Política

Hasta Liubliana desautoriza la 'vía eslovena' de Cataluña

  • La república balcánica surgió del totalitarismo, no de una democracia
El primer ministro esloveno, Miro Cerar, también ha apoyado el orden constitucional español. Foto: Reuters

Es sabido que el independentismo menos extremista -o el más pactista -ha venido considerando la vía eslovena para la desconexión con España. Como el ejemplo esloveno se trató de un caso de intervención internacional los soberanistas catalanes han tratado de invocarlo. Ya en el verano de 1991, poco después de que Eslovenia declarara su independencia, el propio Carles Puigdemont y otros dirigentes habían viajado a la república de la ex-Yugoslavia. La comunidad internacional cierra la puerta a la independencia de Cataluña.

Conviene recordar en qué consistió la vía eslovena. ¿Hay, realmente, paralelismos con Cataluña? Solo uno. Eslovenia era el motor económico de la Federación Yugoslava, como Cataluña lo es de España. Es verdad que tampoco Eslovenia había sido nunca un estado independiente pero el sistema del comunismo yugoslavo en que se integraba tan solo reflejaba espejismos.

En la década de los 80, la sociedad civil eslovena reclamaba medidas democratizadoras. Un mayor acceso al poder. Las instituciones monolíticas del comunismo seguían siendo rígidas e inoperativas a esas alturas. Frente a estas demandas, desde Belgrado (Tito había muerto en 1980) los políticos promovían un estado más fuerte y organizado de forma centralista como vía para continuar garantizando la unidad de Yugoslavia. Automáticamente, la única vía para la democratización de Eslovenia fue la independencia.

En el caso del proceso esloveno, hubo dos momentos cruciales. El primero fue el referéndum del 23 de diciembre de 1990, con una participación de un 90 por cien. La opción de la independencia ganó por por un aplastante 95 por cien. La consulta contó con suficientes garantías democráticas.

La ley del referéndum esloveno planteaba un período de 6 meses para negociar cómo se implementaría. En Cataluña los no independentistas boicotearon la votación. El sí contó con el voto de alrededor del 38 por cien del censo. En Eslovenia no había división social. Y las elites política y económica estaban unidas; nada parecido a la masiva fuga de sedes sociales de empresas de Cataluña.El segundo momento fue cuando en junio de 1991, el Parlamento esloveno votó solemnemente la declaración de independencia y se publicó en el boletín oficial de la República Eslovena. En el caso catalán no hubo votación solemne ni publicación ni siquiera claridad.

La declaración de independencia eslovena fue seguida por una guerra de 10 días en la que murió un centenar de personas. Fue entonces cuando intervino la Unión Europea y envió una troika a negociar, logrando un alto el fuego a cambio de un aplazamiento de tres meses de la declaración de independencia. Junto con Eslovenia, también Croacia proclamó su independencia. La mediación funcionó en Eslovenia, pero no en Croacia, que servía de colchón geográfico con el resto de la antigua Yugoslavia, convertida en un avispero y en escenario del peor conflicto bélico desatado en Europa tras la Segunda Guerra Mundial.

La intervención exterior tuvo en el caso esloveno, además, otro efecto: el reconocimiento de facto de la independencia de Eslovenia. Vemos aquí las diferencias más sustanciales.

La Federación Yugoslava no era miembro de la UE ni de la OTAN. Y era un Estado en desintegración. España es un miembro de la UE y cuenta con su pleno respaldo y apoyo sin fisuras. En el caso esloveno, no había un miembro de la Unión afectado. Serbia, violando la Constitución del mariscal Tito, quiso imponer su ley en territorios que esperaban lograr su independencia, y que continuaban dentro de Yugoslavia por dos razones: la autoridad de Tito y la vigilancia de la URSS, que, tras la firma de los Acuerdos de Helsinki, se había asegurado la integridad territorial de su área de influencia nacida tras 1945.

Eslovenia se unió a Naciones Unidas. En el 91 empezaron los reconocimientos internacionales. En 1992, llegó el de Estados Unidos y los de la Unión Europea que la aceptaron en el club comunitario 12 años después.

Hay otras dos consideraciones. Eslovenia logró la independencia en el contexto de la caída del muro de Berlín. Fue un buen momento para los nacionalismos, que llenaron el vacío de poder dejado por la URSS. Belgrado no pudo dedicar recursos a la cuestión eslovena. Tuvo que hacer frente a la vez a la independencia de los croatas y al problema bosnio. Eligió la guerra. Y no compartía frontera con el territorio controlado por Liubliana. Croacia - y sobre todo Bosnia - pagaron con sangre el ser los territorios que separaban Eslovenia y la Serbia de Milosevic.

Es necesario precisar incluso el proceso independentista esloveno quedó marcado por una mancha. 18.000 ciudadanos yugoslavos residentes en Eslovenia perdieron sus derechos. Fueron borrados de todos los registros del estado. Y así se les conoce, "los borrados". Perdieron sus derechos, pensiones e incluso ahorros. En la actualidad, las reclamaciones siguen en proceso, con sentencias a favor de la justicia internacional.

En cualquier caso, fueron los serbios los primeros en saltarse la Constitución yugoslava. España es una democracia, no un régimen totalitario. En el caso catalán no hay ninguna razón para una mediación internacional.

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