
El PP sólo lleva un fin de semana en la oposición y ya se han empezado a vislumbrar las primeras batallas internas tras perder el poder. Si hasta el viernes las pugnas dentro del partido eran soterradas o se negaban sistemáticamente, ahora van a ser más visibles, como ha ocurrido este mismo lunes. ¿Cuál será el futuro de Rajoy?
Ha sido el exministro de Exteriores y diputado José Manuel García-Margallo quien ha quitado la espita. En una entrevista concedida a Antena 3 hoy ha asegurado que "hará todo lo posible" para que Soraya Sáenz de Santamaría "no sea portavoz del PP" en el Congreso.
No es nueva una salida de tono de este tipo de Margallo. El exministro siempre ha tenido la categoría de 'verso suelto' dentro del partido y no es ningún secreto ni lo que sufrió cuando Mariano Rajoy le sacó del Gobierno ni su mala relación con Santamaría. Sin embargo, sus palabras esta vez son una muestra de la 'guerra' que se está empezando a desatar en el PP.
La caída del Gobierno hace que Santamaría, hasta ahora vicepresidenta sin cargo orgánico en el partido, se quede como diputada rasa. Por eso, algunos voces en el partido han impulsado que sea portavoz del Grupo Parlamentario Popular, al igual que ya lo fue cuando el partido estuvo en la oposición antes de 2011. No obstante, otros cuadros del PP se han opuesto a ello y han expresado su disgusto por dar pábulo a una hipotético salida de Rafael Hernando de ese puesto.
Hay que recordar la enemistad manifiesta entre Santamaría y María Dolores de Cospedal. Ahora que ya no tienen el sustento del Gobierno, Cospedal sigue siendo la 'número dos' del partido y Santamaría no tiene asidero orgánico. Este hecho será clave en el devenir de futuros acontecimientos dentro del PP ahora que pasa a la oposición.
Un Margallo que la pasada semana ya se desmarcó pidiendo a Rajoy que dimitiera para frenar en lo posible la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, también ha lanzado otra fuerte andanada a Santamaría que ha recaído sobre otros ministros del ya caído gabinete de Rajoy.
"Los únicos que quedan del primer Gobierno son Santamaría, Montoro y Báñez, el resto han desaparecido y eran los que curiosamente tenían criterio propio", ha dicho en la citada entrevista. Esta crítica a los ministros que eran más cercanos a la vicepresidenta -"los más dóciles intelectualmente", ha remachado- trasluce la división que existía en el Ejecutivo y que ahora, lejos de disolverse tras perder el Gobierno, será más encarnizada si cabe.