
El presidente de la Comunidad de Madrid en funciones, Ángel Garrido, ha reivindicado este miércoles, en su discurso del Dos de Mayo, la "consistencia de fondo" de la sociedad madrileña, "preparada, trabajadora y solidaria", que no se debe olvidar pese a "los vaivenes políticos y los cambios coyunturales". La Comunidad de Madrid celebra su Dos de Mayo interina y dividida.
El acto, en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, al que han acudido personalidades de todos los sectores de la sociedad, ha comenzado con la entrega de las Medallas del Dos de Mayo, la Gran Cruz y las Encomiendas, entre otros, al escritor Alfonso Ussía, el expiloto Ángel Nieto, la actriz Gemma Cuervo, la ONCE o la Policía Municipal.
Junto a Garrido se han situado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena; la delegada de Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa; y la presidenta de la Asamblea de Madrid, Paloma Adrados. También ha estado cerca el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, que encabeza las quinielas junto a Santamaría para el futuro del PP en Madrid.
La principal ausencia ha sido la de la recientemente dimitida presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes. Tampoco han estado presentes los otros expresidentes de la Comunidad de Madrid: Joaquín Leguina, Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre e Ignacio González.
Tras conceder los premios, Garrido ha comenzado su discurso, una semana después de la dimisión de Cifuentes, indicando que lo realiza como "resultado de las previsiones en materia de gobierno contenidas en la normativa autonómica, en lo que representa una muestra clara de la estabilidad de las instituciones madrileñas, más allá de las circunstancias concretas de cada momento".
El también consejero de Presidencia y Justicia ha hecho hincapié en la fecha destacada que el Dos de Mayo supone para la región, en la que se recuerdan "los valores que sustentan la convivencia, reconociéndolos en el presente y proyectándolos hacia el futuro".
La oposición pide regeneración
Desde el PSOE, su secretario general, Pedro Sánchez, presente enel acto, ha asegurado que el socialista Ángel Gabilondo representa el "tiempo nuevo" que necesita la Comunidad de Madrid y ha urgido a Ciudadanos (Cs) a no bloquear la regeneración "democrática e institucional" en esta región tras los "casos ininterrumpidos de corrupción" que ha sufrido el PP.
"Ciudadanos lo único que tiene que hacer es abstenerse. No le pedimos más, no le pedimos que nos apoye sino simplemente que se abstenga para que no se bloquee la necesaria regeneración que necesita la Comunidad de Madrid", ha declarado Sánchez a su llegada a la celebración del Dos de Mayo en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, ha lamentado que se celebre un Dos de Mayo "atípico" con la imagen de las instituciones públicas y de la Universidad "deterioradas". Así lo ha indicado en declaraciones a los periodistas antes de dar comienzo el acto institucional, donde ha lamentado que el día de todos los madrileños se celebre de una forma "atípica" con un presidente en funciones y con "la imagen de las instituciones públicas muy deterioradas".
Al mismo tiempo, el portavoz de la formación naranja ha señalado que les hubiera gustado que este acto fuera liderado por un presidente con "plenas facultades". "Pero nosotros vamos a seguir trabajando para que, agotada esta legislatura, pueda haber una nueva etapa en Madrid, de cambio, de regeneración política liderada por Ciudadanos", ha dicho.
El candidato a las primarias de Podemos en la Comunidad de Madrid, Iñigo Errejón, a su vez, ha pedido a Cs acabar con el "sectarismo" y ponerse de acuerdo con PSOE y su formación para pactar un "gabinete de transición" hasta 2019 que apueste por la "renovación democrática". Además, el dirigente de Podemos ha advertido al partido naranja que "no serviría de nada haber echado a Napoleón para acabar invistiendo a Pepe Botella", en alusión a José Bonaparte, hermano de Napoleón.
La anécdota de Ussía
El premiado Ussía ha protagonizado la anécdota de la jornada al reocger la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid y recordar a Cifuentes, cuya dimisión fue "obligada e irremediable" pero del mismo modo entiende que hay que nombrarla porque es la que ha otorgado los premios.
"Fue obligada e irremediable la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, pero sería muy grosero por mi parte, irremediablemente grosero, no recordarla en este momento", ha indicado Ussía en su breve discurso, donde ha reconocido su "amor" por Madrid.
Ussía, que ha sido el último en recoger el reconocimiento, ha indicado que cree haber sido el único de los premiados en recordar a Cifuentes y, sin embargo, "es la presidenta que ha concedido el premio". Por eso, la ha mencionado para terminar su discurso, cerrado con un aplauso de los asistentes.
Pitos y gritos en la Puerta del Sol
La tradicional parada militar que se celebra anualmente en la Puerta del Sol con motivo del Dos de Mayo se ha visto sorprendida por los pitidos y los gritos de un grupo de manifestantes que han acudido hasta el 'kilómetro cero' para protestar por la sentencia del juicio a 'La Manada' y que condena a los cinco jóvenes por abuso sexual a una madrileña y no por agresión sexual, como pedía la acusación.
Pasadas las 12:00 horas, hasta la misma Puerta del Sol, ha acudido un numeroso grupo de personas ataviadas de color morado y con carteles, que se han podido colocar tras el graderío situado para el público en general que quería seguir el desfile presidido por Garrido.
Aunque suele ser un acto en el que reina el silencio mientras se escuchan los tambores y las cornetas, las protestas y el ruido de cacerolas de los manifestantes han roto el momento, a la vez que se podía escuchar "vergüenza", "fuera" y otros gritos de rechazo al fallo judicial como el popular "Yo sí te creo", en apoyo a la víctima de la que consideran una violación grupal en las fiestas de los Sanfermines.
En el patio central de la Real Casa de Correos, tras el discurso de Garrido y la entrega de medallas, se han llegado a escuchar los gritos de fuera mientras los asistentes, al principio, desconocedores de lo que estaba pasando, se miraban perplejos.