A la jornada de escenificación del presunto desarme definitivo de ETA -que las autoridades francesa y española tendrán que verificar tras la entrega de ocho zulos con 120 armas- le siguió la acción de la Justicia francesa, que llamó como testigos al conocido como Comité de Verificadores.
Pese a que este grupo de mediadores había pedido a Francia que garantizase su impunidad, finalmente la Justicia gala ha desarrollado una investigación para despejar los detalles de la relación entre el grupo encabezado por Ram Manikkalingam y los etarras.
Según el diario El Mundo, la declaración que están prestando todos los miembros del grupo ante los juzgados franceses como testigos responde a detalles sobre las armas entregadas y los terroristas que se les hicieron llegar su ubicación.
Los mediadores han denunciado en repetidas ocasiones que someterles a las diligencias de la justicia entorpece su trabajo de mediación en el conflicto, tal y como sucedió en el año 2014, cuando fueron llamados a declarar ante la Audiencia Nacional. El motivo en aquella ocasión fue la anterior escenificación de desarme cuyas imágenes retransmitió la cadena BBC.
Los datos que aportaron entonces los tres miembros que comparecieron ante la Justicia española fueron vagos y no aportaron información novedosa.
En esta ocasión, la Audiencia Nacional ha archivado la petición de asociaciones de víctimas del terrorismo de que estos verificadores vuelvan a ser interrogados tras su última relación con las armas y los miembros de ETA.
