
El constructor y cerebro de la trama Púnica, David Marjaliza, ha explicado este jueves en la tercera sesión de juicio por el chivatazo que se le dio a su exsocio Francisco Granados que guardaba una libreta en la que se apuntaban regalos, dádivas y todo tipo de pagos en B que efectuó desde su entramado a diversas figuras, entre ellas al político madrileño, a quien se refería con el sobrenombre de 'futuro'.
El empresario, que ha declarado como testigo en esta pieza conocida como 'Talamino', ha dicho que los regalos efectuados a Granados quedaron anotados en un cuaderno en el que también se apuntaban las entradas y salidas de dinero, las fechas y los beneficiarios de estas cantidades. Granados era conocido como 'futuro' mientras que el también exalcalde de Valdemoro José Miguel Moreno era 'futuro 2'.
Marjaliza, que ha asegurado que no ha pactado "absolutamente nada" con el Ministerio Fiscal, ha explicado que el que fuera su socio le llamó el seis de septiembre -a la mañana siguiente de ser advertido por el guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino de que existía una investigación sobre estos hechos- y le dijo que se estaban "haciendo cosas, seguimientos o algo" en la puerta de la sede de sus negocios, en Pinto.
A tenor de la conversación telefónica, mantenida el 6 de septiembre de 2014, se celebraron hasta "cuatro o cinco" encuentros físicos entre los exsocios a partir del cual Marjaliza decidió tomar una serie de precauciones, entre ellas cambiar los teléfonos, formatear los discos duros de su ordenador y el de su secretaria, Ana María Ramírez, y transportar el dinero en metálico a Madrid.
El exsecretario general del PP madrileño le dijo, concretamente, que la advertencia que había recibido la noche anterior "tenía una pinta muy mala" y por ello le mandó quemar "en un día de niebla" toda la documental que ocultaba en sus oficinas, ubicadas en el edificio Éboli. Entre ella destaca información sobre la Comunidad de Madrid, licitaciones y facturas no declaradas.
Pagos de hasta 50.000 euros
Tras su turno ha testificado Ana María Ramírez que ha venido a confirmar la existencia de dicha libreta en la que durante los últimos quince años anotaron "todos los meses" cantidades que oscilaban entre los 20.000 y 50.000 euros aunque no ha aclarado a qué concepto respondían ni quienes eran los beneficiarios, al margen de los dos exediles de Valdemoro. "Eran grandes cantidades de dinero", ha dicho a preguntas de las partes.
La que fuera mano derecha de Marjaliza también ha reconocido que guardó debajo de su colchón mucha información sobre cuentas bancarias en el extranjero a petición del constructor, que decidió no quemar esa información. Tanto Marjaliza como Ramírez están imputados en la pieza principal de la trama Púnica que sigue instruyéndose por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.
Granados dice que es una "injusticia"
Granados, por su parte, ha arremetido de nuevo contra Marjaliza, al que ha acusado de mentir al tribunal que ha juzgado el chivatazo que presuntamente recibieron por parte de dos guardias civiles y en el que el empresario no está imputado. Para Granados, su situación en este proceso es una "verdadera injusticia".
"Yo nunca he formado parte de una organización criminal. David Marjaliza nunca ha sido socio mío en nada. Nunca me ha dado un euro por ningún motivo y por ninguna circunstancia. Es mentira lo que ha dicho. Es mentira lo de la niebla. No tenía nada que ocultar de mí. No sé lo que ha quemado", ha afirmado Granados en su turno de últiima palabra, después de que el empresario haya dicho en el juicio que el exdirigente 'popular' le pidió que quemase documentos "un día de niebla".
El acusado ha afeado al que era su socio y amigo durante años que esté colaborando con la justicia después de que se destapara la trama de corrupción 'Púnica': "Va presumiendo por ahí de haber llegado a un acuerdo con la Fiscalía; se va abrazando con agentes de la UCO, lo he visto...".
Granados ha remarcado al tribunal lo afectado que está con todo este proceso por el presunto chivatazo, tanto "en lo procesal" como en "lo personal", y ha mencionado expresamente a uno de los guardias civiles acusados José Luis Caro Vinagre, ya que el hecho de pensar que "a un funcionario público que se promociona se tiene que prestar a todo tipo de manejos" es "tremendamente injusto".
Después ha ampliado su comentario al otro agente imputado, José Manuel Rodríguez Talamino, aunque ha asegurado que no le había tratado. "Que dos servidores públicos honrados que llevan a la Guardia Civil en el corazón tengan que estar sentados aquí me parece tremendamente desafortunado", ha subrayado, echando las culpas una vez más a Marjaliza, quien, a su juicio, "ha cometido todos los delitos del Código Penal".