El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, se han reunido este lunes en el Palacio de la Moncloa durante aproximadamente hora y media en un encuentro que no ha servido para acercar posiciones y enel que el 'popular' ha propuesto varios pactos de Estado a cambio de romper con los "radicales".
En un comunicado previo a las ruedas de prensa convocadas tras la cita [Sánchez no ha comparecido] Moncloa ha señalado que "el Gobierno constata que el PP sigue instalado en su estrategia de bloqueo" y ha indicado que la reunión "ha evidenciado que el PP no ha variado ninguna de sus posiciones, a pesar de su responsabilidad como principal partido de la oposición".
Sánchez, "pese a la actitud del PP, mantiene su compromiso de que esta sea la legislatura del diálogo entre las fuerzas políticas para desbloquear asuntos tan importantes para la ciudadanía como la financiación autonómica, el Pacto de Toledo sobre las pensiones, o la renovación de puestos en organismos de gran transcendencia para el país".
Casado pone Cataluña como condición
Pablo Casado, sin embargo, ha definido el encuentro como "cordial" y fructífero en cuanto a la puesta en común de posiciones y ha asegurado que su acercamiento ha sido "constructivo", desdiciendo la nota remitida por Moncloa.
En rueda de prensa tras la reunión, el líder de PP ha enumerado todas las peticiones que ha hecho a Sánchez: "Le he pedido que renuncie a la mesa de negociación con los independentistas [aún no hay fijada fecha ni contenido], que garantice la inhabilitación del señor Torra, que no modifique el Código Penal para beneficios ad hominen [en referencia al delito de sedición] y que no nombre como fiscal general del Estado a Dolores Delgado".
El líder del PP también ha aprovechado para pedir a Sánchez que reconozco a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, que defienda a Ceuta y Melilla y que aclare la polémica de José Luis Ábalos en Barajas. En materia económica ha solicitado al presidente que no derogue la reforma laboral y que devuelva el IVA a las Comunidades.
"El PP es un partido de Estado, incluso de Gobierno aún cuando estamos en la oposición. No podemos quedarnos de brazos cruzados", ha dicho Casado en referencia a la petición de moderación que ha trasladado a Sánchez. "El PP sigue con la mano tendida para llegar a pactos de Estado" para que no tenga que depender de "los más radicales", ha dicho en referencia a una serie de medidas planteadas, "un compromiso por España" con las cuentas públicas como uno de los pilares principales. "Si rompe con independentistas y batasunos, aquí tiene al PP", ha dicho como condición para la estabilidad económica y presupuestaria.
Ha sido después cuando la ministra portavoz, María Jesús Montero, ha criticado la postura del PP, que "no sabe o no quiere saber cuál es la tarea de oposición que le toca jugar" y ha rechazado romper el diálogo con la Generalitat de Cataluña: "Casado no tiene ninguna solución, se instala en el 'no' por sistema".
Tampoco se ha mostrado abierto Casado, según Montero, a cualquier compromiso firme en otras materias: "El PP no tiene interés en hacer un debate en profundidad", ha añadido la ministra, acusando al PP de querer acortar la vida del nuevo Gobierno. Ha hecho especial hincapié la portavoz en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y en la postura de "bloqueo" desde el inicio de Casado.
A pesar de todo, Montero ha asegurado que el Gobierno "va a estar siempre con la mano tendida, vamos a ser incombustibles para acercar posiciones y seguir dialogando", con mención especial al Pacto de Toledo cuyo debate se reanuda mañana y a la financiación autonómica, materia en la que pide "generosidad".
El encuentro se ha producido a iniciativa del presidente del Gobierno, cuyo gabinete contactó con el PP justo un día después de que Sánchez ofreciese mano tendida a Casado para llegar a acuerdos en la primera sesión de control al Ejecutivo en el Congreso.
Sánchez aseguró la semana pasada que Gobierno y oposición podían hablar de Cataluña, financiación autonómica, la renovación del CGPJ o las pensiones e invitó a Casado a hacer una "oposición de Estado" y "útil" a los españoles, siendo "la voz de los millones de españoles que votaron una opción moderada" en vez de ser el "eco de la ultraderecha".
Tras ser convocado, Casado aceptó acudir al Palacio de la Moncloa con la intención de pedir al Gobierno que volviera a sus posiciones de "moderación", según han avanzado fuentes de la dirección del partido.
Dos meses sin reunirse
Esta ha sido la primera reunión entre Sánchez y Casado desde la investidura que se celebró a primeros de enero y se ha producido en un clima de tensión entre los dos principales partidos por la mesa de negociación bilateral que el Gobierno va a crear con el Govern catalán.
La última entrevista entre Sánchez y el líder de la oposición tuvo lugar el pasado 16 de diciembre en el Congreso de los Diputados, enmarcada en la ronda de contactos que abrió el dirigente socialista tras recibir el encargo del Rey para someterse al debate de investidura. También se vieron en Moncloa el pasado 16 de octubre para analizar la situación en Cataluña tras la sentencia del juicio del 'procés', entre otros asuntos.