El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat y exministro de Sanidad Salvador Illa ha logrado llevar por primera vez a los socialistas a lo más alto de la lista de resultados electorales en unas elecciones autonómicas catalanas a costa del hundimiento de Ciudadanos, aunque su victoria en las urnas tiene complicado convertirse en un Ejecutivo autonómico con el PSC al frente, dado lo disputado de la victoria con ERC, que el PSC gana en porcentaje de voto.
Así las cosas, Illa intentará formar una alianza con ERC y En Comú Podem que sumaría a los republicanos al binomio gobernante en el Gobierno central entre PSOE y Podemos. Ello fortalecería al Ejecutivo de Pedro Sánchez, que ya ha recibido apoyos en momentos clave por parte de ERC, pero para Pere Aragonès, replicarlo en Cataluña son palabras mayores -sería un suicidio para la formación independentista porque su electorado no lo apoyaría-, y Aragonès prioriza una alianza independentista, que ha salido ganadora del 14-F como bloque.
Con el 95,7% escrutado, suman los mismos escaños el tripartito PSC-ERC-En Comú Podem que el de ERC-Junts y la CUP, pero una cosa es la aritmética y otra los tacticismos de cada partido.
En Comú Podem es el partido visagra, no abiertamente independentista y contrario a la unilateralidad, pero favorable al derecho a decidir, y aboga ya desde el inicio de la campaña electoral por el tripartito con PSC y ERC, pero la decisión no está en sus manos. Podemos, mediante la candidatura liderada por Jéssica Albiach (En Comú Podem) se encamina a retener sus ocho escaños en el Parlamento catalán con el 96,5% del voto escrutado en la jornada electoral del 14F y, con ello, y recupera sensaciones con respecto a la debacle que supusieron para esta formación política los comicios vascos y gallegos en los que sufrieron un importante correctivo electoral.
Sin embargo, la formación no ha logrado aumentar sus resultados, objetivo al que aspiraban, y ha visto como la irrupción de Vox le ha superado en representación en Cataluña. La presencia de Podemos en el Gobierno de la nación no ha supuesto una mejora electoral para los comunes, al contrario del PSC que ha conseguido rentabilizar la candidatura del exministro Salvador Illa.

Debacle en Cs
Por contra, Cs ha pasado de ser la primera fuerza política en Cataluña en las autonómicas del 21 de diciembre de 2017, con 36 diputados, a situarse en el furgón de cola -en séptima posición- con seis escaños y solo por delante del PP, que se sigue hundiendo en la comunidad autónoma y pasa de cuatro a tres diputados.
La candidatura de Cs liderada por Carlos Carrizosa ha perdido en estas elecciones 30 diputados, casi 20 puntos de voto y el liderazgo del constitucionalismo, que ahora ostenta el PSC, y de la derecha constitucionalista que tiene Vox.
Asimismo, el partido heredero de CiU, el PDeCAT, apoyado por Artur Mas y con la exconsellera del Govern de Quim Torra Àngels Chacón como cabeza de lista, desaparece del Parlamento catalán tras su ruptura con Puigdemont el pasado verano -que se quedó la marca Junts- y no ha obtenido representación parlamentaria con su fórmula de independentismo moderado y favorable al progreso económico.