la República, un "instrumento político" transversal y ideológicamente plural que aglutine a todos los soberanistas con el fin de lograr la república catalana. El político gerundense ha impuesto su línea en la estrategia de la familia política postconvergente y apunta claramente a la autodeterminación y al legado del referéndum del 1-O y de la declaración de independencia ante otras opciones más posibilistas.

La coordinadora general del PDeCat, Marta Pascal, siguió el acto desde la última fila del auditorio del Ateneo barcelonés, donde escuchó al expresident decir que quiere sumar a todas las sensibilidades del soberanismo a su proyecto. De momento, los demócratas dejarán en manos de sus asociados la posibilidad de integrarse en el nuevo movimiento. En este sentido, el acto empezó con la lectura de una carta del diputado de JxCat y expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, que hizo un llamamiento "desde la izquierda" a sumar a todas las corrientes del independentismo bajo un único paraguas. Por su lado, Torra también apeló a la unidad y pidió hacer "todos los sacrificios necesarios" para lograr la república, en una intervención gravada, ya que se canceló el vuelo que debía coger procedente de Alemania, donde se había reunido con Puigdemont. 

La Crida prepara una "convención nacional constituyente" que debe culminar en otoño con un acuerdo sobre la forma final de la organización, que estará así a punto para concurrir a las elecciones europeas y municipales de 2019, citas que volverán a servir para medir el respaldo social de los independentistas y la correlación interior de fuerzas en el movimiento.

Esquerra ya vio venir ayer el abrazo del oso y se desmarcó rotundamente de la nueva formación, que ven lejana tanto desde el punto de vista ideológico como de su apuesta por un independentismo más pragmático. La portavoz republicana, Marta Vilalta, ubicó a la Crida en el "centro derecha" y animó a la nueva formación a "crecer en su espacio".

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