
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha loado este jueves la actitud del Gobierno central con su reunión del lunes 9 de julio con el presidente Pedro Sánchez: "Es la primera vez que los gobiernos de Cataluña y España podrán hablar de tú a tú y de todo".
En la sesión de control al Govern en el Parlament, ha asegurado que ofrecerá diálogo pero sin renunciar a la independencia, ya que en la reunión quiere plantear al presidente como "culminar el ejercicio del derecho de autodeterminación que empezó con el referéndum del 1 de octubre".
Así, el presidente de la Generalitat insiste en que no renunciará al proceso soberanista, pero también celebra un cambio de actitud, porque con los gobiernos de Mariano Rajoy nunca no hubo "la oportunidad de reunirse en la Moncloa para hablar de todo, y el PSOE da la oportunidad", y planteará a Sánchez otra reunión en septiembre en la Generalitat.
Torra ha dicho que no hubiera ido si no hubiera podido hablar de todo en el encuentro, y considera muy importante explicar a Sánchez en qué punto se encuentra Cataluña y, sobre todo, conocer "qué propuesta" tiene para los catalanes.
Aparte de autodeterminación, Torra abordará "por qué se llevan lazos amarillos" en solidaridad con los presos soberanistas; su disgusto con el discurso del Rey del 3 de octubre, y le pedirá que retire las impugnaciones del Gobierno central ante el TC contra leyes sociales catalanas que el Parlament aprobó en la pasada legislatura.
También ha advertido al Gobierno central de que la situación de los independentistas encarcelados no será "moneda de cambio de nada", que no negociará con eso y que exigirá su puesta en libertad.
El president propone otra reunión con Sánchez en septiembre independientemente del encuentro del lunes
Salgan o no acuerdos de la reunión, hará "todo lo posible para que se mantenga el diálogo" más allá del lunes y ha planteado celebrar con Sánchez otra reunión en septiembre en la Generalitat para dar continuidad a sus contactos.
Torra ha destacado también que este jueves el Parlament aprobará una moción -impulsada por el PSC y pactada con JxCat, ERC, comuns y la CUP- que instará al Govern al "diálogo" tanto con el Estado como entre los partidos catalanes, y ha asegurado que la aplicará.