Política

Granados denuncia que no se juzgue en la causa a Marjaliza, que se benefició del 'chivatazo'

  • Juicio por el chivatazo que le alertó de que estaba siendo investigado
  • El agente de la UCO niega el chivatazo a Granados. "No le dije nada"
Francisco Granados, durante su comparecencia judicial de hoy. Foto: EFE

Este martes ha comenzado en la Audiencia Nacional el juicio contra el ex secretario general del PP de Madrid y cerebro de la 'trama Púnica', Francisco Granados, en el que la Fiscalía Anticorrupción solicitará para él tres años de cárcel por el supuesto chivatazo que le dieron en septiembre de 2014 dos agentes de la Guardia Civil sobre la vigilancia a la que le tenía sometida la Unidad Central Operativa (UCO), que también investigaba a su amigo y socio, el empresario David Marjaliza.

El abogado del exsecretario general del PP madrileño, José Javier Vasallo, ha denunciado que no se juzgue en esta pieza de Púnica al cerebro de la trama, el empresario David Marjaliza, ya que éste se vio beneficiado de la advertencia que le hicieron dos guardias civiles a Granados de que estaba siendo investigado.

Durante el turno de cuestiones previas, el abogado ha pedido la nulidad de los autos con fecha de 16 de septiembre de 2015 y de 9 de junio del siguiente año al entender que tienen una "falta absoluta de motivación" por no sentar en el banquillo de los acusados a Marjaliza, que sí declara como testigo en esta vista oral que se prevé que dure hasta el jueves.

El guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino ha insistido en diversas ocasiones durante la vista oral que él no dio el soplo a Granados de que la Unidad Central Operativa (UCO) le estaba investigando sino que le dijo que había una investigación en curso en la localidad madrileña de Valdemoro, sin entrar en detalles sobre la misma.

Durante el interrogatorio al que se ha sometido en esta primera sesión de juicio, el agente, que se sienta en banquillo de los acusados por delitos de revelación de secretos junto con el también guardia civil José Luis Caro y Granados, ha negado ser el responsable del 'chivatazo' dado durante las fiestas de Valdemoro en septiembre de 2014. "No le hice ninguna referencia de ninguna instalación", ha dicho respecto a las cámaras que se colocaron frente a los negocios del empresario Marjaliza.

Sobre este último, el agente ha insistido en numerosas ocasiones que no le conocía "absolutamente de nada" y que por tanto no pudo advertir de la instalación de la viodecámara. "Jamás relacioné el nombre de Marjaliza con la operación", ha dicho Talamino a preguntas de la fiscal Anticorrupción Carmen García Cerdá que en su escrito de acusación le reprocha que su soplo "causó un importante daño a la causa".

Primer juicio de la Púnica

Se trata del primer juicio de la trama Púnica que juzga al exalcalde de Valdemoro y a los dos guardias civiles José Manuel Rodríguez Talamino y José Luis Caro Vinagre por el 'chivatazo' que le dieron al político de que estaba siendo investigado por sus negocios en esta trama. Por estos hechos la Fiscalía pide tres años de cárcel cada y les imputa delitos de revelación de secretos y aprovechamiento de revelación de secretos.

El letrado del principal acusado ha pedido igualmente la nulidad de las escuchas practicadas durante la instrucción de la causa, en concreto las que se efectuaron entre el 15 de julio y el 13 de octubre, porque entiende que son "intervenciones en prospección" y que infringen las reglas del control jurisdiccional; petición a la que se ha adherido la letrada de Caro.

Granados lleva en prisión preventiva desde el 31 de octubre de 2014 y éste es el primero de los juicios a los que tendrá que enfrentarse por su participación en la 'trama Púnica'. La Fiscalía pide también tres años de prisión por violación de secretos para los dos agentes del Instituto Armado que habrían advertido a Granados en una discoteca a altas horas de la madrugada de que Marjaliza estaba siendo investigado.

De copas en una discoteca

Marjaliza admitió ante el juez Velasco que Granados le dijo que se deshiciera de toda la documentación que le pudiera implicar cuando, en una conversación "con muchas copas" que mantuvo con un guardia civil en una discoteca, se enteró de que le estaban investigando.

"A mí Paco me dice: 'Oye, si hay cualquier cosa rómpela'", explicó Marjaliza al juez durante una declaración en la que aseguró que esta recomendación se la hizo después de que Granados se encontrara con el agente en una discoteca de Valdemoro.

Este caso es el que juzga la llamada 'pieza 1 Talamino' dentro de la causa 'Púnica', que el juez Velasco dividió en un total de 14 piezas separadas. Según el auto del juez, Granados "desplegó una serie de actuaciones dirigidas a comprobar el grado de veracidad de la fuente" y "saber si dicha investigación también se dirigía contra él".

El agente Talamino fue el encargado de instalar una cámara de vigilancia en un vehículo "frente al centro neurálgico de los negocios de Marjaliza", comprobando así que el empresario estaba siendo investigado. Acabó comunicando esta información a su amigo Caro Vinagre, quien tenía un cargo de confianza en la Comunidad de Madrid, y hacer "un favor a todos". Un día después quedó registrada una llamada entre el policía y Granados, en la que Caro le informó de la advertencia recibida.

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