Política

El PSOE pasa del cordón sanitario a Vox a facilitarle una vicepresidencia

  • Unidas Podemos consigue tres puestos en la Mesa con solo 35 diputados
  • El bloque de izquierdas muestra su fortaleza con seis de la nueve plazas

La política es un ente que transmuta a pasos agigantados. Este martes, la constitución de la Mesa del Congreso de los Diputados, para dar comienzo a la XIV Legislatura, daba fe de un axioma que ha llevado a España cuatro veces a las urnas en cuatro años. Y el ejemplo más destacado de la jornada ha sido el cambio de parecer del Partido Socialista, que ha pasado del cordón sanitario a Vox, que le propuso al Partido Popular -para que de este modo los de Santiago Abascal no entraran en las instituciones-, a blindarse la primera vicepresidencia, aun sabiendo que con esa dirección le dejaba las puertas abiertas a Vox, como así ha ocurrido, haciéndose con la vicepresidencia cuarta. De todo este sudoku político y acuerdos entre bambalinas, los de la formación naranja han sido los más perjudicados, junto con el bloque del centro derecha que solo ha arrancado 3 sillas a la Mesa. Por contra, los de Podemos han sido los más beneficiados, ya que, con 35 escaños ha logrados tres plazas en una Mesa de nueve, en la que el PSOE también se queda con 3 plazas.

La mañana en sí ha sido una auténtica locura de especulaciones, dimes y diretes y numerosas anécdotas que transcurrieron desde la mala pata de Adriana Lastra, que se torció el tobillo nada más entrar al Salón de Plenos a, el encontronazo bronco entre un diputado de Vox y Marcos de Quinto, de Ciudadanos.

La foto final de la Mesa del Congreso conforma una cámara fragmentada en dos. En el flanco dominado por la izquierda queda para sí la presidencia, que una vez más recae en Meritxell Batet, y dos vicepresidencias y dos secretarías que se reparten a medias entre PSOE y Unidas Podemos, siendo la primera vicepresidencia para Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y la vicepresidencia tercera para la veterana Gloria Elizo.

Con igual expectación en la Salón de Plenos como en los pasillos del Palacio de la Carrera de San Jerónimo, el día arrancaba con la ya tradicional disputa por encontrar el mejor escaño a primera hora, cuando los grupos políticos todavía no están constituidos y no se sabe aun como se colocarán sus señorías. Y como aperitivo, la bronca entre un diputado de Vox y Marcos de Quinto, de Cs. Según fuentes de la formación naranja, quien recriminó el lugar que ocupaba el exdirectivo de Coca-Cola fue un dirigente de Vox que llegó a encararse con el abogado y a empujarle, al tiempo que éste se mantenía en su trece y defendía su plaza. La jornada prometía. Más tarde -sostiene Cs- vinieron las disculpas de Vox.

Los sudokus

Y de la anécdota a los cálculos. Con el protagonismo de Agustín Javier Zamarrón, ejerciendo de presidencia de la Mesa por ser el diputado de mayor edad, las matemáticas dominaban la mañana. El día anterior, ningún acuerdo había quedado cerrado, tan solo algunas propuestas que con el paso del tiempo se fueron desvaneciendo.

El lunes, los populares ya habían hecho el ofrecimiento a Vox de votar de manera conjunta de forma que el PP se quedaba con dos sillas, una era para Vox y otra para Cs. La proposición fue rechazada de plano. Los de Santiago Abascal no querían ceder sus votos a Inés Arrimadas, argumentando no procuró que en la anterior legislatura entrara Vox en el principal órgano de Gobierno, y según fuentes consultadas del partido verde, no querían entrar en ese enjuague, según el cual, "el PP lo que buscaba era el apoyo de Cs en el Senado. Un intercambio de cromos en el que Vox no estaba dispuesto a formar parte, y que finalmente ha tenido sus consecuencias, porque con esas cábalas, el centroderecha se hubiera hecho con cuatro de las nueve plazas que tiene la Mesa, y a la postre se ha quedado con tres, dos para el Partido Popular y uno para Vox.

Entretanto hay estaba la propuesta del PSOE. Los socialistas parecían estar conformes con que Cs entrara en la Mesa del Congreso si de ese modo impedían que Vox se colara en dicho órgano. Éste era el famoso cordón sanitario del que lleva hablando el PSOE unos cuantos días. Pero, en palabras de Ciudadanos, también ese ofrecimiento se vino abajo. Según ellos, el socialista Rafael Simancas les había mentido. Otra vez más, Ciudadanos se quedaba alejado de todos los cálculos.

A mediodía, las votaciones iban tomando forma. Después de que Meritxell Batet saliera elegida presidenta de la Cámara tras la segunda vuelta, Vox entraba en la Mesa con una vicepresidencia, la cuarta. En el interim, conversaciones entre Iván Espinosa de los Monteros y Teodoro García Egea, e incluso entre Iván Espinosa y José María Espejo, de Ciudadanos. Pero las conversaciones también llegaban tarde. El PP le confirmaba a Vox que iba a votar a Ciudadanos en la tercera votación, pues tal era su compromiso.

En ese jaleo de votos, solo con cinco del PSOE, Ciudadanos habría conseguido una secretaría. Pero no ocurrió así. Los socialistas no le dieron esos votos al partido de Inés Arrimadas, y los votos del PP resultaban insuficientes. Por otra parte, el PSOE renunciaba a la tercera vicepresidencia, pero blindaba la primera, puesto en la mesa de extraordinaria importancia -y que en la anterior legislatura fue para Ana Pastor-. Esa operación le daba la vicepresidencia cuarta a Vox.

De la subida de Vox, a la caída de Cs

La paradoja del arranque de la Legislatura ha sido sin duda la entrada de Vox en la Mesa, en gran medida, gracias al PSOE. La otra imagen ha sido la caída en picado de Cs. Mientras, en los pasillos del Congreso había versiones para todo, pero la que más recorrido ha tenido es la de que, más allá de que el PSOE quisiera la vicepresidencia primera a toda costa, esta fragmentación de la derecha (dos sillas para el PP, dos para Vox) ayuda a los socialistas que están en la teoría de divida y vencerás).

Los populares tampoco cosechaban un gran éxito de la negociaciones. Tanto que se tenían que conformar con una vicepresidencia segunda y una secretaría cuarta. A Vox no le habían sacado el apoyo de Cs, y al final un bloque que podía tener cuatro sillas de contrapeso, se quedaba con tres, cediendo uno al bloque de izquierdas, sin duda, el gran triunfador de este martes.

Después de tres horas, el reparto de poder quedaba del siguiente modo:

-Presidencia: Meritxell Batet, Partido Socialista

-Vicepresidencia segunda: Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Partido Socialista.

-Vicepresidencia tercera: Gloria Elizo, Unidas Podemos

-Vicepresidencia cuarta: Ignacio Lázaro Gil, Vox

-Secretaría primera: Gerardo Pisarello, Unidas Podemos

-Secretaría segunda: Sofía Hernánz, PSOE

-Secretaría tercera: Javier Sánchez Serra, Unidas Podemos

-Secretaría cuarta: Adolfo Suárez, Partido Popular

La fecha de investidura parece que se alargará.

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