La previsible imposibilidad de Jordi Sànchez de poder salir de prisión para defender su candidatura a presidente de la Generalitat en el pleno de investidura del Parlament abre la vía de un tercer candidato independentista como la solución más rápida para poder formar Govern. Y es lo que defendió ayer ERC, después de que Roger Torrent haya debido posponer el pleno de investidura por segunda vez al no poder acudir el candidato.
El motivo del retraso era esperar al recurso que la defensa de Sànchez iba a presentar este lunes ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero todavía no se había agotado la vía judicial en España, por lo que el paso que dio ayer fue presentar un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo contra la decisión del juez del mismo tribunal Pablo Llarena de denegar la excarcelación o permiso del número dos de JxCat. Ante este escenario, que prolonga la incertidumbre, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, sostuvo ayer que "no es una cuestión de nombres", sino que la prioridad es alcanzar un acuerdo de gobierno entre las formaciones secesionistas que permita formar un ejecutivo "efectivo de manera inmediata" y acabar con la intervención del 155. Sabrià incidió en que el acuerdo "pide celeridad, ya sea con la propuesta de nombre actual o con otra".
Alternativa "de consenso"
La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, indicó que de momento el candidato sigue siendo Jordi Sànchez, aunque no se cerró a buscar otro nombre "de consenso" si su investidura no puede hacerse afectiva. El líder de JxCat, Carles Puigdemont, prevé reunir el miércoles al grupo parlamentario en Bélgica para abordar la estrategia venidera. Será un mes después del último encuentro. El viernes dijo que nadie busca unas nuevas elecciones en Cataluña, pero que tampoco sería una "tragedia". Ayer, Pascal opinó que convocar otros comicios "no es un buen escenario" para Cataluña, y el portavoz republicano Sergi Sabrià fue taxativo advirtiendo que volver a convocar elecciones autonómicas sería una "irresponsabilidad".
La portavoz de Catalunya en Comú Podem, Elisenda Alamany, criticó que "con cada investidura suspendida, el PP gana tiempo" y prolonga su control de Cataluña a través de la intervención del 155, y lamentó que la acumulación de retrasos para contar con un nuevo presidente de la Generalitat tiene como "pecado original" el acuerdo que cerraron a puerta cerrada JxCat y ERC y que establece que el líder del ejecutivo debe ser de JxCat, mientras que el Parlament ha quedado en manos de la formación que encabeza Oriol Junqueras.