
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha anunciado este viernes que finalmente asistirá a la inauguración de los Juegos Mediterráneos, prevista para esta noche en Tarragona, donde coincidirá con Felipe VI. En una breve declaración institucional, Torra ha puesto fin a la incertidumbre generada en las últimas horas después de que haya cambiado de parecer en varias ocasiones.
"He esperado hasta el último momento a que el Rey reflexionase, pero ha sido en vano", ha dicho Torra lamentando que el monarca declinase negociar nada con el Govern y que no haya pedido perdón por su discurso del 3-O en defensa del orden constitucional. "Estaremos porque es nuestra casa, la presencia del monarca de España no nos condicionará", ha remachado, asegurando que no se hará ninguna fotografía con el Rey.
El presidente catalán ha justificado que acude al acto para denunciar ante el monarca lo ocurrido el 1-O en Cataluña. En concreto, pretende entregarle el informe del Síndic de Greuges sobre las cargas policiales durante la celebración del referéndum ilegal y las posteriores consecuencias judiciales para los dirigentes independentistas.
No obstante, en su declaración, Torra ha revelado que rompe institucionalmente con la monarquía descartando invitar al Rey a actos de la Generalitat y negándose a acudir él o sus consellers a otros organizados por la Casa Real. También ha desvelado que renuncia "al cargo de vicepresidente de honor de la Fundación Princesa de Girona".
Acude para denunciar ante el Rey lo ocurrido el 1-O, pero anuncia que desde ahora rompe con Zarzuela
Durante la semana se confirmaba la asistencia del Rey y de Sánchez a la inauguración, pero anoche Torra seguía dejando en el aire su presencia: "Seguimos en el mismo punto; mañana os comunicaré mi decisión".
La polémica surgió el miércoles tras enviarle el presidente catalán una carta a Felipe VI en la que le pedía una "negociación" que acabase con los catalanes decidiendo su futuro en las urnas. En dicha misiva, Torra conminaba al monarca a dialogar en la inauguración de los citados Juegos.
Sin embargo, la respuesta de la Casa Real fue tajante: se reenvío la carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y se contestó a Torra que, en virtud del artículo 64.1 de la Constitución el Rey no puede entablar una negociación política, ya que cualquier acto suyo debe estar refrendado por algún miembro del Ejecutivo.
Esta contestación provocó el enfado de Torra, que acusó a Sánchez de no dejarle departir con el Rey y volvió a poner en duda su asistencia a la ceremonia de inauguración.