
El voto a favor de la independencia ha crecido siete puntos, según la última encuesta realizada entre los días 16 y 29 de octubre por el Centre d'Estudies d'Opinió. A tenor de este barómetro, el mapa político quedaría exactamente igual que el actual. La diferencia de ahora es que los partidos acuden en distintas circunstancias, sin olvidar que algunas de las candidaturas cambiarán de caras y matizarán sus programas.
Aunque la terna ERC, PDeCat y la CUP aparece la primera en casi todas las quinielas, hoy se introducen otras variables: son los nombres de Santi Vila (PDeCat), Xavi Domènech (En Comú) y, Miquel Iceta (PSC), líderes determinantes en el nuevo Parlament, que podrían agrandar la lista de las posibles alianzas. Parece que ya nada será como antes.
La pregunta de Podemos
La convocatoria de las elecciones autonómicas del 21-D ha desplegado sus primeros efectos colaterales sobre el tablero político. Desde este miércoles, Podemos somete a votación a sus bases en Cataluña para preguntarles cómo quieren concurrir a estos comicios: con el nuevo partido de los comunes de Ada Colau o, siguiendo la estela independentista marcada por Albano Dante Fachín. La gestión de Podemos en Cataluña ha dejado abierto en canal a la formación de Pablo Iglesias en esta comunidad, con la presión añadida de sus líderes autonómicos detrás, para que Fachín "recoja sus cosas". De ser así, Podemos se presentará bajo el paraguas de Catalunya en Comú -con Domènech de cabeza de cartel-, dejando tras de sí a un grupo enfadado por la equidistancia, y donde pesan las sospechas de acuerdos en aquella famosa cena en casa de Jaume Roures, con Oriol Junqueras y Domènech de comensales.
La encrucijada de PDeCat
La escapada de Carles Puigdemont a Bruselas ha dejado a los demócratas catalanes, antiguos convergentes, con un corazón partido y al menos tres almas. Los jóvenes que se identifican con Marta Pascal, los pocos fieles de Artur Mas y, la línea dura soberanista representada hasta hace algunos días por el propio Puigdemont. En el fragor de esta batalla ha surgido la figura de Santi Vila, el exconseller dimitido que insta a buscar soluciones y no generar problemas, sin esconder que en el espectro central se pueden buscar complicidades y no estar con alguien que está en las antípodas ideológicas, en clara alusión a la CUP. De ganar las tesis de Vila, éste quiere presentarse por separado. Pero no descarta el método Macron, sin el lastre de un partido detrás.
El silencio sepulcral de ERC
Pese a la aplicación del artículo 155, los republicanos independentistas se presentarán a las elecciones autonómicas del 21-D. De momento, se mantienen en silencio y no dan pistas de la forma bajo la cual quieren presentarse. En separado serían los primeros. Y el nombre de Junqueras ni se discute. Un futuro legal complicado descabalgará a este candidato por otro.
El resurgir del PSC de Iceta
El PSC ha jugado bien sus cartas en el desenlace del problema catalán. Sin querer apoyar el artículo 155, se ha situado al lado de la Constitución, enfrente del desafío independentista, pero jugando un papel de intermediario, del que no han renunciado hasta el último minuto. En la batalla ha perdido algunas piezas de alcaldes disconformes con la cercanía a los principios de Mariano Rajoy. Sin embargo, esta operación puede dar buenos resultados el 21-D. El PSC quiere posicionarse en el catalanismo moderado y en la izquierda de Gobierno que arañe votos a los comuns que no se sienten independentistas, y a los ciudadanos próximos a las tesis progresistas.
Arrimadas, la líder motivada
El partido de Inés Arrimadas, Ciudadanos, primero de la oposición en Cataluña, nunca se mostró tibio con la aplicación del artículo 155, que debería concluir con unas elecciones. Los de la formación naranja afirman tener a los suyos muy movilizados para la cita con las urnas. Sin posibilidades de coalición, aspiran a encontrar la empatía política de PSC y PP el 22-D. Pero no las tienen todas consigo. Creen que Iceta podría reeditar el tripartito. Y tampoco esperan el apoyo de Podemos ni de Catalunya En Comú.
El leal Xavier García Albiol
Leal a su partido, el PP, desde una oposición dura, implacable, pero sin conseguir traducir ese trabajo en escaños, el exalcalde de Badalona será el candidato de Génova, aunque en los últimos tiempos se barajaba algún que otro nombre más transversal en su discurso para un desempeño a largo plazo y con una visión de calado y continuidad.
La pataleta de la CUP
La CUP no tiene nada claro. En un día pasaron del orgasmo político de la DUI al gatillazo del 155. Este domingo decidirán en una asamblea el papel que jugarán el 21-D.
Crecen las combinaciones
Con Vila, Domènech e Iceta crecen las posibles combinaciones de Gobierno por encima de la tradicional suma de los independentistas. Más allá de la coalición de Junts pel Sí, que aún está por ver, suena con fuerza la alianza entre los republicanos y los comunes. El temor de Ciudadanos es que a esa ecuación se sume a última hora el PSC de Iceta, emulando el antiguo tripartito.
Con un PDeCat más moderado y sin la mochila del 3 por ciento se amplíaa el campo de composición de Gobierno, bien con pactos, bien con apoyos de legislatura. En esta fórmula entra en juego la química con partidos que van desde PSC, C's, PP y hasta Catalunya en Comú.
El resultado de Ciudadanos en las urnas, y la determinación a formar un bloque constitucionalista estará en manos de Iceta y, por qué no, de Domènech si faltaran votos.