
La imposibilidad de investir presidente de la Generalitat a Carles Puigdemont como él deseaba -a distancia y en primera vuelta- mantiene en vilo a Cataluña y está creando severas fricciones entre los distintos partidos independentistas; e internas en las filas de JxCat.
Aunque públicamente la formación en la que se integra Puigdemont defiende que las dos únicas posibilidades son el regreso de Puigdemont o unas nuevas elecciones, internamente se debate si no sería mejor plantear un candidato alternativo y se señala a Jordi Turull. Es un militante de largo plazo de CDC y del PDeCAT, hombre de confianza de Carles Puigdemont y también de otros líderes independentistas: tanto Joaquim Forn, como Jordi Sánchez, le delegaron su voto en la constitución de la legislatura.
Esta hipotética investidura de Jordi Turull tampoco estaría exenta de polémica, ya que su protagonismo durante la legislatura de la ruptura es evidente. De portavoz del grupo parlamentario de JxSí, pasó a sustituir a Neus Munté como conseller de Presidencia y portavoz del Govern durante los meses más álgidos del desafío -desde julio hasta la aplicación del artículo 155- y se encuentra en libertad bajo fianza.
Su compleja situación legal -está imputado en la causa que instruye del Tribunal Supremo-, anticipa que a lo largo de la legislatura tendría que afrontar un juicio y posible condena; que podría inhabilitarle para el ejercicio de cargos públicos. Sin embargo, fuentes consultadas, señalan que Turull sería un candidato de transición, para reactivar la presión rupturista unos meses después. En ese periodo el independentismo retomaría el control de la Generalitat, que es una de las peticiones de ERC.
Un pleno 'congelado'
Ahora, la distancia entre JxCat y ERC parece notable. Roger Torrent, presidente del Parlament, decidió ayer retrasar el pleno de investidura de Carles Puigdemont. El expresidente le pidió amparo para poder celebrar ayer la sesión, y Torrent, que es diputado por ERC, argumentó que retrasando el pleno era la forma de asegurar que la investidura se celebrara con garantías.
Oriol Junqueras, a través de Twitter, validó la iniciativa de Torrent. "Gracias presidente @rogertorrent por garantizar la defensa de los derechos de todos los diputados elegidos democráticamente. Gracias por tu compromiso en defensa de Cataluña, la democracia y la recuperación de las instituciones", tuiteó el exvicepresidente catalán.
Missatge de Junqueras des de la presó:
— Oriol Junqueras ????? (@junqueras) 30 de enero de 2018
"Gràcies president @rogertorrent per garantir la defensa dels drets de tots els diputats escollits democràticament. Gràcies pel teu compromís en defensa de Catalunya, la democràcia i la recuperació de les institucions."
La decisión, no obstante, no gustó ni a JxCat, ni a la CUP, que querían que Roger Torrent desobedeciera al Tribunal Constitucional, facilitando la elección de Puigdemont como president; aunque hubiera sido un acto simbólico puesto que se ha negado a pedir autorización al Tribunal Supremo para poder acudir al pleno de investidura. Esta era una de las medidas cautelares impuestas por el Tribunal Constitucional para que Puigdemont pudiera comparecer.
Además, ayer el Tribunal rechazó ayer los recursos de JxCAT contra las medidas cautelares. El Parlament todavía no se ha personado. Carles Puigdemont, por su parte, emitió un vídeo en el que no quiso criticar la decisión de Torrent, pero pidió unidad al independentismo para defender los resultados del 1-0, y envió un mensaje claro: "No hay otro candidato, ni otra combinación posible"
Los plazos generan dudas
La paradójica situación abierta por la congelación del pleno de investidura abre ahora la incógnita sobre si avanza, o no, el calendario hacia unas nuevas elecciones. En este sentido, la Mesa del Parlament ha solicitado un informe a los letrados, que podrían interpretar que hasta que exista una resolución firme del TC sobre el recurso del Gobierno a la investidura de Puigdemont, el plazo no avanzaría; por lo que la nueva convocatoria podría prolongarse meses. En una situación normal, si no se hubiera logrado investir un presidente o una presidenta, se abriría un plazo de dos meses.
Fuera del Parlament, la situación también fue tensa. La ANC convocó una manifestación y los congregados, según TV3, abrieron las puertas que dan acceso al Parque de la Ciudadela y se concentraron frente al Parlament exigiendo la investidura de Puigdemont.