Política

Rivera lapida al 'garicanismo' y busca salvar su liderazgo en Ciudadanos

La estrategia elegida por Albert Rivera en los últimos meses está costando cara a Ciudadanos, que ha visto como ha perdido apoyos en las encuestas y ha provocado la marcha de importantes figuras dentro del equipo económico del partido. La salida de Francisco de la Torre o de Toni Roldán pone de manifiesto la incomodidad de una parte con el giro a la derecha dado por Rivera y con la gestión actual.

Tanto Roldán como De la Torre han salido del partido criticando la decisión del catalán de negarse a llegar a cualquier tipo de entendimiento con el PSOE y le acusan de no pensar en el bien del país. De este modo, Rivera se encuentra con el agua al cuello con una crisis interna sin precedentes en la formación naranja e intentando taponar las fugas y las críticas.

La huida de estos miembros del equipo económico llega poco después de la salida de Luis Garicano a Bruselas, con el aterrizaje de Marcos de Quinto a Ciudadanos, que ha supuesto un tsunami, tanto o parecido a la división que ha provocado en el partido naranja el posicionamiento de Albert Rivera frente a Pedro Sánchez, oponiéndose a negociar, e incluso a hablar con el hasta ahora único candidato a la Presidencia del Gobierno.

Las consecuencias de estas dos actuaciones, de fichajes estrellas como el del exvicepresidente de Coca Cola en España, y la del no es no al candidato socialista tendrán hoy su reflejo inmediato en el primer Consejo General que celebra este lunes la formación naranja, tras valorar los resultados de las elecciones generales y más tarde de las autonómicas, municipales y europeas.

En primer orden, se constatará la lapidación política del garicanismo, es decir, la sustitución de las tesis y del predicamento que Luis Garicano -hasta ahora el gurú económico de Ciudadanos- ejercía sobre Albert Rivera, aunque es más que posible que el eurodiputado seguirá en el Consejo General, como líder del partido que lo es en Europa, pero con poco margen de movimiento dentro de los órganos del partido.

Caída socialdemócrata

La crisis interna más importante que ha padecido Ciudadanos llega en uno de los peores momentos. La política española soporta un Gobierno en funciones desde el 29 de abril. Además, el candidato a la Presidencia con más posibilidades se manifiesta incapaz de concitar apoyos a un lado o otro en el Parlamento. En esta situación, Rivera aborda hoy una reforma de los estatutos de la formación que lidera, lo que le permitirá dar cabida a los nuevos rostros de su partido desde las elecciones generales del 28–A.

Al importante papel que va a recaer sobre Marcos de Quinto, el mirlo blanco del remozado Ciudadanos –acaparando la dirección económica del grupo naranja–, se esperan las incorporaciones en la ampliada Ejecutiva del abogado del Estado, Edmundo Val, la del exdirigente socialista, Joan Mesquida, la del consejero andaluz, Javier Imbroda, o las de Lorena Roldán, flamante ganadora de las primarias en Cataluña, o la de la abogada Sara Giménez.

Estas incorporaciones vienen tras la caída del ala más socialdemócrata de Ciudadanos, con las observaciones críticas del economista Luis Garicano, molesto con la dirección estratégica y ideológica que estaba tomando el partido, seguido de la marcha de Francisco de la Torre, Toni Roldán, de Francesc de Carreras, de Xavier Pericay, y la despedida a medias, al menos todavía, de Javier Nart.

El sector de Luis Garicano –con quien el eE se ha puesto en contacto, si bien él ha desistido de hacer ningún tipo de declaración– se ha mostrado -sobre todo desde las llamadas a Moncloa que Pedro Sánchez hizo a los diferentes líderes políticos- tremendamente contrariado con el hecho de que Rivera no se moviera de otra forma y propiciara el intento de acordar un gobierno, que no tenía porque ser de coalición.

Pero que visualizará que Ciudadanos tiene un proyecto que puede condicionar a Pedro Sánchez a unas políticas de Estado, con menos impuestos, más reducción del déficit, con compromisos de orden constitucionalista en Cataluña, en definitiva, con un paquete de actuaciones que hubiera garantizado la gobernabilidad y la estabilidad económica, sin tener que depender de los independentistas, señalan a este diario fuentes de Cs.

El no a esas tesis, el reforzamiento de la oposición a Sánchez, y según fuentes de la dirección de Cs, y el hecho de que iban a entrar nuevos rostros en la dirección del partido, y de que otros dirigente podían ocupar las portavocías de las comisiones, ha precipitado una marcha escalonada de los principales órganos del partido, y también del mismo, lo que en sí representa la lapidación del garicanismo y el nacimiento del quintismo, aunque los hombres fuertes en el partido -dicen los críticos- es el clan catalán que ha desembarcado en Madrid desde las elecciones nacionales.

El clan catalán

Desde el ala más socialdemócrata, el mismo que reconoce que acató que la dirección del partido se posicionara contra Pedro Sánchez, y así lo hiciera constar en actas, cree -según ha podido saber eE- que el verdadero cambio en Ciudadanos se ha experimentado con la llegada del clan catalán, en el que se encuentra Inés Arrimadas.

"Es otra manera de hacer política. Como si pensaran que están en el Parlament y pueden estar todo el día con frentismos, críticas populistas, acostumbrados como están a discutir con gente como Quim Torra o con Carles Puigdemont". "Pero esto es Madrid, y en el Parlamento nacional hay que negociar para sacar las cosas adelante. No se puede hacer políticas de espectáculo constantemente", sostienen a este medio. En este contexto, todo hace indicar que la corriente más crítica se esfumará este lunes con la consolidación de la estrategia de Albert Rivera.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky