
Semirrecta final y enredo monumental. A unas horas del cierre de la primera ronda de las inéditas primarias del Partido Popular, las presiones a la militancia irrumpieron el miércoles en el debate y enturbiaron la limpieza de la carrera, debido a la acusación publicada en la Cadena Ser por parte de alcaldes y presidentes de distritos, apremiados, supuestamente, por Ángel Garrido para votar a favor de María Dolores de Cospedal y en contra de Pablo Casado. Encendida la mecha, el presidente del Comité Organizador del Congreso, el veterano Luis de Grandes, desmentía tales presiones y añadía que "no hacen mucho favor" estas acusaciones de juego sucio que vienen de un candidato fuerte como Pablo Casado. Seguido de Luis de Grandes, el PP de Madrid rebatía todos los términos de la información publicada por la cadena de Prisa, añadiendo Garrido que si él tuviera conocimiento de esas presiones, primero las denunciaría, y desde luego obligaría a una dimisión fulminante a quién utilice esas artes condicionando el voto y privando de libertad a la militancia.
Desde el entorno de la Comunidad de Madrid -según fuentes consultadas por elEconomista-, la clave de este carajal de última hora está "en los líos que vienen de tercera o cuarta fila dentro de cualquier partido", pero en cualquier caso restan importancia a la noticia, y sobre todo alejan de responsabilidades al propio Pablo Casado. Por cierto, sector que en este sentido plegó velas, hastiado de algunas presiones que "sí" dan por hecho.
Casado insistió en que hay que pedir que haya libertad de voto y que no haya presiones
Las aclaraciones del aparato del partido sirvieron de poco. A mediodía, los dimes y diretes seguían extendiéndose. Era entonces la exministra Dolors Montserrat, escudera de Cospedal en su candidatura, quien aseguraba que Casado ha llegado a consultar la base de datos de Cataluña para convocar a los afiliados a sus actos. De paso, destacaba la "valentía" de la secretaria general, señalaba que una de sus principales preocupaciones es Cataluña y que, de ser algún día presidenta del Gobierno, propondrá una medida legislativa para que en las 17 comunidades autónomas se estudie la misma asignatura de Historia.
Por eso el vicesecretario de Comunicación insistía en que hoy más que nunca hay que pedir que haya libertad de voto y que no haya presiones. Convencido de que va a ganar las primarias, a pesar de que le habría gustado más participación y evitar la inscripción previa de los afiliados, expresó sus críticas a aquellas regiones que se han dejado etiquetar con el nombre a priori de un precandidato. "Y no hay que preguntar ¿tú de quién eres?", recalcó. "Yo no tengo a nadie detrás, tengo a afiliados de base. No he pedido ni a exministros ni a líderes regionales que se retraten por mí, pero tampoco tolero que nadie amenace o presione para que lo hagan por otros", determinaba.
Y hablando de normas, Casado defendió desde distintos puntos de Madrid la segunda vuelta en este sistema de primarias (que cede todo el poder a los compromisarios). No obstante, matizo que, a pesar de ello -de las normas que se han dado- "creo que vamos a ganar, la ilusión es imparable y la gente quiere cambio", proclamó.
Si el ganador del jueves no supera el 50% de los votos o no saca más de 15 puntos al segundo, habrá segunda vuelta
A esta jornada movida respondía la precandidata y exministra de Defensa negando el más mínimo atisbo de juego sucio en la campaña electoral, e invitando, a quien tiene dudas, a denunciar ante la comisión organizadora (COR) del congreso del partido. A su juicio, no hay que tensionar y forzar a los afiliados porque no se pueden abrir fracturas que el 21 de julio no se pueden cerrar. Por cierto, que Cospedal ponderó la segunda vuelta y criticó a aquellos que quieren que el proceso se cierre con el ganador de la primera ronda sin tener en cuenta la letra pequeña de estas primarias que dice que, de no haber una distancia superior a 15 puntos, y siempre y cuando el primero de los precandidatos no supere el 50% de los votos, el proceso continúa en una segunda vuelta, ya que hasta los compromisarios (2.612, porque 500 son natos) serán votados hoy por los afiliados, aclaró.
También animó Soraya Sáenz de Santamaría, como Casado, a votar en libertad para hacer un partido fuerte y grande que se parezca mejor al PP. Un entusiasmo nada compartido por el aspirante José Manuel García Margallo, muy crítico con los candidatos del aparato (a saber: Cospedal, Santamaría y Casado, según su opinión). El exministro lamenta que se haya hurtado el debate a la militancia ante unas primarias muy limitadas, puesto que no van a votar todos los que podrían.
Las urnas cerrarán a las 20:30 horas, cuando empezará el recuento manual a nivel provincial
Un total de 66.706 afiliados podrán acudir este jueves a las sedes del partido para votar al candidato a presidir el PP, un proceso de primarias cuyo resultado se prevé incierto. Fuentes populares sitúan a tres candidatos como favoritos: María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado.
Los afiliados podrán depositar su voto en más de mil mesas repartidas por toda España en las sedes del partido, abiertas entre las 9:30 y las 20:30 horas. Después comenzará el recuento manual a nivel provincial, cuyos gerentes se encargarán de remitir los datos a la dirección regional y éstas a su vez a la sede central de Génova, en Madrid.