
Dos días después de la segunda votación fallida para investir presidente a Pedro Sánchez, los protagonistas de la nueva etapa política han dejado claras sus posiciones, con un resultado de poco margen de acción que, sin una mayor flexibilidad, conducirá inevitablemente a nuevas elecciones en junio.
Los primeros en moverse volvieron a ser Albert Rivera y Pedro Sánchez. Los equipos negociadores de ambos se reunieron el mismo sábado por la mañana para acordar la posición en la que jugarían en la nueva etapa abierta de dos meses antes de la convocatoria de comicios. A mediodía, los portavoces de ambas formaciones anunciaban su compromiso firme con el acuerdo de 200 propuestas firmado y alcanzado durante su previa negociación para la investidura, y su intención de que este pacto ejerciera de núcleo al que se fueran sumando el resto de fuerzas parlamentarias.
En la práctica, esta postura supone una confirmación de la solidez del tándem, que negociaría con todas las fuerzas en conjunto. Es decir, ahora el equipo de Rivera estará presente en una futura negociación entre PSOE y Podemos. La alianza sellada entre socialistas y Ciudadanos deja el balón en el tejado de Rajoy e Iglesias, aunque las reacciones al nuevo acuerdo de los primeros dejaron claro que no iban a mover ficha.
El PP ha vuelto a insistir en que fueron ellos los que ganaron los comicios de diciembre y, por ello, deben liderar el futuro gobierno, así como en defender una gran coalición con el PSOE, similar a las que existen en algunos países europeos.
La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, ha cargado contra el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a quien le ha acusado de "jugar al disimulo" en la campaña electoral, y le ha advertido de que "no se puede engañar constantemente". "Ahora se ha visto que es el número 2 de Pedro Sánchez" y "ha venido a la política a revivir el zapaterismo", ha sentenciado.
Podemos, molesto con la presencia de Ciudadanos
El secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, ha calificado de "sorprendente" que el candidato socialista "necesite" a Ciudadanos "como escudero para protegerle" durante las negociaciones para alcanzar un acuerdo de investidura.
Ha añadido que espera que "no haya dificultades para que el PSOE pueda explorar fórmulas de diálogo no necesariamente siempre vigiladas por el acompañante que le pongan de Ciudadanos".
Juan Carlos Monedero, fundador e ideólogo de Podemos, ha criticado que Sánchez insista en un Gobierno con Ciudadanos, que, a su juicio, "es un fraude", por lo que le ha invitado a mirar a la izquierda y no a la derecha.
El líder de IU-UP, Alberto Garzón, ha advertido a Sánchez de que no apoyará "de ninguna forma" su acuerdo con Ciudadanos porque incluye unos "elementos programáticos antagónicos" con los que defiende su formación.
Se ha pronunciado a favor de volver a las conversaciones a cuatro -PSOE, Podemos, IU y Compromís-, para avanzar en un Gobierno de progreso, con una política económica de izquierdas que posibilite la salida de la crisis.
Mirando al Rey
Ante esta situación, con el fracaso de la investidura, se abre una etapa incierta en la vida política aunque con plazos fijos, porque si antes de dos meses no hay presidente del Gobierno se convocarán nuevas elecciones.
Este lunes, el presidente del Congreso, Patxi López, se reunirá con el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela para hablar del proceso que se abre ahora.
El viernes por la noche, tras la segunda votación de investidura, López informó telefónicamente al Rey de lo sucedido para que, de considerarlo oportuno, inicie una nueva ronda de consultas con los portavoces políticos y explorar así la posibilidad de proponer un nuevo candidato.
La Constitución no marca qué ocurre en estos casos ni obliga al Rey a convocar esa tercera ronda de consultas, pero sí fija los plazos para convocar unas nuevas elecciones, que han empezado a contar con la primera votación del pasado día 2, por lo que el proceso no se puede demorar más allá del 2 de mayo para que haya otra investidura.
De no salir tampoco adelante, el decreto de convocatoria se publicaría en el BOE al día siguiente, para que los comicios se celebrasen el domingo 26 de junio, 54 días después.