El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece en el Congreso para explicar las medidas puestas en marcha ante la crisis del coronavirus, pero lo hace ante un hemiciclo prácticamente vacío. Sólo se espera que poco más de una veintena de escaños estén ocupados, puesto que la Cámara, que ya suma 10 infectados entre los diputados, ha tomado medidas para evitar nuevos contagios.
Aunque el Congreso no puede impedir la entrada de las señorías que quieran asistir a la sesión, los grupos acordaron limitar el número de representantes que mandará cada uno, en función de su peso en el hemiciclo. Tampoco la Mesa de la Cámara está al completo, aunque se garantizó una representación mínima del órgano de gobierno encabezada por la presidenta, Meritxell Batet.
La intervención de Sánchez ha arrancado a las nueve de la mañana y el presidente podrá emplear todo el tiempo que necesite para exponer sus medidas. Después, cada grupo contará con quince minutos para intervenir y, tras la contestación del jefe del Ejecutivo, en su caso, se les darán otros cinco para un segundo turno.
