
Fernando Grande-Marlaska ha anunciado su intención de retirar las concertinas de las fronteras, haciendo alusión a los alambres con cuchillas instalados en las vallas que separan los límites de España con Marruecos en Ceuta y Melilla.
"Haré todo lo posible porque puedan retirarse las concertinas de nuestras fronteras. Hay que trabajar en origen, por ejemplo, nunca llegar al extremo de las concertinas", ha afirmado el nuevo ministro de Interior, en una entrevista con Onda Cero.
Grande-Marlaska ha asegurado que retirar las concertinas es una de sus "principales voluntades" y "que haya un informe realmente complementario para que realmente se puedan adoptar otras medidas" porque no se puede "llegar a esos niveles". "Si estamos hablando de solidaridad, de respeto a la dignidad de las personas, controlando los flujos migratorios, porque lo uno no quita lo otro; ayudando en origen, colaborando con las autoridades de esos países y si después de todo, hemos fallado porque no hemos podido conseguirlo y esas personas ya están al lado de la valla, pues creo que es algo razonable", ha argumentado.
Las concertinas son unos alambres equipados con cuchillas cortantes que se instalaron coronando las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla en el año 2005 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque dos años después, el mismo Ejecutivo ordenó retirarlas de parte del vallado melillense por las heridas que causaban en quienes intentaban rebasar el perímetro.
En 2013 el Gobierno de Mariano Rajoy decidió colocar más concertinas en las vallas fronterizas, que no sólo coronarían el perímetro sino que podrían encontrarse también a pie de alambrada y en el intervallado, lo que provocó numerosas críticas tanto de entidades sociales como de los grupos de la oposición. De hecho, en 2014, el ahora presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió a retirarlas en caso de que llegase a La Moncloa.
Acercamiento de presos catalanes
Marlaska se ha referido al desafío que supone la inmigración, tomando como ejemplo el reciente caso de la embarcación Aquarius, y ha asegurado que "el Gobierno ha asumido un compromiso ético". "No vamos a tratar distinto, como se ha dicho, a la gente que viene en patera que a la gente que viaja en el Aquarius. Hay que aplicar la legislación vigente", ha puntualizado.
Acerca de un posible acercamiento de los presos catalanes, Grande-Marlaska ha aclarado que no se trata de una competencia que asuma su ministerio, pero ha matizado que se trata de "presos preventivos, no penados". "Están a disposición del juez y suelen estar cerca (geográficamente) de él, de la causa", ha explicado.