
Durante casi 30 años, Ángel María Villar ha dirigido la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) con mano firme, sin permitir voces discordantes e imprimiendo su sello personal que le ha servido para que el mundo del fútbol bautizara su largo reinado como el 'Villarato'.
Durante todos los años de poder, el todavía presidente ha usado su cargo al frente de la Federación para crear una red clientelar con la que comprar voluntades, pagar favores, castigar a sus enemigos y enriquecer su patrimonio y el de sus familiares y amigos, como su hijo Gorka Villar, el vicepresidente de la entidad deportiva, Juan Padrón, o el expresidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Rafael Cortés Elvira.
A grandes rasgos éste es el panorama que describe el juez Santiago Pedraz en el único auto publicado sobre la Operación Soule que, de momento, se ha saldado con la detención y entrada en prisión provisional de Villar padre e hijo y de Padrón, acusados de "administración desleal, apropiación indebida, estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares".
Un entramado para desviar fondos
"Villar creó un entramado que permitió desviar fondos estableciendo un clientelismo tanto en la contratación de personal, que recae fundamentalmente en familiares, como en la presunta adjudicación de contratos de suministro y prestación a empresas vinculadas y mediante la obtención de contraprestación por dichas adjudicaciones", recoge el auto.
La sombra del 'Villarato', que sigue vigente con su creador en la cárcel (todavía es presidente de RFEF y en la Junta Directiva están sus aliados) alcanza a la construcción de campos de fútbol, la compra de ropa deportiva, la organización de partidos amistosos, la venta y explotación de los derechos de imagen y audiovisuales de La Roja, la contratación de personal, la gestión de la campaña electoral y hasta llega a ser el germen de una guerra soterrada entre el hijo de Villar, Gorka, y Padrón por el control económico de la Federación. Villar hijo no tiene ningún cargo oficial en la Federación de Fútbol, pero usa los activos de la misma para sus intereses y hace y deshace dentro de la organización como si fuera llamado a heredar el trono de la entidad.
A continuación, un relato, por partes, de cómo funciona el Villarato, que lleva 29 años articulando una red para cobrar, presuntamente, comisiones y sacar rédito de todos los ámbitos del fútbol.
'Compra' de votos
1.- El pasado 22 de mayo, Ángel María Villar fue reelegido presidente de la Federación de Fútbol con 112 votos a favor, 6 nulos y 11 en blanco. No tuvo contrincante, porque Jorge Pérez no se presentó tras tratar de impugnar el proceso por "irregularidades". Oficialmente no concurrió a las elecciones por no haber presentado a tiempo los avales. Los casi tres meses de llamadas intervenidas por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) muestran cómo Villar, su hijo y su mano derecha se organizan para conceder beneficios a algunos presidentes regionales para asegurar su respaldo en las elecciones.
Por ejemplo, para lograr el apoyo de Murcia, el presidente de la RFEF decidió organizar en esa comunidad autónoma el partido amistoso entre España y Colombia, que tuvo lugar el pasado 7 de junio, y prometió al presidente de la federación local, Monje Carrillo, un puesto en la comisión de la UEFA. "Ya le han metido al de Murcia y al caradura del de Bilbao... son votos comprados, ¡joder, Juan!... apoyos comprados... decir amén, amén por llevarse unos dineros", asegura el exseleccionador Javier Clemente el pasado 3 de junio en una llamada a Padrón.
Lograr el apoyo de la federación de Cantabria fue bastante más caro para las arcas de la entidad. Según se recoge de las llamadas intervenidas, a finales de abril Padrón advierte a Villar de que Juan Antonio Peláez, presidente de la asociación cántabra, le había pedido dinero. Conforme se acerca la fecha de las elecciones, las conversaciones entre Peláez y Villar para que este último le ingrese 300.000 euros de los fondos de la federación se intensifican. El dirigente de Cantabria quiere el dinero en su cuenta para gestionar el pago de la construcción de un campo de fútbol que va a ser propiedad del ayuntamiento y que la Federación no podrá usar libremente.
Esta operación levanta ampollas entre Padrón y el tesorero de la RFEF, Juan Luis Larrea. "Éste le ha dicho que si no se lleva él el dinero y lo mete en su cuenta, que no lo quiere (...). "Él quiere el dinero para manejarlo, para hacer lo que quiera", aseguran Padrón y Larrea en una conversación sobre Peláez. Las conversaciones publicadas en el auto también señalan que el presidente de la federación de Ceuta "es del grupo" y al parece se ha llevado casi 3 millones de euros de la RFEF.
Amenazas y castigos
2.- El primer espada de la Federación no siempre lo consigue todo con dinero. Hay veces que opta por las amenazas o las promesas para doblegar voluntades y no le duele en prendas castigar o perjudicar a las personas que son crítcas con él, según el relato de Pedraz. Por ejemplo, a un mes de las elecciones Villar se pone en contacto con Julio Cabello, presidente de la Federación de Madrid de Fútbol Sala para que le vote.
Éste le recrimina que a él "no le ha dado ni un duro" y no parece que vaya a ceder. A partir de ahí, el todavía presidente de RFEF desarrolla dos estrategias: prometer dinero y amenazar. "Si apoyas a la candidatura contraria y gano las elecciones, despídete. Y si pierdo, también", explica Villar a Cabello con el objetivo de "apretarle las tuercas". Dentro del fútbol, el dirigente tiene enemigos declarados como Javier Tebas, presidente de la LFP, al que busca no incluir en la futura Junta Directiva, o como el presidente de la Federación de Andalucía, al que le quita cargos y el partido de España y Colombia.
"El aragonés y el andaluz vendrán a donde tienen puesto estatutario, a lo demás no vendrán a nada. El nombramiento de junta directiva es mío y no les nombraré ni de coña", asegura Villar.
Nepotismo y derroche
3.- Conseguir una Junta Directiva y una Asamblea que, en su mayoría, aceptara sin críticas y cuestionamientos la gestión de Villar y su vicepresidente era básico para poder usar la Federación para, presuntamente, su beneficio personal (en junio se reservó 5,2 millones del presupuesto de 2018 para usarlos a libre albedrío y sin control) y para enriquecer a sus amigos y familiares.
"El presidente de la Federación ha promovido u otorgado altos salarios a determinados cargos directivos y utilizado el patrimonio que administra para retribuir a algunas personas por mor de su amistad o conveniencia", asegura el juez. En este sentido, el propio Gorka le reprocha a su padre: "Tienes que dejar de confundir la lealtad hacia las personas con la incapacidad". A su vez le aconseja que cambie su estrategia de usar alta retribuciones para comprar lealtades. Por ejemplo, Villar tiene contratado con un sueldo muy elevado al hermano de su secretaria personal y a un señor en edad de jubilación que supuestamente le da consejos.
A su vez, organizó toda una estrategia para orquestar el despido falso de la secretaria general de RFEF, Esther Gascón, pagándole una indemnización de 300.000 euros para recontratarla oficialmente al día siguiente con un sueldo de más de 200.000 euros al año.
Esta maniobra desata el enfado de Padrón, que le acusa de despilfarrar el dinero. "Están esquilmando, intentando todos, sin excepción, mamarse el dinero del fútbol", asegura Padrón en una conversación con Marcelino Maté el pasado 8 de mayo. En esta línea, Villar intenta contratar a dos amigos de su hijo Gorka, a petición de éste, que han trabajado en su campaña electoral. El hijo del presidente lo organiza todo para que su contratación sea a propuesta de otros presidente y para que el dinero de sus sueldos salga de los fondos al desarrollo de FIFA.
La venta de los derechos deportivos de la Selección y el proyecto para construir un gran centro de formación deportiva también entrarían en este apartado. En el caso de los derechos, el juez señala que Villar se los vendió a la empresa Santa Mónica en unas condiciones "muy ventajosas" y "claramente fuera del mercado". E
El fundador de Santa Mónica es Jesús Samper, ya fallecido, que tenía una estrecha relación con Villar y fue presidente del Real Murcia hasta 2015 y de secretario general de la Liga hasta 1996. Grupo Santa Mónica explotó los derechos de La Roja hasta 2013, cuando dejó de pagar el canón y por la rescisión del contrato se llevó unos 20 millones.
Los negocios causaron una quebranto a la RFEF de 51 millones. A su vez, Villar usó a Santa Mónica para crear una red clientelar, ya que altos directivos de la entidad también cobraban de allí. Entre ellos, la jefa médica y su marido, el exsecretario de Estado para el Deporte, cuya empresa cobró 1,5 millones. Además, la RFEF iba a construir el centro de formación para darle un cargo a Cortes Elvira. El proyecto se canceló en 2014, pero ya se había apuntado el gasto de 12 millones.
Explotar 'La Roja'
4.- El triunfo de la Selección de Fútbol en Mundial de 2010 fue el pistoletazo de salida para que Villar y su hijo, presuntamente, se enriquecieran a costa de La Roja. La Federación empezó a organizar partidos amistosos con todos los países posibles (algunos jugadores se llegaron a quejar) y para que se pudiera cerrar un acuerdo, las federaciones locales acababan contratando los servicios Gorka Villar.
Según el auto, en 2012, Corea contrató a Sport Advisers por 60.500 euros. Ese año jugó contra la Selección y el hijo de Villar medió para que consiguieran todo lo que quería en perjuicio de la RFEF. Argentina pagó 220.000 euros a la firma entre 2011 y 2012; Venezuela, que disputó dos, contrató sus servicios por 29.474 euros. Chile abonó 84.000 euros.
Heredar el poder
5.- Gorka Villar ya opera en la RFEF como si fuera un dirigente más que se prepara para dar el salto al poder. Hasta antes de ser detenido, gestiona la organización de la Junta y de la plantilla, participaba activamente en las decisiones de su padre, usaba activos de la RFEF para sus actividades e incluso llegó a enfrentarse con Padrón, que le reprochó que tuviera un papel tan activo. "Se aprecia que Gorka es un gestor en la sombra", apunta el magistrado.
36 millones en ropa
6.- La rama tinerfeña de la trama salpica directamente a Juan Padrón, que es el presidente de la federación local. Según arroja el auto de Pedraz, el también vicepresidente se ha llegado a enriquecer con la compra de ropa deportiva. La RFEF adquiere los uniformes y botas de fútbol a Estudio 2000, que es de un amigo de Padrón.
Estudio 2000 dejó de trabajar con Puma en el 2013 y empezó a trabajar con Pony, una marca que según árbitros consultados por este diario es de "mala calidad" y casi no se usa por el personal. La Federación se ha gastado 36 millones en siete años en comprar ropa deportiva a esta tienda y en los últimos cinco ha sido su único cliente.
La firma tiene pocos gastos, más que comprar la ropa a otra empresa, pero realiza pagos regulares a Tenerife Sport, una firma de Padrón. Entre 2009 y 2011 la empresa recibió 678.000 euros de Estudio 2000, el 96 por ciento de sus ingresos totales.
El juez señala los altos precios del contrato, el hecho de que no se haya ofertado el contrato a ninguna otra empresa, y que el servicio que presta "excede las necesidades reales de la Federación". En un momento dado, Gorka habla de cargarse el acuerdo con la compañía porque hay que hacer ajustes de presupuesto.