Política

El fin de campaña trae un escenario de pactos postelectorales inciertos

  • Los partidos matizan líneas rojas y fijan otras por los sondeos
Interior del Parlament catalán. Foto: Reuters

La evolución de la campaña electoral, que mañana llegará a su punto y final, ha traído consigo el posicionamiento de los partidos respecto a posibles pactos postelectorales, si bien se auguran complicados. Las encuestas anticipan un resultado ajustado entre ERC y Ciudadanos como listas más votadas, pero ni el bloque constitucionalista -PP, C's y PSC- ni el independentista -JuntsxCat, ERC y la CUP- parecen llegar a la mayoría absoluta. Además, por las declaraciones de sus candidatos, tampoco se atisba plausible que puedan conformarse estas dos alianzas. EN DIRECTO | Siga la última hora sobre las elecciones de Cataluña del 21D.

El PP y el PSC solo comparten el rechazo a la secesión -aunque podría ser suficiente para unirles en Cataluña-, y de igual modo sucede en el bloque rupturista, que solo coincide en la defensa de la república catalana, pero no en el cuándo ni en el cómo.

Tras el fracaso de la idea de una lista única, las tres formaciones negociaron pactar al menos algunos puntos programáticos comunes de cara a la cita con las urnas del 21D, pero esta iniciativa tampoco se acabó concretando.

La CUP mantiene sus convicciones y persiste en la defensa de llevar adelante la independencia de Cataluña de manera unilateral, afirmando que no pactará con nadie que no comulgue con este objetivo, lo que ha convertido a ERC en un equilibrista entre el acatamiento del 155 para que sus candidatos abandonen la prisión preventiva y los guiños a los anticapitalistas para apoyos futuros. De hecho, la CUP no llegó a formar parte del Gobierno catalán en la última legislatura, pero sus presiones fueron determinantes en la toma de decisiones del Ejecutivo liderado por Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, que debía actuar a sabiendas de que los cupaires eran imprescindibles para que sus iniciativas contasen con mayoría absoluta en el Parlament.

Los 'comuns' se ven claves

Catalunya en Comú Podem se ofrece este 21D como la "llave" para la gobernabilidad, pero sus preferencias no son bien vistas por los socios que propone: PSC y ERC, que se descartan entre ellos. Los socialistas reprochan a ERC su indefinición sobre si rechazan volver a la unilateralidad, y los republicanos no perdonan el apoyo socialista a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.

Por otro lado, el líder de los morados, Xavier Domènech, rechaza formar parte de un Govern en el que esté presente la derecha -incluyendo en este grupo a JuntsxCat-, así como abstenerse para permitir alcanzar la Generalitat a cualquiera de los dos bloques enfrentados -constitucionalista y rupturista-. Quieren formar parte del nuevo proyecto de Gobierno catalán, no ser solo un aliado instrumental.

Así, las opciones más probables tras las elecciones son un Gobierno en minoría, una nueva convocatoria electoral ante la imposibilidad de formar un nuevo Ejecutivo, o una tercera opción, que sería buscar un presidente de consenso que no sea ninguno de los candidatos y que permita una alianza de partidos consistente.

Esta tercera opción, entre otros escenarios, podría facilitar una alianza de izquierdas, de la que formase parte el PSC, ya que Miquel Iceta ha aseverado que no va a hacer presidente a ningún independentista. El líder de los socialistas catalanes, que se reivindica como el próximo máximo representante de la Generalitat, no descarta alcanzar un pacto con Cs y PP, aunque reconoce que no se ve haciendo presidente ni a Xavier García Albiol ni a Inés Arrimadas. Sí plantea un Govern con un conseller o consellera jefe (lo que podría entenderse como una oferta indirecta para Inés Arrimadas) para liderar las gestiones diarias del Ejecutivo catalán.

Desde Ciudadanos hacen valer sus buenas perspectivas en los sondeos para que Arrimadas se pueda convertir en la primera presidenta electa de la Generalitat, aunque ven posible un acuerdo con el PSC. La candidata naranja dijo en una entrevista a elEconomista que si Iceta fuese el más votado le apoyaría para que gobernase, y que esperan que él haga lo mismo, si bien no va a repartir sillas antes de tiempo. El PP, al que las encuestas sitúan entre los partidos con menos escaños junto a la CUP -ambos con menos diputados que en 2015-, también está dispuesto a sentarse a negociar con el PSC y Ciudadanos para lograr un acuerdo si el bloque constitucionalista es el más votado. Este discurso suaviza el tono de los populares respecto a la primera parte de la campaña, en la que Albiol se mostró muy crítico tanto con el PSC como con Cs, reprochándoles la falta de experiencia de gobierno de sus cabezas de lista, lo que veía especialmente relevante en la actual crisis institucional.

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