
Hace poco más de un año, Daniel Lacalle fue el encargado de pescar empresas en el río revuelto de la City para atraerlas a Madrid tras el Brexit. Residente en Londres, este doctor en Economía y gestor de fondos de inversión sigue de cerca la crisis catalana y su proyección internacional y asegura que, a diferencia de Cataluña, "Reino Unido está haciendo todo lo posible para que las empresas se queden".
¿Qué fue de la iniciativa para atraer empresas de Londres a Madrid?
Las empresas se están moviendo poco a poco, de manera silenciosa y sin hacerlo público, pero no es un juego de suma cero, sino de mover parte de las operaciones y tener presencia en varias ciudades.
¿Es comparable con la situación de incertidumbre en Cataluña?
En Reino Unido están haciendo todo lo posible y más para que las empresas se queden, y no hay ni una voz discordante en todo el Gobierno. En Cataluña hay una tensión constante por la amenaza de control de capitales hecha por la CUP, la amenaza de nuevos impuestos hecha por la propia Generalitat, la amenaza de confiscación de activos que está en la ley de transitoriedad... El entramado económico de esa región lo lidera una gente antiempresas y antimercado.
¿Cuánto va a costar el 'procés'?
Casi 1.400 empresas han movido su sede, han caído los ingresos turísticos y las ventas a cifras de doble dígito... Las estimaciones del coste para la economía española no son pequeñas: hablamos de entre 30.000 y 80.000 millones de euros de crecimiento potencial perdido, mayor déficit, peores ingresos fiscales, ralentización en el empleo...
Quien niega las consecuencias económicas, ¿miente?
El separatismo dice que da igual que se vayan las empresas. Eso es una locura. Hay una razón por la que todas las ciudades y regiones del mundo se pelean por que las empresas no solamente se establezcan, sino que mantengan su sede.
¿Tardaremos en recuperarnos?
Ese es el problema. Se dice que todo volverá a la normalidad, pero no es cierto. Las empresas no volverán. Lo que me preocupa no es el proceso de recuperación, sino el coste de oportunidad, que se mantiene siempre que persista esa amenaza. Es una pena.
¿El daño es irreparable?
Los inversores siguen confiando en España. Hace poco un inversor me recordaba que China crea una Cataluña cada mes y medio. ¿Significa esto que no invertiría en Cataluña? No, pero la inversión ya tiene riesgo de por sí como para hacer cábalas con las amenazas de control de capitales. ¿Por qué voy a confiar en un político que incumple las leyes que ha prometido defender?
¿Deben ir a la cárcel?
Han cometido sabotaje. No puede ser que un político paralice la economía sin consecuencias. Es absolutamente inaceptable que una persona con responsabilidades se permita alegremente amenazar a una economía con tantos retos como la española. Alguien que habla de confiscar los ahorros de los ciudadanos no puede continuar desarrollando su labor de servicio público.
¿Qué le diría a quien defiende el boicot a las empresas catalanas?
Lo que hay que hacer en un entorno como el actual es defender a las empresas que están invirtiendo en España y en Cataluña. Lo de los boicots es una idiotez absolutamente tremenda. Son tonterías del siglo pasado y no se debe caer en la trampa, porque además el separatismo se basa en el victimismo y el boicot les da argumentos.
¿Sería viable económicamente una Cataluña independiente?
Una Cataluña independiente, como la quieren, no. Al igual que no sería viable España, Portugal o Italia fuera de la Unión Europea (UE). Los independentistas creen que entrarían en la UE por decreto, y no va a ser así. Es el estilo Varufakis, de empujar las cosas al límite, y acuden a la negación de la evidencia, como hacen en Venezuela.
¿Hay expolio fiscal a esta región?
El argumento del expolio es completa y absolutamente injustificado. Las balanzas fiscales catalanas parecen ser la única cifra económica que no cambia nunca: todos los años se dice que son 16.000 millones de euros, y no llegan ni a 10.000.
¿Cómo se soluciona el conflicto?
No tiene solución. El proceso independentista ha sido secuestrado por un grupo al que le da igual el impacto económico. Es parecido a lo que pasó en Grecia y la solución de ninguna manera era llevar al país a un corralito, como hizo Varufakis.
¿Ve riesgo de un 'corralito' catalán?
No creo que lleguemos a un corralito, pero sí hay riesgo de falta de acceso a la financiación por la situación prolongada de tensión. Mi apuesta personal es que la realidad llevará a que la situación se diluya.