
Tan solo han pasado siete meses desde la reedición del acuerdo de gobierno de izquierdas en la Comunitat Valenciana, al que Podemos se incorporó como lo hace el menor de los hermanos a un negocio familiar. Aquella fue la lectura, la de que Unides Podem-EUPV entraba con dos consellerias menores de las doce a repartir (Vivienda y Transparencia, una para cada pata de la alianza electoral entre los 'podemitas' y Esquerra Unida). Aunque el candidato de aquella lista, Rubén Martínez Dalmau, arañó la categoría de vicepresidente segundo, nada hacía presagiar que esta irrupción podría llegar a hacer sombra a Compromís, que obtuvo el liderazgo de cuatro consellerias con la todopoderosa Mónica Oltra como vicepresidenta primera del Consell. El PSPV de Ximo Puig se reservó los seis departamentos restantes.
Este fue el punto de partida, pero la formación de Gobierno en Madrid obliga a analizar de nuevo el peso de las dos fuerzas ubicadas a la izquierda de los socialistas valencianos. Porque Podemos, con su presencia en el primer gobierno de coalición nacional desde la Segunda República, crece en protagonismo en toda España. El hermano pequeño ha dado un estirón que, como mínimo, le permite mirar a Compromís desde una altura similar. "¿Qué pesa más? ¿Cuatro consellerias o la suma de dos consellerias y cuatro ministerios?" -deslizan fuentes de la formación morada-.
Se da además la circunstancia de que las principales áreas de Gobierno a las que accede Podemos en Madrid las ostenta Compromís en la Comunitat Valenciana. Es decir: que el partido de Iglesias podrá vender la gestión que realice a nivel estatal sobre negociados como Asuntos Sociales (departamento en manos del propio vicepresidente) o Igualdad (ministerio de Irene Montero). En ambos casos se trata de ámbitos que en la autonomía lidera Mónica Oltra. Y no solo eso. Alberto Garzón en Consumo y Yolanda Díaz en Trabajo podrán también extender su sombra estatal sobre la Conselleria de Economía, controlada en la comunidad autónoma por Rafael Climent (también de la coalición valencianista).
Preguntadas al respecto, fuentes de ala de Compromís en el Ejecutivo Valenciano discrepan sobre esta lectura. "Para la reivindicación de los problemas valencianos en el acuerdo estatal de gobierno ha sido imprescindible la incursión de Compromís, que es con quien el PSOE ha firmado un pacto que le compromete a solucionar cuestiones la infrafinanciación valenciana o la aportación estatal a la dependencia", subrayan a modo de ejemplo.
Pero esta no es mas que una muestra del juego de protagonismos en el partió Compromís con ventaja y en el que ahora crece Podemos con sus otrora aliados en el centro de su diana. Cabe recordar en este sentido que la pugna entre ambas fuerzas empezó antes de las elecciones, cuando la formación de Oltra dio la espalda a Podemos para concurrir a los comicios del 10 de noviembre. Apostó, contra el criterio de la propia vicepresidenta valenciana, por acudir a las urnas en alianza con el proyecto Más País de Íñigo Errejón, el enemigo público número uno de Pablo Iglesias.
Fue una mala decisión a la vista del resultado electoral, puesto que Compromís logró solo el asiento en el Congreso de Joan Baldoví -lejos de los cuatro escaños que obtuvo en 2016 cuando acudió junto a Podemos integrada en la coalición 'A la Valenciana'-. Pero no solo por el apoyo obtenido. En caso de haber ido juntos a las nacionales ahora tendría en el Gobierno a su aliado electoral, no a un contrincante despechado.
Batalla de agendas
Entre los asuntos que Podemos tiene en la agenda y que, si los lleva a término, podría exhibir en el próximo escaparate electoral, se encuentran cuestiones de Igualdad como el cambio en el Código Penal para que solo 'sí' sea 'sí' o aspectos de Consumo como la restricción de la publicidad de las casas de apuestas. También podrían hacer gala de los avances en la regulación del precio del alquiler -si lo consiguen-. Aunque Podemos no ostentará las competencias de Vivienda a nivel nacional, sí incorporó a su acuerdo con el PSOE que esta materia concreta quede en manos de las comunidades autónomas, y en el caso de la valenciana la responsabilidad recaería en manos del vicepresidente de Podemos, Martínez Dalmau.
"¿Y si ocurre al contrario, si el ascenso de Podemos al poder a nivel estatal prueba de nuevo que solo Compromís hace una defensa estricta de los intereses valencianos?", replican las fuentes consultadas de la coalición, que no descartan que el partido de Mónica Oltra, sin hipotecas fuera de las fronteras valencianas, se convierta también el 'azote' de Pablo Iglesias e incluso saque tajada de las posibles contradicciones en las que incurra su formación en la Meseta Central.